jueves. 25.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES - 28.1.2010

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, no renuncia a seguir agitando el debate sobre la cadena perpetua e incluso anuncia que lo llevará al Parlamento. Rajoy aprovechará la reforma del Código Penal, que empieza a tramitarse en el Congreso de los Diputados el próximo mes de febrero, para plantear este asunto que, insiste, es "una pena que existe en otros países de la UE. Además, avanza que el Grupo Popular presentará en la Cámara Baja una proposición de ley para modificar la Ley Penal del Menor.

En una entrevista en Telecinco, el líder de la oposición ha asegurado que su partido quiere que los jóvenes que han delinquido ingresen en prisión cuando cumplan los 18 años, en línea con lo que planteó este miércoles la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Rajoy, por otra parte, ha rechazado un pacto con el Gobierno en materia educativa tras las propuestas que el miércoles presentó el titular de Educación, Ángel Gabilondo, en la Conferencia Sectorial de Educación y para las que propuso que se requiera "el apoyo de dos tercios del Parlamento" con el fin de alcanzar el mayor grado de consenso posible. Aunque las medidas de Gabilondo suponen un cierto acercamiento a las reformas reclamadas por el PP, Rajoy ha señalado que su propuesta educativa "no refleja con claridad" aspectos "importantes" y, por lo tanto, ha añadido que "hacer un pacto para nada, o para hacerse una foto, no tiene sentido".

Sí que ha reprochado, sin embargo, que en la propuesta del ministro no se ven reflejados algunos de los 'pilares' básicos para el PP: "la defensa de castellano; la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos y la afirmación clara del régimen de conciertos; medidas para mejorar la calidad de la educación; y nada sobre el profesorado". A su juicio, han pasado veinte años con el modelo educativo del Partido Socialista y "todo el mundo sabe que no ha funcionado". Y ha rematado con esta sentencia: "Las estadísticas internacionales son tremendas y el propio Gobierno de España se ha dado cuenta".

La reciente polémica por los empadronamientos en Vic y Torrejón le ha dado pie, una vez más, a criticar la normativa vigente defendiendo que se deben "establecer con claridad los requisitos para inscribirse en el padrón y cuáles son los efectos de esa inscripción". El padrón, ha dicho, es uno de los temas "a modificar", ya que "al ayuntamiento se le está obligando a empadronar a unas personas a las que luego hay que expulsar".

LA 'BRONCA' MADRILEÑA

Y sobre las sanciones a Ricardo Costa y Manuel Cobo, se ha refugiado en el latiguillo de "no opino pero respeto y acato" que se utiliza ante las sentencias judiciales para eludir pronunciarse sobre si las decisiones del Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP son más o menos duras.

Tras afirmar que "a unos les parecerá dura y a otros les parecerá blanda" la sanción que se maneja, Rajoy ha resaltado que él cree en las "reglas del juego" y que respetará la decisión que finalmente tome el órgano disciplinario que, según ha subrayado, es "independiente": "Hay un Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP y no voy a intervenir en las decisiones que tome el comité. Como yo creo en las reglas del juego, que dicen que eso es una decisión de ese comité, yo respeto y acato lo que diga ese comité y, desde luego, no voy a intervenir como dije en su día".

A las distintas preguntas relacionadas con los sancionados (¿Son comparables sus actitudes? y ¿Podrá Costa volver a ser portavoz del Grupo Popular en las Cortes Valencianas?) ha respondido echando balones fuera: "Eso lo tiene que decir el Comité Nacional de Derechos y Garantías" y "el partido tiene unos órganos que según los estatutos son independientes".

También se le ha pedido su opinión sobre si los elogios que le dedicó Esperanza Aguirre esta misma semana en el Foro Madrid tenían algo que ver con la sanción que se plantea para el 'número dos' de Alberto Ruiz Gallardón, Manuel Cobo, castigado por decir que lo que la presidenta estaba haciendo en Caja Madrid, cuando intentaba imponer a Ignacio González en la presidencia, era "de vómito". De hecho, la sanción impuesta a Cobo se ha interpretado como una ofrenda de paz a Aguirre. Rajoy, como era de esperar, lo ha negado de plano y ha defendido su buena sintonía con la 'lideresa': "Estoy absolutamente convencido de que no. Creo que efectivamente las cosas están muy bien, hemos tenidos dificultades que han recogido los medios, pero creo que en este momento tanto el alcalde de Madrid como la presidenta de la Comunidad y yo mismo vamos a trabajar con intensidad porque España lo que necesita es un partido de la oposición que trabaje para hacer la mejor alternativa".

Rajoy se obceca con la cadena perpetua y no ve que tenga sentido un pacto en...