Los hermanos Baltar Domínguez
Los hermanos Ramón y Antonio Baltar Domínguez son un ejemplo de cómo muda el destino de las personas con el impacto de una confrontación bélica.
Los hermanos Ramón y Antonio Baltar Domínguez (nacidos en Santiago en 1902 y 1906) son un ejemplo de cómo muda el destino de las personas con el impacto de una confrontación bélica. También son un ejemplo de coherencia biográfica y compromiso con el país a pesar de la crueldad de la guerra y de la posterior represión de la dictadura franquista.
La “Irmandade da Sanidade Galega” (ISAGA), siguiendo la senda trazada por las “Irmandades da Fala” hace cien años, celebra el 25 de noviembre un acto público para honrar su memoria, en el Pazo de Fonseca. El historiador Ricardo Gurriarán hará una semblanza de los homenajeados; la celebración contará con la presencia del alcalde de Santiago, Martiño Noriega. Esta organización, que pretende recuperar para la memoria colectiva los referentes ilustres de nuestra historia reciente, tiene como objetivo principal impulsar el uso del idioma gallego en la práctica sanitaria. Veinte nuevos irmandiños se van a incorporar a ISAGA en este acto.
Los hermanos Baltar Domínguez nacieron a principios del siglo XX, eran hijos del famoso cirujano Ángel Baltar Cortés (considerado cómo el padre de la medicina moderna gallega) y pertenecen a una larga y extensa saga de profesionales de la medicina compostelana. Ambos estudiaron Medicina y su vida parecía destinada a una plácida trayectoria dedicada al ejercicio de la profesión y a la docencia en la Universidad. Pero la guerra separó sus destinos.
Ramón Baltar, cirujano y profesor de la Facultad de Medicina, fue movilizado al iniciarse la guerra civil para trabajar como cirujano en el bando franquista. Fue acusado de ser “cotizante del Socorro Rojo, izquierdista, propagandista del Frente Popular y masón”. Consiguió salir sobreseído, pero en 1939 fue sancionado de nuevo con la inhabilitación perpetua para todo tipo de cargos directivos. En la inmediata posguerra dio apoyo médico a los huidos y guerrilleros de la comarca de Santiago. El famoso maquis Foucellas fue atendido en su Sanatorio después de herirse con su propia arma.
Los hermanos Baltar Domínguez deben ser un referente para a los profesionales sanitarios y para toda la sociedad gallega. Consideramos muy necesario honrar su memoria y ponerlos como ejemplo de coherencia y dignidad.