La Presidencia del Gobierno del Reino Unido divulgó en la tarde de ayer 24 de septiembre una nota oficial la que informa que el país multiplicará casi por cuatro la inversión en prevención del riesgo natural del clima espacial, las conocidas como tormentas solares.
En palabras de su primer ministro, Boris Johnson:
“Desde erupciones solares hasta tormentas magnéticas, el clima espacial puede tener un impacto masivo en los teléfonos móviles, el transporte, las señales de GPS y las redes de electricidad de las que dependemos todos los días en el hogar. La financiación anunciada hoy ayudará a convertir la investigación pionera de Gran Bretaña en soluciones prácticas que protegerán contra cualquier disrupción adversa causada por el caos cósmico.”
Reino Unido “acelera” (multiplica por cuatro) la inversión en prevención del clima espacial
Tal y como se informa desde Downing Street este nuevo reforzamiento de la inversión en Reino Unido, mediante 20 millones de libras adicionales, que se suma a los cerca de cinco millones de inversión anual precedentes, irá esencialmente dirigido a mejorar los sistemas en el Centro de Operaciones de Meteorología Espacial de la Met Office, y a la mejora de la protección de los satélites.
“Esto aumentará el conocimiento del Reino Unido sobre cómo pronosticar y prepararse mejor para estos eventos climáticos espaciales”, se subraya.
La actual inversión del Gobierno de España para prevención de fenómenos extremos del clima espacial es de “cero euros”.
En España toda esta cuestión se ha venido encontrando dejada de la mano de todos los Gobiernos nacionales desde que el Congreso de los Diputados acordase, en septiembre de 2012, una pionera Proposición no de Ley reconociendo la amenaza del clima espacial también para España e instando a promover distintas medidas y la realidad es que quien desde hace casi una década ha venido realizando día a día esa tarea de vigilancia de cualquier posible actividad solar de riesgo ha sido la AEPCCE, la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial y el EMP una pequeña asociación de protección civil que ni siquiera recibe financiación alguna y que es la que además ha venido elaborando también los únicos documentos en materia de autoprotección hoy disponibles en castellano como el Decálogo adoptado por la Protección Civil de Extremadura en 2011, e impulsando, además, distintas iniciativas como la que recientemente les ha llevado a comparecer ante el Parlamento Europeo, o como la recientemente aprobada, por unanimidad, en el Parlamento de Canarias. O como la que siguen tratando de impulsar ante la Comisión Mixta Congreso Senado de Seguridad Nacional para pedir una “Estrategia nacional española ante el clima espacial y el EMP”.
Una situación inédita de total falta de asunción ni de la más elemental responsabilidad de Estado por parte de nuestras autoridades ante este riesgo, que contrasta no sólo ya con lo actuado ayer por Downing Street sino con la prioridad que también otros países como EEUU viene dándole a su prevención desde hace años, tanto con la Orden Presidencial de Obama de 2016 “para la preparación del país ante fenómenos extremos del clima espacial” como con la subsiguiente Orden Presidencial de Trump en abril de este mismo año 2019.
España sigue anómalamente estancada, y sin reacción institucional real de ningún tipo, para la prevención de esta peligrosa amenaza.
