viernes. 29.03.2024

El nombramiento de José Blanco como portavoz del Gobierno ha sido la gran sorpresa de la última remodelación acometida por José Luis Rodríguez Zapatero por la renuncia de Alfredo Pérez Rubalcaba que el sábado fue proclamado candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno. Rubalcaba llevaba ejerciendo como ministro de Interior desde abril de 2006, y en octubre de 2010 el jefe del Ejecutivo le nombró vicepresidente primero y ministro portavoz, tres cargos que con su marcha quedaban vacantes.

El vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento asumirá la Portavocía en la recta final de la legislatura. Lo hace –en palabras del presidente- porque “conoce bien la acción global que el Gobierno esta llevando hacia delante” y porque “es una persona que tiene una confianza conmigo muy directa, trabada durante mucho tiempo”.

Con su nombramiento, Zapatero despeja los rumores de un distanciamiento entre ambos o los supuestos roces entre Blanco y Rubalcaba.

Durante una breve comparecencia en La Moncloa, Zapatero también anunció el nombramiento del secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho, como nuevo titular del ministerio del Interior; así como la supresión de la vicepresidencia primera que Rubalcaba llevaba asumiendo desde la última crisis de Gobierno en octubre de 2010. A partir de ahora habrá dos vicepresidencias: Elena Salgado para Asuntos Económicos y Manuel Chaves, para Asuntos Territoriales. La titular de Economía presidirá el Consejo de Ministros en ausencia de Zapatero.

Respecto a Antonio Camacho, hombre de confianza de Rubalcaba, Zapatero destacó su “dilatada trayectoria” como secretario de Estado de Seguridad en un Ministerio que “ha cosechado grandes éxitos en la lucha antiterrorista”. Camacho, ha resumido Zapatero, ha contribuido a esos éxitos, conoce a fondo la seguridad y en concreto la lucha contra el terrorismo, de manera que tiene un "perfil muy adecuado".

El jefe del Ejecutivo desveló que "lógicamente" había hablado de estos cambios con Rubalcaba y que el pasado miércoles dio cuenta de los mismos al Rey Don Juan Carlos en su despacho ordinario. No obstante, interrogado sobre si de ahora en adelante compartirá o consultará con él las decisiones de Gobierno, Zapatero ha dejado claro que hay que "tener claros los planos", porque Gobierno y partido trabajan en dos espacios "nítidamente marcados". "El Gobierno gobierna y su tarea apremiante en este momento, el motivo fundamental de su tarea, es el interés general económico del país, y el candidato tiene la tarea de formular su proyecto para las próximas elecciones", ha dicho.

Zapatero no quiso precisar si mantiene su intención de agotar el mandato y convocar elecciones generales cuando toque, esto es, en marzo de 2012. En este sentido, ha asegurado que la situación económica obliga a que el Gobierno no pueda "pensar en ninguna otra cuestión" como un adelanto electoral y ha aclarado que los cambios en su gabinete "lo que significan es simplemente que el Gobierno sigue trabajando a pleno rendimiento". 

Zapatero también ha recalcado que "la gran prioridad" para los próximos meses es cumplir un triple objetivo: mantener la estabilidad, ganar la recuperación económica y crear empleo. "La gran prioridad del Gobierno de España es mantener la estabilidad, ganar la recuperación y crear empleo, ese triple objetivo es tan exigente que no debemos pensar en ninguna otra cuestión", ha remachado. Según Zapatero, el Gobierno está centrado en "trabajar y cumplir sus compromisos" de consolidación fiscal, reducción de déficit, restructuración del sector financiero y otras reformas, que necesitan "más esfuerzo, todo el esfuerzo y todo el apoyo posible de las fuerzas políticas".

Blanco encara la recta final de Zapatero