viernes. 19.04.2024
chile elecciones 2

Por Lucía Engelberger | Y llegó el día en que los chilenos vemos posibilidades concretas de cambio. Ese momento, que esperábamos se produjera en el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet, llegó el fin de semana del 15 y 16 de mayo del 2021.

Hubo menor participación que para el plebiscito de octubre de 2020, principalmente, porque en las 4 elecciones participaban partidos políticos. La desconfianza en los partidos políticos actuales es gigantesca y se manifiesta en cada evento en que ellos participan.

Para sorpresa, incluso de quienes fuimos a cumplir nuestro deber cívico con el temor que mucha gente votara por los mismos que nos han engañado y estafado durante tanto tiempo, se logró zafar el entramado tejido para hacernos creer que querían cambios, pero que habían conseguido los mismos resultados de siempre. La composición de los 155 miembros elegidos para la Constituyente que redactará la Constitución de la esperanza, dejando atrás la norma fundamental de la injusticia y el abuso, es una prueba concreta de gran peso de lo que realmente queremos los chilenos: participación con pluralidad en los temas importantes para el país.

Los resultados de las votaciones de Gobernadores, Alcaldes y concejales, si bien arrojaron resultados positivos para algunos partidos, mayormente se da por el quehacer de las personas. Las personas beneficiaron a los partidos en esta ocasión.

Como consecuencia, se produjo un auténtico terremoto grado 10 en los conglomerados políticos de derecha e izquierda tradicionales, aquellos que se habían acomodado en el flanco de poder que habían acordado a espaldas de los chilenos desde la vuelta a la democracia.  Ambos lados de la misma moneda, ahora dando un espectáculo bochornoso exponiendo las miserias de la política tradicional chilena sin ningún tapujo. Se han producido situaciones vergonzosas como traiciones, descalificaciones y exclusiones en la izquierda a la hora de inscribir candidatos a primarias legales para las presidenciales de noviembre de 2021. Y en la derecha, candidatos cobrando a sus partidos los fondos para hacer frente a los préstamos adquiridos para las millonarias campañas publicitarias de sus fallidas candidaturas. Nuevas muestras que, a pesar de toda la evidencia concreta que los chilenos no queremos nada con los políticos que nos han gobernado y sus vicios, no se dan por aludidos. 

Un gran número de políticos, economistas, periodistas y empresarios siguen sin entender qué es lo que quiere la mayoría de los chilenos. Hay una miopía ideológica que raya en lo patológico.  En el plebiscito de octubre del 2020 casi un 80% votó por cambiar la Constitución y que quienes la redactaran no fueran los políticos. En los resultados de la votación del 15 y 16 de mayo los resultados tuvieron casi los mismos porcentajes lo que implica que mucha gente de centro derecha está en ese 80% y quiere cambios sustanciales.

El 20% restante representa al rancio conglomerado político-empresarial, principalmente de derecha, que ven amenazados sus privilegios. Siguen con sus augurios catastrofistas, porque ven al capitalismo salvaje como único camino para conseguir prosperidad. Sin embargo, se obstinan en permanecer ciegos ante las colusiones y abusos que van en contra justamente de lo que defienden. No se cansan de repetir las mismas monsergas que sólo permean a quienes padecen de unos de los grandes males del medio chileno: el arribismo. Chilenos que avalan los abusos a los que son sometidos, porque vienen de gente adinerada que ellos admiran de manera vergonzosa.

Afortunadamente, una inmensa mayoría de chilenos está cansada de la forma de gobernanza que, con cambios más bien estéticos se ha mantenido desde los tiempos de la independencia. Una oligarquía decidiendo por miles, en un principio, hasta millones de chilenos ahora, sin tener en cuenta ni conocer su realidad diaria. Pasaron tanto tiempo mirándose el ombligo que fueron elevando las faltas de respeto y sus comentarios cargados de desprecio a la clase trabajadora que “no vieron venir”, ni el estallido social del 18 de octubre del 2019, ni los resultados de estas históricas elecciones ahora. Subestimaron a chilenos acostumbrados a hacer frente a los innumerables desastres naturales, uniéndose espontáneamente para superarlos. Jamás imaginaron que podían hacer lo mismo para producir un tremendo remezón en su acomodado, displicente y arrogante mundo.

Viene un tiempo interesante y de tremendos desafíos. Si bien son 155 los ciudadanos elegidos para redactar nuestra nueva Carta Magna, en este proceso estamos todos quienes vivimos en Chile involucrados en el proceso. Unos, con la responsabilidad de recoger la esencia del país y volcarla en artículos que sean potentes pilares que sostengan la casa que cobije a todos quienes conforman este hermoso país y los otros, atentos y vigilantes para que sea una base justa y digna que permita recomponer el alma de Chile que destrozó la dictadura.


RESULTADOS DE LA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE

Derecha:  37 constituyentes.

Izquierda: 54 constituyentes.

Independientes: 48 constituyentes.

Pueblos originarios: 17 constituyentes


¿Quiénes van a escribir nuestra nueva Constitución?

61 Abogadas/os

20 Profesores

8 Egresadas/os o Licenciadas/os de derecho

6 Activistas

6 Periodistas

4 Trabajadoras sociales

4 Administradores públicos

3 Psicólogas/os

3 Ingenieros civiles

3 Ingenieros comerciales

2 Sociólogas/os

2 Médicas/os

2 Diseñadores

2 Actores

2 Administradores de empresas

2 Ingenieros

2 Matronas

1 Machi

1 Dueña de casa

1 Científica

1 Ajedrecista

1 Asistente de párvulo

1 Buzo

1 Ingeniero agrónomo

1 Contador

1 Cientista político

1 Bioingeniera

1 Ingeniero civil ambiental

1 ExAlcalde

1 ExMarino

1 Licenciada en filosofía

1 Odontóloga

1 Veterinaria

1 Arquitecto

1 Empresaria

1 Economista

1 Diseñadora de vestuario

1 Geógrafa

1 Licenciada en Historia

1 Mecánico automotriz

1 Gestor cultural

Chile, una nueva esperanza