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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 29.3.2010

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, no da su brazo a torcer. Este lunes ha vuelto a denunciar que el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, fue "marginado" en el V Encuentro España-África de Mujeres por un Mundo Mejor, al que no fue invitado por el Gobierno central, "por razones de protocolo". Asimismo, ha criticado que la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, decidiera este domingo visitar el barrio de El Cabanyal "de la mano" de la Plataforma Salvem El Cabanyal, "de los violentos".

"Creo, en términos generales, que ha sido un fin de semana demasiado revelador de una verdad, de la actitud de agravio del Gobierno" central "hacia lo valenciano", ha respondido la primera edil a las preguntas de los periodistas sobre la polémica y ha añadido que esta actitud es "constante" y que "se manifiesta en muchas cosas que estamos viendo". (...) "Da igual que sean los chiringuitos, El Cabanyal, el agua o el respeto a las autoridades valencianas".

A su juicio, las palabras que el pasado sábado pronunció en presencia de la reina, coincidiendo con la inauguración del Foro sobre las Mujeres, fueron "absolutamente correctas", ya que "lo único" que hizo fue "manifestar la bienvenida en nombre del presidente", que estaba ausente. "Nada más, por tanto, no veo por ningún lado lo incorrecto de esa manifestación", ha sostenido al tiempo que ha dicho que hizo "lo que creía en confianza que tenía que hacer".

Rita Barberá, que ha admitido que este domingo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, estuvo "especialmente amable" con ella durante dicho encuentro, ha destacado que no le gusta "toda la tensión posterior" generada en torno a sus palabras sobre la ausencia de Camps: "A mi no me gusta, a mi me gusta ser una alcaldesa amable, simpática, dicharachera, que recibe y que recibe bien. Yo soy esa persona".

Aunque ha manifestado que quiere "pasar página" -"Ya ha terminado, vamos a volver a trabajar con normalidad"- ha seguido insistiendo en el agravio del que se siente víctima por parte del Gobierno: "Nosotros tenemos nuestra dignidad valenciana, nuestra representación que nos otorga la Constitución", (...) "El presidente de la Generalitat es el representante del jefe del Estado aquí". Incluso ha lamentado que desde el Ejecutivo central se trate a Valencia como un "cortijo" y ha pedido "contestación" a lo sucedido este fin de semana y a otros actos, como la visita a Valencia del secretario general de la ONU, a la que tampoco se invitó a Camps, o el nombramiento de Agustín García-Gasco como cardenal en el que "hubo un lío protocolario inmenso".

De sus declaraciones se desprende que hace responsable a la vicepresidenta primera del Gobierno y diputada del PSOE por Valencia, Mª Teresa Fernández de la Vega, a quien acusa de que cuando está "por el centro, quiere ser la protagonista única". Y se ha quejado de que "con unos contenidos de semejante importancia", en alusión al encuentro internacional de mujeres, "todo se estropee por razón de protocolo, de vanidad y de egoísmo".

Por otro lado, se ha explayado respecto a la visita "sorpresa" que la ministra de Cultura hizo a El Cabanyal atendiendo a la invitación de la plataforma que se opone al Plan Especial de Protección y Reforma Interior de este barrio. Para Barberá fue también un hecho "muy revelador", después de que Ángeles González-Sinde no atendiera su invitación para visitar esta zona de Valencia y "obviara a la institución --el Ayuntamiento-- que representa a todos los valencianos".

"No sólo desprecia a la alcaldesa sino que se va con los violentos" y les hace "caso", ha sostenido Barberá, que identifica de esa manera a los miembros de dicho colectivo vecinal. Ha acusado a la plataforma de usar "la violencia, verbal y no verbal" y ha recordado que ella fue "agredida" por este grupo. Así, ha censurado que la ministra, de quien ha dicho que "no conoce la política" y que "no sabe reaccionar" en esta materia, se ponga "de la mano, del bracillo" de estos vecinos y que no quisiera "pasear por la zona degradada" del barrio.

La responsable municipal ha opinado, respecto a la orden que la ministra rubricó para paralizar el PEPRI, que ésta "de verdad, no sabe lo que ha firmado", lo que a su entender "vuelve a ser revelador". La orden ministerial, según sus palabras, supone una "agresión" a las competencias valencianas y ha negado que los valencianos y sus instituciones sean "marionetas".

Volviendo al encuentro del fin de semana, Rita Barberá se ha referido a la necesidad de llevar agua a tierras africanas y ha censurado, en alusión a De la Vega, que un encuentro de colaboración con este continente, en el que se plantearon cuestiones como ésta, lo promueva "una persona que nos ha firmado por decreto la derogación del trasvase del Ebro", así como que "aplaudiendo" esos planteamientos estuviera la ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

Rita Barberá dice que se siente "agraviada" y ahora carga contra Sinde y De la Vega