Tras los incidentes registrados por la suba del precio del Metro, el presidente chileno, Sebastián Pineda, decretó ayer el estado de emergencia en la región metropolitana de Santiago, la capital del país.
Las manifestaciones por el aumento del boleto tuvieron como protagonistas a sectores de la clase media y estudiantes secundarios y universitarios que se congregaron en diversos puntos de la ciudad. La represión ordenada por el gobierno nacional comenzó cuando se aplicó lo que los manifestantes dieron en llamar “Evasión Masiva”, es decir, saltar los molinetes para evadir el pago.
En 2007 el boleto costaba 420 pesos (0,6 dólares). Pero la suba sostenida lo elevó a 830 pesos (1,15 dólares)
En 2007 el boleto costaba 420 pesos (0,6 dólares). Pero la suba sostenida lo elevó a 830 pesos (1,15 dólares). La Ministra de Transportes, Gloria Hutt, informó que no se revisaría el alza del precio del boleto, lo que provocó la reacción popular que hasta el momento ha dejado cientos de detenidos y heridos.
El Estado de Emergencia no se decretaba desde la última dictadura comandada por Augusto Pinochet. Según Pineda "el objetivo de este estado de emergencia es muy simple, pero muy profundo: asegurar el orden público, asegurar la tranquilidad de los habitantes de la ciudad de Santiago, proteger los bienes tanto públicos como privados y, por sobre todo, garantizar los derechos de todos y cada uno de nuestros compatriotas”.
