Contradicciones del CNI en Navantia
Yolanda Díaz, viceportavoz de AGE (Agrupación Galega de Esquerda) en el Parlamento de Galicia acaba de denunciar la discriminación del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) contra un trabajador de Navantia por motivos de adscripción política e ideológica. Se trata de Joaquín García Sinde, que ya logró anteriormente la anulación judicial de una resolución semejante. La denegación del CNI la argumenta por la “continua participación (del trabajador) en organizaciones y grupos que defienden una estrategia revolucionaria: de clase, anticapitalista e internacionalista” Y aunque reconoce que esta participación es lícita “se considera discordante con la protección clasificada que Defensa cede a la industria para sus desarrollos armamentísticos”.
Es curioso que el CNI no emitiera jamás una resolución vetando el nombramiento de Morenés como ministro de Defensa, debido a su procedencia de intereses privados en la industria de armamento.
Puerto Exterior de A Coruña: la controversia recurrente
El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro ha vuelto a destapar la controversia sobre el Puerto Exterior de A Coruña, en Punta Langosteira. Lo ha comparado con la inversión del Aeropuerto de Castellón, y su afirmación ha levantado ampollas en diversos sectores políticos y económicos de la Ciudad.
Punta Langosteira surgió con polémicas. Fuentes autorizadas presentaron el proyecto como la contrapartida lograda por el entonces alcalde Paco Vázquez por el refugio que proporcionó a J.M. Aznar cuando la catástrofe del Prestige. Aznar había visitado A Coruña vergonzantemente, atrincherándose en la torre de control del Puerto, y ante las críticas por su falta de presencia pública, Paco Vázquez le cedió el Ayuntamiento de María Pita para la celebración más tarde de un Consejo de Ministros. A cambio Aznar facilitaba la inversión de 600 millones de euros para la realización de un Puerto Exterior en Punta Langosteira (Arteixo).
Ahí comenzó la polémica:
La aspiración de un puerto exterior se basó siempre en sacar del puerto actual, abrazado y constreñido por la ciudad, que operaba con determinados productos tóxicos, contaminantes o peligrosos. Dos símbolos de ello: las instalaciones de Repsol demasiado cerca de la ciudad, y la existencia en el puerto interior de la llamada Medusa, para almacenar y gestionar el carbón, que ha causado más de un susto con algún incendio. La operación del Puerto Exterior conllevaría los pertinentes traslados de esas instalaciones, y evitaría el transporte por la Bahía de A Coruña de productos peligrosos y contaminantes. Un Estudio de la Universidad y del Ayuntamiento de A Coruña justifica además que con su construcción y funcionamiento se crearán 4.000 puestos de trabajo estables.
Las críticas a la decisión señalan lo innecesario e inconveniente de una inversión tan enorme –que en la actualidad ya ronda los 1.000 millones de euros-, estando en ese momento en proceso de construcción otro Puerto Exterior, el de Ferrol, a solo diez millas de distancia. Se critica la falta de acceso ferroviario y por carretera, y la enorme inversión y tiempo que requiere solucionar este problema. También se pone en duda la idoneidad del emplazamiento, ya que hay que construir dique y contradique de abrigo, capaz de resistir oleajes de hasta 26 metros de altura. Y se aduce que precisamente esa supuesta ubicación inadecuada va a dificultar en gran medida el que sea un puerto apto para el manejo de contenedores, que necesita unas características de la lamina de agua que algunos dudan que exista.
Ya en 2010, el Tribunal de Cuentas de la UE cuestionaba la ejecución de este puerto, y comparaba la hasta ese momento no rentable inversión de los 258 millones aportados por la UE, con la eficiencia en la realización de la inversión de los 39 millones europeos en el Puerto Exterior de Ferrol.
La controversia surge y resurge, mientras se alargan los plazos de las obras de ejecución, y mientras crece el monto de la inversión. Y se cuestiona uno de los presupuestos con los que Puertos del Estado contaba para la refinanciación de la inversión: la reordenación y gestión de los terrenos del actual puerto interior, para dedicar parte de ellos a una edificación rentabilizadora. Otro aspecto que algunos cuestionan por su sesgo especulativo.
Toda una patata caliente que el alcalde Xulio Ferreiro acaba de sacar del fuego, tal vez sin percatarse de que –aunque incumba también a terceros- no va a poder quitarse de sus propias manos, ya que su papel como alcalde comporta una responsabilidad y un compromiso más fuerte e ineludible que el de postularse como candidato.
