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Zapatero pide más esfuerzo mientras Rajoy se apoltrona

El presidente del Gobierno cree que el PSOE volverá a ganar las próximas elecciones generales porque hay tiempo suficiente para recuperar los 14 puntos que separan a los socialistas del PP en las encuestas. La pregunta es si la actitud de Mariano Rajoy de esperar a que el rival se desgaste, manteniéndose al margen de las cuestiones más polémicas de la política nacional, le será rentable durante dieciocho meses más.
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NUEVATRIBUNA.ES - 17.10.2010

En una conversación informal con periodistas tras un mitin en Ponferrada (León), José Luis Rodríguez Zapatero se ha declarado convencido de que el PSOE volverá a ganar las elecciones en 2012 a Mariano Rajoy -"lo importante es que el candidato del PP sea quien tiene que ser", ha bromeado-, a pesar de que las encuestas le dan hoy a los 'populares' una ventaja de 14 puntos. Así, ha reconocido que las encuestas muestran las dificultades del partido --"muestran que no estamos bien", ha señalado-- pero ha añadido que hoy en día la sociedad y las encuestas se mueven mucho y muy rápidamente.

A su juicio, en política un año y medio es mucho tiempo y ha mostrado cierto malestar con la insistencia del PP en que se convoquen elecciones anticipadas, igual que había hecho poco antes durante el mitin. En concreto, ha recordado que el Gobierno socialista tiene la legitimidad de 11 millones de votos y la responsabilidad de ser el principal partido en el Congreso. En su hoja de ruta, en el próximo año y medio tienen que pasar tres cosas: que la economía del país empiece a recuperarse, que el Gobierno aplique sin demora las reformas que ha emprendido y que el PSOE se emplee a fondo en ganar las elecciones.

El presidente ha asegurado que nadie en su partido le ha pedido que desvele si volverá a ser el candidato a la presidencia del Gobierno en 2012 y ha dejado claro que el momento de anunciar su decisión dependerá de la estrategia política --"la política es tiempo", ha dicho-- y, de hecho, ha insinuado que tiene más o menos perfilada su decisión. No ha querido, en cambio, mencionar posibles sucesores para el caso de que él decidiera no presentarse y, al ser preguntado sobre si el PSOE están preparado para tener una presidenta del Gobierno, ha asegurado que sí que lo está, y que todo llegará.

En este escenario, ha señalado que en el Comité Federal que el PSOE celebrará el próximo sábado, que es el máximo órgano del partido entre Congresos, transmitirá a los suyos un mensaje de fuerza y de necesidad de explicación. Zapatero ha reconocido que a veces hay un déficit de explicación de las medidas y ha recalcado que, una vez emprendidas todas las reformas -salvo la de las pensiones-- y con los Presupuestos para 2011 en marcha, es necesario el esfuerzo de explicación. Eso sí, ha reconocido que la explicación sería más fácil y mejor recibida por los ciudadanos si la economía empezase a mejorar.

Por otra parte, Zapatero ha dicho que ningún dirigente de su partido le ha pedido que no haga campaña con él en las autonómicas y generales, y ha restado importancia a las palabras del presidente castellano-manchego, José María Barreda, que dijo no querer líderes nacionales en campaña y que reclamó un cambio de rumbo para evitar una catástrofe electoral. "Tranquilo, a todos nos puede pasar", le dijo el presidente a Barreda, según su propio relato. Y en cuanto a la opinión del castellano-manchego de que deberían limitarse a dos los mandatos del presidente, Zapatero ha señalado que es un debate "interesante" pero ha dicho no entender por qué hay que "penalizar" de esa forma al jefe del Gobierno y no al de la oposición.

El jefe del Ejecutivo ha explicado que ha hablado dos veces con el líder del PSM, Tomás Gómez, tras su victoria en las primarias para ser candidato a la Comunidad de Madrid y se ha comprometido a protagonizar con él los actos de partido que sean necesarios. Además, ha precisado que prevé reunirse con él pronto. Y además, ha rechazado que las primarias de Madrid, donde él apoyó a la derrotada Trinidad Jiménez, hayan minado su relación con el número dos del PSOE, José Blanco, o con el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Para Zapatero, son "de los dos mejores dirigentes" del partido y, además, tiene en ellos "absoluta confianza".

Y mientras Zapatero se prepara para pedir a los suyos un sobreesfuerzo para recuperar el terreno perdido, parece confirmarse que la estrategia del PP -y sobre todo de su líder, Mariano Rajoy- es no hacer nada. Parece que la resistencia del presidente 'popular' a revelar sus recetas anti crisis se debe a un plan premeditado para no dilapidar es capital de adhesiones que pueda haberle proporcionado la impopularidad de los ajustes del Gobierno.

De hecho es llamativo que la enmienda a la totalidad presentada el pasado viernes por el PP al proyecto de Presupuestos no proporcione pistas sobre qué iniciativas concretas propone ese partido para generar empleo y avivar la recuperación. Al margen de un par de generalidades, como bajar impuestos y no congelar pensiones, no es de esperar que el PP aporte mucho más en las enmiendas parciales que habrá de presentar al proyecto de Presupuestos la próxima semana.

No obstante, en el PP también hay quien cree que el "dolce far niente" de Rajoy puede acabar pasándole factura. Quedan dieciocho meses para las generales y en ese tiempo es de suponer, como ha advertido Zapatero, que la economía empiece a mostrar los ansiados 'brotes verdes'. Además, el 'pasotismo' del líder de la oposición podría contribuir a incrementar la desafección ciudadana hacia la política. Y todo eso sin contar con las investigaciones por casos de corrupción que pesan sobre el PP y el desfile de algunos de sus dirigentes por tribunales de medio país. Una carga que hasta ahora no ha pesado excesivamente sobre las expectativas electorales del partido pero que podría empezar a hacerlo si no se apuntala una alternativa de Gobierno creíble.

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