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NUEVATRIBUNA.ES - 29.07.2009

Declaró ante el Supremo un miércoles y esperó seis días a dimitir. Luis Bárcenas salió contento de su declaración ante al Alto Tribunal pero en las horas posteriores ya sabía que se iba a pedir su suplicatorio a las Cortes. De ello habló precisamente con Mariano Rajoy la semana pasada y este mismo martes tras la reunión de Comité Ejecutivo Nacional al que asistió y en donde el líder del PP no dio ni una pista de lo que iba a ocurrir horas después.

Rajoy siempre se jacta –así lo expresan sus más estrechos colaboradores- de elegir los tiempos según le dicte su conciencia. Los crecientes rumores sobre la posibilidad de que el Supremo pidiera el suplicatorio al Senado (Bárcenas es senador) y al Congreso (para el caso del diputado Luis Merino) llevaron a Rajoy y al ya ex tesorero a adelantar su salida un día antes de que se pronunciara el Supremo. En Génova creen que se debió a un chivatazo judicial. De hecho algunas fuentes apuntan a que el magistrado Francisco Monterde se pasó todo el fin de semana redactando los suplicatorios de ambos aforados del PP.

Pero pocos sabían de los pasos que se iban a dar ya que todo apunta a que Rajoy ha llevado este asunto en solitario, en secreto y con guante blanco en deferencia al que ha sido el guardián de las cuentas del partido. El responsable de comunicación del PP, Esteban González Pons, ha dicho que él estuvo en la rueda de prensa que ofreció la secretaria general María Dolores de Cospedal –tras la reunión del Comité Ejecutivo-, al tiempo que en paralelo Rajoy se reunía con Bárcenas, “sin saber lo que iba a ocurrir”.

VOCAL DE LA COMISIÓN DE SUPLICATORIOS

Rajoy se había dado de límite hasta finales de este mes para resolver el asunto Bárcenas aunque se prevé que las Cortes no resolverán sendos suplicatorios hasta septiembre ya que se están en periodo inhábil de sesiones por el verano. Así que la imputación no llegará hasta después del verano.

Se da la curiosa circunstancia de que Bárcenas es vocal de la Comisión de Suplicatorios del Senado, órgano que deberá dar la autorización para retirarle la inmunidad parlamentaria, por lo que debería abstenerse de participar en el debate y en la votación posterior. En el caso del parlamentario Merino (que este mismo miércoles renunció a su cargo en la dirección del Grupo Popular) será la Comisión del Estatuto del Diputado la competente. Ambos asuntos deberán resolverse en Pleno en un plazo no mayor de sesenta días.

Rajoy gestionó con mucho sigilo la operación salida del tesorero