Una parte sustancial de los votos perdidos por los conservadores ha ido a los Demócratas de Suecia, nombre bajo el que se esconden en estos momentos los colaboradores de los nazis en la segunda guerra mundial
El Partido Socialdemócrata del primer ministro, Stefan Löfven, fue el más votado con el 28,3 por ciento, seguido del Partido Moderado (conservador), con el 19,8 por ciento, y el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), con el 17,5 por ciento.
Desmintiendo las campañas previas, una vez más con tintes catastrofistas, que anunciaban el triunfo de la extrema derecha en Suecia, la izquierda se ha impuesto en las elecciones generales, si bien por un estrecho margen.
La suma automática de los votos de los ultraderechistas con el partido moderado para hacer oposición es cuando menos aventurada.
Con el 28,3% el partido socialdemócrata sigue siendo el primer partido a nueve puntos del segundo. Pierde un 3% de votos, mientras la extrema derecha sube 4% y el partido moderado tiene sus peores resultados desde 2002. Una parte sustancial de los votos perdidos por los conservadores ha ido a los Demócratas de Suecia, nombre bajo el que se esconden en estos momentos los colaboradores de los nazis en la segunda guerra mundial, tan bien reflejados en la novela negra nórdica.
Está previsto que hoy viernes 14 de septiembre se hagan oficiales los resultados definitivos.
Precipitamente el centro derecha ya ha solicitado que se vote una moción de censura el próximo día 25 de septiembre. El primer ministro Stefan Löfven, ha descartado totalmente que vaya a dimitir y ha vuelto a ofrecer diálogo a la alianza para romper la política de bloques y aislar a la extrema derecha. La “izquierda” con el 8% de los votos y los “verdes” con el 4,4% con toda probabilidad apoyarán la continuidad de un gobierno socialdemócrata que frene el ascenso al poder de la derecha.
