Homenaje a una maestra
23 de julio de 2016 (19:23 h.)
Este 23 de julio se ha celebrado en la parroquia de Cobas (Negreira, A Coruña) un acto muy singular.
En aquella escuela convivíamos entre 30 y 40 niñas y niños de distintas edades. Ella trabajó de forma incansable y consiguió que muchos de sus alumnos hicieran estudios más allá de la escuela unitaria. Doña Carmen era una maestra vocacional, una mujer poderosa, decidida, generosa y corpulenta. Una persona desbordante de energía, entregada a su labor con una dedicación plena. Murió hace veinte años pero su figura continua viva en la memoria de la gente, que no olvida su inmensa labor -durante más de treinta años- a favor de la enseñanza pública, de la cultura y del trabajo por conseguir un futuro mejor para sus alumnos. Fue -a su manera, condicionada polo tiempo que le tocó vivir- una continuadora del espíritu de aquellos maestros de la República, como el personaje interpretado por Fernán Gómez en “La lengua de las mariposas”: personas entregadas a la enseñanza con la convicción de construir un mundo mejor.
Nuestra vida está hecha de causas y azares. Todos tenemos un camino predeterminado y luego hay momentos decisivos que marcan nuestro recorrido. Un encuentro fortuito, un suceso inesperado, el contacto con una persona, la influencia de una amistad, el descubrimiento de una ilusión: hay instantes, no previstos, que pueden torcer o iluminar nuestro camino. En el mundo de la enseñanza es muy evidente este hecho. Hay maestros que tienen una influencia decisiva en la vida de sus alumnos . Su capacidad de conectar, estimular y animar puede ser definitiva para que muchos jóvenes despierten a la curiosidad de la cultura, para que se interesen por mejorar sus saberes e intenten superar sus limitaciones. Así era doña Carmen: una fuerza de la naturaleza que provocó un enorme efecto benéfico en la mayoría de sus alumnos.
Nuestra gratitud eterna para esta maestra generosa quien tentó ayudarnos a mejorar nuestras vidas y a ser mejores personas.