viernes. 29.03.2024
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Recién asignado a los laboristas el diputado 650 de la circunscripción londinense de Kensington, que se ha hecho mucho de rogar, podemos sacar algunas conclusiones de la apuesta fallida de los conservadores ingleses de adelantar las elecciones generales para reforzar su mayoría absoluta. Como se suele decir coloquialmente “Les ha salido el tiro por la culata”.

El escaño de Kensington pasó a manos de los laboristas tras haber sido un feudo conservador desde 1974 después de tres recuentos por una diferencia de veinte votos.Todo un símbolo.

1.- Ningún partido político tiene mayoría absoluta para gobernar.

Esto es muy habitual en otros países, pero muy extraño en Reino Unido, donde el sistema electoral mayoritario, está precisamente pensado para garantizar mayorías absolutas y favorecer al primer partido.

El acuerdo entre los conservadores de May y los unionistas del Ulster que han conseguido 10 diputados, da una mayoría muy ajustada.  En la historia de este país los gobiernos en minoría duran muy poco. En 1974 y 1977-79 no alcanzaron ni los dos años.

La inestabilidad y la necesidad de pactos permanentes debilitan inevitablemente a May en sus negociaciones con Bruselas y ya hay voces en sus filas que la cuestionan abiertamente.

2.- Los laboristas crecen vigorosamente pero no alcanzan la mayoría necesaria.

Con 12.874.985 votos alcanzan el 40% que no pronosticaba ninguna encuesta, ganan 9,5% y 30 diputados pero se quedan a 792.228 votos de los conservadores.

Corbyn se afianza en su liderazgo, cuestionado con dureza por otros sectores del laborismo y se muestra abierto a dialogar con otras fuerzas como los nacionalistas escoceses y galeses, y con los liberales que aunque han bajado en porcentaje han conseguido 2.368.048 que se traducen tan sólo en 12 escaños, abiertos partidarios de la permanencia en la Unión Europea.

Hay analistas políticos que argumentan en detrimento de Corbyn, que los laboristas hubieran arrancado el millón de votos que les han faltado para ganar, de estos votantes pro-europeos, si hubieran planteado un nuevo referéndum sobre el Brexit y defendido con más ardor la permanencia.  La verdad es que nunca los sabremos y queda en el terreno de las conjeturas.

3.- La participación cercana al 69% ha sido la más alta desde la primera victoria de Tony Blair en 1977.

Los jóvenes pasaron de votar el 45% en 2015 al 72% muy por encima de la media. Todos los analistas afirman que la movilización juvenil favoreció claramente el voto al laborismo lo que significa una buena noticia para la socialdemocracia inglesa, a diferencia de otros lugares donde los jóvenes les han abandonado por otras opciones.

4.-  El bipartidismo se refuerza y los nacionalistas escoceses caen 21 diputados de los 56 que tenían en beneficio de los conservadores. Los ultras del UKIP no obtienen ni un diputado.

Los laboristas crecen un 9,5% y los conservadores un 5,5% en votos. Entre los dos partidos suman el 81% de los votos, un 15% más. Hay que remontarse más de 30 años para que la suma de ambos partidos alcanzara esas cifras.

Este hecho va en línea contraria a lo ocurrido en otros países europeos donde se está dando la aparición de nuevos partidos y pone en duda algunas aceleradas conclusiones sobre el fin de los partidos tradicionales. Habrá que esperar a las elecciones alemanas para analizar esa tendencia.

5.- ¿Qué va a pasar con el Brexit?

Esta es la gran incógnita ahora. El fracaso de May no sólo pone en duda el inicio de la legislatura sino que cuestiona todo su “andamiaje” de salida del mercado único, de la unión aduanera y de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Justicia.

May deberá pactar cada medida, el proceso se alargará inevitablemente y el miedo a una salida sin acuerdo puede abrirse paso. De la habilidad de Bruselas para reconducir el proceso del Brexit y lograr sus objetivos (Sean estos cuales sean) dependerá mucho el fin de esta encrucijada en la que David Cameron metió al Reino Unido con un referéndum absurdo, falto de sentido histórico y profundamente equivocado en su génesis y en sus resultados.

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