Gómez Besteiro contraataca
Pilar de Lara es una jueza muy dada a instruir casos con apariencia de Causa General. Lleva tres años haciendo que su “Operación Pokemon” parezca una matrioska de la que va extrayendo casos e imputados a los que va exponiendo en el escaparate de la llamada “pena de telediario”, sin cerrar ni resolver. El día 31 de julio de este año tenía citado a declarar como imputado al Secretario General del Partido Socialista de Galicia PSOE, José Ramón Gómez Besteiro, que había manifestado públicamente que en esa comparecencia estaba dispuesto a aclarar definitivamente su inocencia. Pero la jueza aplazó sine die la comparecencia, de modo que casi cuatro meses después de la aplazada fecha aún no se sabe cuándo tomará declaración a Gómez Besteiro, por el “caso Garañón”. Las acusaciones son “de sal gorda”: tráfico de influencias, cohecho, prevaricación y delito contra la ordenación del territorio.
Gómez Besteiro se siente en situación de indefensión, por el bloqueo de la jueza, y por las búsquedas cambiantes de ésta sobre la compra y el pago de un apartamento por parte de Gómez Besteiro ya hace varios años. Su defensa acusa a Pilar de Lara de ir ensayando nuevas vías cuando se le cierran las anteriores, hasta que logre encontrar fundamento para sus acusaciones. Por eso ha decidido presentar una demanda a la Audiencia de Lugo, pidiendo que se aparte del caso a la jueza Pilar de Lara. El abogado defensor de Besteiro, Javier Sánchez-Vera describe así la actuación de la jueza:
"En un principio el piso de Besteiro y de su mujer parece que se lo habían regalado; a continuación, cuando se demuestra que no, entonces parece que el problema es la procedencia del dinero; cuando se le acredita documentalmente de dónde viene el dinero, parece que ya el problema, que es banal, es que no se ha hecho una transferencia, sino que se ha pagado en metálico…". En efecto, las trazas del desenvolvimiento del caso desprenden un cierto tufo de arbitrariedad.
Gómez Besteiro aspira a presentarse como candidato del PSdG-PSOE a la presidencia de la Xunta de Galicia en 2016. Su situación de imputado sin término fijo dificulta su estrategia, y la de su partido, de cara a esa candidatura. Aunque –por otra parte- tampoco es que las cosas le hayan ido muy bien en otros terrenos de su gestión. En su propio territorio, la Diputación de Lugo ha demostrado poca destreza al gestionar la mayoría que conforma junto con el BNG, ya que tuvo que recuperar para su candidato la presidencia por medio de una moción de censura, y ha debido terminar expulsando del partido al alcalde de Becerreá –su primer candidato a la presidencia-, con la consiguiente pérdida de mayoría. Y para terminar con un circo no muy próspero, genera divisiones difícilmente superables en su organización en Ourense, y se encuentra con una irreconciliable ruptura en la agrupación de Compostela. Mientras le van creciendo minas alrededor: Pachi Vázquez, su antecesor, declarando públicamente dudas sobre su idoneidad como candidato, y crecientes indicios de que Pepe Blanco anda iniciando movimientos para “robarle la merienda”.
Núñez Feijóo no atina con sectores básicos
Primero fueron los ganaderos, que convirtieron sucesivamente Lugo y Compostela en una continuada plataforma de lucha por sus derechos en relación con los precios de la leche, y contra la inoperancia del gobierno de Feijóo. Hasta el punto de que éste tuvo que cambiar a la Conselleira del ramo.
Ahora, Compostela sigue siendo una plataforma de protesta: los pescadores de Cerco, tras una masiva manifestación por las calles de la capital de Galicia, han establecido un campamento de reivindicación frente a la sede de la Xunta.
Alberto Núñez Feijóo, que de mayor parece que quiere ir para Madrid, se pone de perfil en Galicia ante los problemas de sectores económicos básicos y tradicionales, quitándose el muerto de encima y diciendo que depende de Madrid.
Recientemente quiso ponerse de perfil también ante la estafa sexual del presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar. Según Feijóo, prometer empleo en una institución pública, cobrando con favores sexuales, no es un problema político ni ideológico, sino particular y judicial. Y –cual laboriosa ostra ideológica- ha fabricado una teoría que repite en sede parlamentaria: como prueba de que Baltar no ha prevaricado está el hecho de que le demandan judicialmente por su inclumplimiento en otorgar el puesto de trabajo.
¿Alguien quiere a Feijóo para Madrid?: Adjudicado.