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NUEVATRIBUNA.ES 06.07.2009

Las ruedas de prensa en Génova 13 se han convertido en todo un acontecimiento. Más que nada porque son pocas y cuando se convoca una los medios acuden ansiosos para encontrar respuestas a las múltiples preguntas que se acumulan en el caso Gurtel.

Este lunes, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, despertó mucha expectación, sobre todo, minutos antes de comparecer ante la prensa, cuando empezaban a llegar los primeros titulares: “El juez ve indicios racionales de delito para abrir juicio a Francisco Camps” y “un jurado popular juzgará a Camps por los trajes recibidos de las empresas de Francisco Correa”, presunto cerebro de la trama de corrupción.

Ese fue el motivo de que Cospedal se retrasara en su cita con los medios tras la reunión del comité de dirección. La ‘número dos’ del PP estaba en esos momentos hablando por teléfono con el presidente valenciano y hasta que no acordó qué es lo que iba a decir uno y otro, no bajó a la sala de prensa acompañada esta vez por el responsable de Comunicación, el también valenciano Esteban González Pons. El mensaje era inequívoco: el PP mantiene su confianza en Camps, quien recurrirá el auto judicial para pedir después el sobreseimiento de la causa.

El PP lleva meses dando esquinazo a uno de los asuntos más espinosos de la era Rajoy. La capacidad de resistencia resulta inédita: a cada rueda de prensa, batería de preguntas incómodas por los imputados en la Gurtel. Así las cosas, la política de oposición del PP se mantiene en un segundo plano. La semana ha comenzado con Alberto Saiz y el PP anunciando que acudirá a la Fiscalía para que abra una investigación sobre el posible “uso fraudulento de fondos públicos” (las fuentes populares afirman disponer de material para ello); con la financiación autonómica (la consigna de Génova es ¡todos para uno y uno para todos!); y con la decisión de Zapatero de reformar la ley para determinar la vida útil de las centrales nucleares.

Temas candentes sin duda, pero poca cosa ante la pachorra que está demostrando tener Mariano Rajoy con los casos de corrupción en su partido.

Resulta sorprendente que el PP muestre tal fruición contra el ex jefe del CNI -sobre el que no pesa ninguna imputación-, y se tome a Bárcenas, Camps y compañía como pecata minuta. Los últimos rumores apuntaban a una posible dimisión del tesorero del PP y aunque “formalmente” no se ha hablado de ello �aseguran algunas fuentes- algo ha habido en las conversaciones que Luis Bárcenas ha mantenido con Rajoy en las últimas semanas. Otras fuentes, sin embargo, son tajantes: “Ni ha dimitido, ni va a dimitir”, afirman.

Para Cospedal no es comparable el
caso del ex jefe del espionaje español con el máximo responsable de gestionar las finanzas de su partido. ¿Por qué? Mantiene la secretaria general que en el primer caso hay indicios de malversación de dinero público, mientras que en el segundo nada tiene que ver con eso o con una posible financiación irregular del PP. A este respecto, las fuentes consultadas subrayan que el señor Bárcenas sólo lleva de tesorero un año, desde que le nombrara Rajoy en el Congreso de Valencia, así que poco tiempo le ha dado para los tejemanejes.

Como con Bárcenas, el PP defiende la presunción de inocencia de todos y cada uno de sus militantes. Al tesorero no se le ha notificado aún ningún auto judicial con las acusaciones a las que haga lugar. Tampoco hacia Jesús Merino, segundo aforado del PP también investigado por el Tribunal Supremo, aunque éste sí se ha apresurado a poner su cargo a disposición del partido, una dimisión que de momento ha sido rechazada.

Y como con Bárcenas (invitado por algunos dirigentes populares a dimitir para no dañar más la imagen del PP), Camps, se sabe protegido por Rajoy, al que le va a costar mucho desdecir su incondicional apoyo al valenciano si resulta finalmente juzgado y sentenciado.

Lo que más sorprendió este lunes en Génova fue la noticia de que el presidente de la Generalitat valenciana pueda tener que someterse a un jurado popular: “¿Y qué van a hacer?, ¿preguntar a los del jurado si votan al PP o al PSOE?”, se pregunta un dirigente. A Cospedal le resulta más que rara esta posibilidad: “Sería la primera vez en la historia que un político se somete a un juicio con jurado”. En la sala de prensa de la sede nacional del PP se bromeaba: “que llevan a los del Tío Paco”, se oyó en referencia al colectivo gitano en Valencia que ya ha mostrado públicamente su apoyo al hombre de los trajes de marca.

En fin, la capacidad de resistencia del PP con este problema está dando más que hablar que el problema en sí. El equipo de Rajoy mantiene la agonía, no quiere eutanasia de ningún tipo, aunque en cualquier momento puede saltar la liebre, quizá más pronto que tarde. Mientras tanto, los servicios jurídicos del partido preparan su escrito para la Fiscalía contra Alberto Saiz y se pide a José Bono que haga públicos los documentos que presentó el ex jefe del espionaje a los portavoces parlamentarios para demostrar su inocencia. Algo que, por otro lado, no estaría nada mal que conociera la opinión pública.

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