jueves. 25.04.2024
valerio

Ministra: el verdadero gol por la escuadra es que te enredes en anular lo que -involuntariamente o no- habéis aprobado, en lugar de reunirte con ellas para conocer su realidad, y para buscar con ellas las alternativas adecuadas

A través de amigos comunes tengo muy buenas referencias personales tuyas, ministra. Por eso te escribo, y porque me ha chocado tu reacción sobre lo del “gol por la escuadra”. Porque tu preocupación no debe ser la de los goles que te metan a ti personalmente, sino los que puedas meter como ministra. Trataré de explicarme:

Hoy, el amigo Eduardo Sotillos (me gusta siempre reconocer los méritos ajenos) me hizo reflexionar, en una red social, sobre un estudio que desde la Universidad de Comillas hicieron hace algún tiempo sobre la prostitución en España. Seguro que conoces, ministra, el Estudio pero te recomiendo que lo repases.

Resulta que sólo en los llamados clubs de alterne (dicen que hay unos 1.500 en España) hay no menos de 20.000 Mujeres (y lo pongo con mayúsculas) que trabajan en eso del sexo. “Eso del sexo” que nadie ha tenido la valentía de ilegalizarlo en España, por lo que te recomiendo que revises bien cómo vas a fundamentar las medidas que piensas tomar respecto al famoso “sindicato”. Calculo 20.000, porque el Estudio señala que hay entre 10 y 50 mujeres en cada club: y he sacado una media estadística conservadora. También señala el estudio que son incontables los “pisos” que se dedican a la prostitución, pero que serán no menos de otros 1.500. Siendo muy conservadores estadísticamente, podríamos estar hablando de unas 25-30.000 Mujeres que trabajan en a industria del sexo. Sin contar otras modalidades, que muy posiblemente las haya. Varias decenas de miles de Mujeres supongo que son capaces de quitarte el sueño de ministra.

También dice el estudio que según el INE ese “sector” mueve en torno al 0,35% del PIB. Y el estudio señala una realidad brutal: el 80% de las Mujeres que andan en eso lo hacen coaccionadas: es decir, Esclavizadas.

Con estos datos, ministra, lo de menos es que a ti te hayan metido un gol: aunque no está demás que tu equipo controle y medite las cosas que decide y aprueba, para evitar vaivenes que no nos ayudan a generar credibilidad… El gol lo sufren todas esas Mujeres cada día y cada noche. Y es en ese contexto en el que tienes que orientar la reflexión para tu trabajo.

Si esas Mujeres, explotadas muchas, y forzadas todas, por razones económicas y sociales, a realizar una tarea penosa (no lo llames trabajo si no quieres, aunque seguro que su esfuerzo es más que trabajoso), de pronto encuentran un espacio en el que engancharse, en el que analizar y discutir sus condiciones de mala vida, y desde el que juntarse para reivindicar sus Derechos como Personas ante la Sociedad, tal vez no sea nada descabellado dejarlas que se unan y se reúnan, y que defiendan sus derechos.

Desde que en 1965 me metí en eso de la lucha social y política, las compañeras que allí encontré me fueron enseñando que el Feminismo no puede ir en contra del Derecho de las Mujeres. Y que éstas no pueden ser sustituidas, sino incorporadas, a la lucha por sus Derechos. Y un buen Feminismo no pasa por impedir organizarse, ni por tapar la boca, ni por la mera prohibición y penalización, sino por encontrarse con esas Mujeres explotadas, y dotarlas de los medios para combatir esa explotación.

En el Pozo del Tío Raimundo coincidí con un jesuita, Javier Repullés, al que llamábamos “el cristiano”, porque lo procuraba ser de verdad, y porque -mientras otros andábamos en la lucha social y política- él se metía en todos los charcos humanos. Años después le vi que -¿cómo no?- se había metido en este charco de apoyar a las prostitutas.

Hoy me atrevo a imitarle, y también me meto en este charco. Ministra: el verdadero gol por la escuadra no es que te hayan “colado”, involuntariamente, la ocasión de que todas esas Mujeres explotadas puedan reunirse y defenderse, y luchar contra la explotación, y buscar alternativas incluso. El verdadero gol por la escuadra es que te enredes en anular lo que -involuntariamente o no- habéis aprobado, en lugar de reunirte con ellas para conocer su realidad, y para buscar con ellas las alternativas adecuadas. Y “soportar” que se agrupen, socialicen sus realidades y presenten alternativas. Igual que están haciendo otros colectivos.

Es una sugerencia que me atrevo a hacerte desde el aprecio. Y desde una conciencia social que no debe permitirnos que nos dejemos llevar por etiquetas, sino por la voluntad activa y eficiente de transformar la realidad.

El verdadero gol por la escuadra