sábado. 20.04.2024
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En campaña electoral y en funciones, Donald Trump prometió que la derogación de la Segunda Enmienda de la Constitución -que protege el porte de armas de fuego-, “jamás” sucedería. “A pesar de que a los demócratas les gustaría ver que esto suceda, la Segunda Enmienda jamás será derogada”, sostuvo el presidente norteamericano en marzo de 2018.

El reclamo por la revisión de la ley que permite la tenencia de armas había sido impulsado por la ONG Gun Violence Archive, organización que año tras año contabiliza las muertes provocadas por el uso de armas de fuego. Pero Trump, en sintonía con la Corte Suprema, eludió las peticiones de entidades privadas y de familiares de víctimas que lograron convencer al juez Clarence Thomas para que se pronuncie en contra de la Segunda Enmienda.

Estados Unidos registró, durante 2019, más tiroteos que días transcurridos. Una realidad que opaca el American way of life

La responsabilidad de las 38.600 personas fallecidas en 2019 por la permisividad de tenencia de armas recae sobre el presidente norteamericano y una Corte Suprema que se ha amoldado a los requerimientos del magnate que ocupa la Casa Blanca. Según Clarence Thomas, “la Segunda Enmienda es una ley de 1791 para disparar en el Siglo XXI, una ley que nació cuando en los Estados Unidos sólo existían pistolas de un solo disparo”.

eeuu2Lo cierto es que desde la llegada de Trump a la presidencia el incremento de fallecimientos por disparos de armas de fuego no se ha detenido; como tampoco lo ha hecho la venta masiva de todo tipo de armas, incluidas las de guerra. Las estadísticas hablan por sí solas. En Estados Unidos, un país con 327, 1 millones de habitantes, existen 35 millones de armas de fuego en manos de la ciudadanía. El cineasta Micheal Moore demostró en 2002 la facilidad con la que se puede obtener cualquier tipo de arma en territorio estadounidense. Para ese entonces las “tragedias” en institutos educativos eran una constante y se cobraban la vida de cientos de estudiantes. Aunque comparado con las cifras de muertes que arroja el presente, podría decirse que el problema  era mucho menos grave, ya que las masacres fueron incrementándose años tras año y la ONG Gun Violence Archive se atrevió a definir la situación como “epidemia”.

Gun Violence Archive indicó a mediados de enero que 38.730 personas fallecieron por disparos, de las que 14.970 fueron víctimas de homicidios, asesinatos, disparos intencionados y por uso defensivo, frente a los 14.789 muertos de 2018. A las 14.970 víctimas mortales de disparos intencionados o accidentales en 2019 se suman 23.760 muertes por suicidio con este tipo de armamento.

Estados Unidos registró, durante 2019, más tiroteos que días transcurridos. Una realidad que opaca el American way of life.

The American way of death