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NUEVATRIBUNA.ES 12.10.2009

Por cuarto año consecutivo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue recibido con silbidos, abucheos y gritos de “dimisión” de un grupo asistentes al desfile militar con motivo de los actos de celebración de la Fiesta Nacional, presididos por Sus Majestades los Reyes de España.

Acompañado por la ministra de Defensa, Carmen Chacón, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, la delegada del Gobierno, Amparo Valcarce, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el teniente general José Julio Rodríguez, Zapatero conversó con ellos minutos antes de la llegada de Don Juan Carlos y Doña Sofía.

Una cámara de TVE grabó la conversación en la que el jefe del Ejecutivo quitaba hierro a los insultos proferidos por un parte de los invitados: “Ya forman parte del ritual”, dijo.

Sin embargo, el que se mostró más molesto fue Gallardón para quien “podrían haber elegido otro día”. A ello, Zapatero contestó que “sí” que “era verdad”, mientras Chacón introducía un tono más distendido y medio en broma destacó: “Entonces serían dos”, lo que Valcarce ratificó: “Sí yo creo que serían dos”; pero el alcalde no se quedó conforme y de nuevo afirmó tajante: “A mi me parece una falta de respeto absoluta (…) Si esto fuera un acto de Gobierno, yo sí entendería que la gente manifestara su protesta al Gobierno, pero si es un acto de Estado... no", subrayó.

La anécdota se producía al comienzo del desfile. A su llegada, los Reyes saludaron a todas las autoridades presentes, con 14 de los 17 ministros del gabinete de Zapatero; el presidente del Congreso, José Bono; el del Senado, Javier Rojo; la mayoría de los presidentes autonómicos; el consejero de Interior Vasco, Rodolfo Ares; y el jefe de la oposición Mariano Rajoy.

La llegada de los Reyes vino precedida por la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, que también fue recibida con silbidos y abucheos procedentes de las dos gradas de público situadas en las inmediaciones de las tribunas de autoridades e invitados.

Posteriormente, todos se trasladaron al Palacio Real, donde los Reyes ofrecieron la tradicional recepción. Por la tarde, Zapatero viajará a Washington donde el martes será recibido por el presidente norteamericano, Barack Obama.

HOMENAJE A LAS MISIONES ESPAÑOLAS

Más de 4.200 militares, 209 vehículos y 58 aeronaves de las Fuerzas Armadas participan en el desfile. La parada militar, que estrena este año nuevo recorrido por las obras en la Plaza de Colón, discurrirá por el Paseo de la Castellana con la tribuna de autoridades situada en la Plaza de Lima y supondrá el despliegue de 3.852 militares en el desfile terrestre y 355 efectivos en la exhibición aérea, lo que supone un total de 4.207 militares, 400 menos que en la edición anterior.

La novedad este año será la participación de las banderas de la ONU, la OTAN y la Unión Europea, como homenaje a los 20 años de misiones españolas de mantenimiento de la paz en el exterior, bajo el mando de estas tres organizaciones multinacionales.

Como en ocasiones anteriores, la bandera que presidirá el desfile llegará a la Plaza de Lima desde el aire portada por un equipo de la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire (PAPEA), que se lanzará desde un avión de transporte C212 de la Base Aérea de Alcantarilla (Murcia) para tomar tierra con la enseña ante la tribuna de autoridades.

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