viernes. 29.03.2024
rajoy-PP-gallego
Acto en Soutomaior. (Foto: PP)

Feijoo como serán gobernados esos ayuntamientos en los que la mayoría absoluta de concejales y concejalas no apoyan al alcalde o alcaldesa

@juanmgmm | Claves gallegas en el acto de comienzo del curso político del PP en el Castillo de Soutomaior (Pontevedra). Si Rajoy está empeñado en la reforma electoral para la elección de alcaldes y alcaldesas, Feijoo lo está en reducir el número de diputados del parlamento gallego, de manera que los votos de sus feudos provinciales tengan más peso.

Por segundo domingo consecutivo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, concitó la atención mediática en Galicia. En esta ocasión no fue por que acompañara a ninguna mandataria europea, como el pasado domingo, sino que fue la ya tradicional cita anual en Soutomaior, en la que Rajoy con su intervención da por abierto el curso político del PP.

En esta ocasión, Rajoy aprovechó esta cita para defender la ofensiva del PP contra los gobiernos de coalición en los ayuntamientos y por la reforma electoral que otorgue las alcaldías a las candidaturas más votadas aunque no tengan la mayoría absoluta. También la reducción de los aforamientos entraría en los planes del PP, para lo que instan a la oposición (especialmente al PSOE) a abrir un diálogo que culmine con el mayor consenso posible sobre las propias propuestas del PP, ya que de no ser así, el PP aprobaría las reformas legales necesarias para la aplicación de sus propuesta.

Pero la cita de Soutomaior siempre tiene sus claves gallegas. Allí se da cita todo el poder del PP en Galicia, que no es poco.

Es tan habitual y permanente el poder del PP que incluso la boda que estaba prevista celebrarse el domingo 31 de agosto tuvo que adaptar su horario al del principal mitin del PP gallego. Se ha sabido que en caso de que el mitin durara más de lo acordado con los novios, el PP correría con el coste de la boda en un alarde de poderío.

El PP de Galicia se siente fuerte con Rajoy en Galicia defendiendo que sean alcaldes o alcaldesas las candidaturas más votadas. Consideran que los gobiernos de coalición les ha quitado bastones de mando local que les pertenecían, y que les volverán a pertenecer con esta reforma. Esto llevó al presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, a garantizar en su intervención en Soutomaior que "el PP no gobernará donde pierda, no tendrá un alcalde que no haya ganado las elecciones".

No explica Feijoo como serán gobernados esos ayuntamientos en los que la mayoría absoluta de concejales y concejalas no apoyan al alcalde o alcaldesa. ¿Estarán pensando Feijoo y los dirigentes del PP en dotar de competencias sobre presupuestos y ordenanzas a esos alcaldes y alcaldesas? En ese caso, los Plenos municipales carecerían de competencias, y por ende, de contenido. Quizá sea eso lo que tenga como objetivo el PP, como ya ocurre en parlamentos autonómicos como el de Castilla-La Mancha.

Al PP de Galicia, que gobierna la Xunta, tres de las cuatro diputaciones, y la mayoría de los ayuntamientos (también de las ciudades, excepto Vigo, Pontevedra y Lugo) parece gustarle este planteamiento.

Lleva desde el comienzo de la actual legislatura en el Parlamento de Galicia empeñado en reducir el número de diputados de 75 a 61, curiosamente ponderando al alza las provincias de Ourense y Lugo con menos población, que son donde el PP saca mejores resultados electorales. A Coruña y Pontevedra, seguirían ponderadas a la baja, con lo cual los votos en Ourense y Lugo aún tendrían más valor que los de A Coruña y Pontevedra.

El argumento esgrimido por el PP gallego para esta reducción que pondera a Ourense y Lugo es el ahorro presupuestario del Parlamento. Parece que el principal argumento es reforzar su poder en el Parlamento, mediante un ejercicio de “ingenieria electoral y censal”.

La resaca del acto de Soutomaior, en la que Rajoy fijó en dos meses los plazos máximos para consensos en la refoma electoral y en los aforamientos, hacen que el PP de Galicia le imite en relación a la reforma electoral para el Parlamento de Galicia, y en la misma soberbia. Soberbia para querer cambiar las reglas de juego electoral a menos de un año de las elecciones, y soberbia al condicionar los consensos con plazos y con resultados finales inamovibles.

24 horas después del cónclave popular de Soutomaior, el portavoz parlamentario del PP gallego, Pedro Puy, en rueda de prensa "recomienda llegar a algún tipo de acuerdo" para la aprobación de la reforma electoral para elegir al alcalde o alcaldesa más votado y contra los gobiernos de coalición.

Puy, sobrino del difunto Manuel Fraga, apremia el acuerdo "porque hay una alteración significativa del funcionamiento del sistema de partidos consolidado en 30 años de democracia y porque las elecciones están próximas”. Pero parece que para Puy el acuerdo pasa por que el PSOE y el resto de la oposición acepten lo que dice el PP.

Sobre la reducción de diputados del Parlamento de Galicia, Puy no ha podido evitar ser sincero. Piensa que"no altera" los resultados, por lo que podría ser aprobada por el PP gallego en solitario. Es decir, no altera los resultados, por lo que el PP gallego seguirá teniendo la mayoría de diputados aunque no tenga la mayoría de los votos. Y para que todo sea así, lo lógico es que el PP gallego apruebe en solitario esta reducción de diputados.

Feijoo confía en recuperar antiguos feudos del PP en Galicia con la reforma de Rajoy