La ciudad Autónoma de Buenos Aires alberga una población poseedora de un nivel económico superior al del resto del país. Sin embargo en la capital argentina coexisten una serie de condiciones heterogéneas que dejan al descubierto las enormes desigualdades sociales.
Gobernada desde 2015 por Horacio Rodríguez Larreta, Buenos Aires sufrió durante el macrismo un notable deterioro de las políticas públicas, lo que generó un descalabro en la brecha social preexistente. Amparado en la protección mediática de la que goza -merced a la distribución de la pauta oficial- Larreta, en sintonía con Mauricio Macri, destinó gran parte del presupuesto en la construcción de bicisendas, en plazas inexistentes y hasta en la colocación de contenedores residuales “inteligentes”, cuya funcionalidad es impedir el acceso a quienes diariamente rebuscan restos de alimentos entre los desperdicios.
Mientras la propaganda oficial difundía los supuestos logros del gobierno de Larreta, la marginalidad, la mortalidad infantil, el desempleo y la pobreza crecían significativamente en los barrios olvidados de la ciudad. La desocupación trepó al 12,2 por ciento en el último trimestre de 2019, en comparación con el mismo período del año anterior; mientras que en los barrios populares la precarización laboral llegó al 34 por ciento.
La pandemia expuso aún con mayor claridad las distintas realidades que viven los habitantes de la capital argentina
La pandemia expuso aún con mayor claridad las distintas realidades que viven los habitantes de la capital argentina. Si bien el virus no hace discriminaciones de estatus social, los habitantes de los sectores más vulnerables de la ciudad carecen de las condiciones materiales para enfrentar la crisis sanitaria. El 18,6 por ciento de las personas que viven en la ciudad tienen como única cobertura de salud el sistema público y no disponen de ninguna otra cobertura. La desigualdad frente al coronavirus implica la posibilidad de enfermarse o mantenerse a salvo. Al 21 de agosto Buenos Aires registraba 81.750 infectados y 1.958 fallecidos, lo que revela una letalidad del 2.4 por ciento.
Siendo la ciudad más rica del país, Buenos Aires es también la más desigual. La desigualdad en el distrito gobernado por el PRO desde 2007 ha crecido exponencialmente; lo que impacta en la mortalidad producida por la pandemia. El trabajo solidario de organizaciones sociales ha evitado de momento que la crisis sea aún mayor.
