jueves. 25.04.2024
Jose Antonio Kast y Gabriel Boric

Más de 15 millones de chilenos están convocados en una semana a las urnas en las elecciones presidenciales más inciertas y trascendentales desde el retorno a la democracia, con dos candidatos al margen de los partidos tradicionales y con dos propuestas de país totalmente opuestas.
Los últimos sondeos publicados antes de la veda electoral daban como ganador al exlíder estudiantil Gabriel Boric, candidato del Frente Amplio y el Partido Comunista, que en la primera vuelta del 21 de noviembre quedó segundo con el 25,8 % de los votos frente al 27,9 % de Jose Antonio Kast, del Partido Republicano.
Los expertos alertan de que el resultado será muy ajustado y se definirá voto a voto.

Después de dos años con una fuerte crisis social, política, sanitaria y económica, en plena redacción de una nueva Constitución, los chilenos y chilenas tienen ante sí una votación decisiva. La participación de los abstencionistas en la primera vuelta es una de las grandes incógnitas que nadie se atreve a pronosticar.
MODERACION DE LOS DISCURSOS DE LOS CANDIDATOS A LA BUSQUEDA DEL VOTO MODERADO

Habitualmente quien saca más votos en primera vuelta llega a La Moneda -algo que lleva ocurriendo desde 1999-, pero esta vez puede ser distinto pues la diferencia entre ambos candidatos fue muy pequeña. Conscientes de la fragmentación parlamentaria y de que más del 30 % del electorado optaron en primera vuelta por opciones más moderadas, ambos candidatos han templado sus discursos para acercarse al votante de centro.
Kast, defensor acérrimo del modelo neoliberal instalado durante la dictadura (1973-1990) y partidario de la mano dura contra la migración y la violencia, partió prometiendo una bajada drástica de los impuestos, pero luego matizó y dijo que lo hará "de manera gradual".
Sus referentes, sin embargo, siguen siendo Donald Trump y Jair Bolsonaro y más de una vez ha defendido al general Augusto Pinochet.
Boric, en tanto, ansía un Estado de bienestar parecido al europeo, con acento feminista y ecologista, y ha tenido que poner más énfasis en la recta final en temas de seguridad pública.
Tanto Kast como Boric integran formaciones de reciente creación y es la primera vez desde el retorno a la democracia que los partidos tradicionales de centroizquierda y centroderecha se quedan fuera de la contienda.Kast logró reunir rápidamente los apoyos de la derecha oficialista, cuyo candidato Sebastián Sichel quedó cuarto en noviembre. Y en las últimas semanas ha sumado a su campaña rostros conocidos como la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, o la alcaldesa del capitalino barrio de Providencia, Evelyn Matthei.
A Boric le costó un poco más, pero finalmente consiguió los apoyos de la antigua Concertación, la alianza de centroizquierda que lideró el país entre 1990 y 2010.
El fichaje de la popular médico Izkia Siches como jefa de campaña ha supuesto un revulsivo para el exlíder estudiantil, así como el espaldarazo del expresidente Ricardo Lagos.
¿Que harán los votantes de Parisi?

La gran incógnita es qué harán el 12,8 % de los votantes de Franco Parisi, un polémico economista que sorpresivamente quedó tercero, pese a que ni siquiera pisó Chile e hizo campaña en redes sociales desde su residencia en Alabama, Estados Unidos.
En las elecciones de 2013, las últimas a las que se presentó, Parisi no se posicionó por ningún candidato, aunque el 70 % de su electorado se fue con la conservadora Evelyn Matthei, que perdió contra la socialista Michelle Bachelet.
Los expertos aseguran que Parisi ha conseguido captar el voto castigo y el perfil de su electorado es gente joven, mayoritariamente del norte del país.
Con una abstención endémica y un cuestionado voto voluntario, la participación sigue siendo una incógnita: en la primera vuelta solo un 47 % de los convocados concurrió a las urnas. Todo por decidir a una semana de la votación.

Casado visita Chile

Igualmente se desconoce cual puede ser la influencia de las declaraciones del lider del PP que ha estado en Chile, pronunciándose básicamente contra el gobierno español y la presencia de ministras de Unidas Podemos. De una forma indirecta, y sin mostrar un apoyo nítido al candidato ultraderechista Kast, a quien dice desconocer, sus críticas a la izquierda y a la mala gestión del gobierno español, se han interpretado como una clara preferencia por Kast. Nada extraño por otra parte.

Todo en el aire a pocos días de las elecciones presidenciales en Chile