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NUEVATRIBUNA.ES 05.07.2010

Mariano Rajoy ha marcado la estrategia a seguir en el debate sobre la sentencia del Estatut. Moderación y prudencia son las dos notas destacadas de su intervención este lunes ante la Junta Directiva Nacional del PP. “Prudencia” y “sentido de Estado” fue precisamente lo que prometió frente a José Luis Rodríguez Zapatero al que calificó como “el actor principal de una historia de frivolidad, cortoplacista y de ausencia de miras”.

Durante su intervención de la Junta Directiva Nacional de su partido celebrada este lunes, el líder del PP se refirió al fallo del Tribunal Constitucional que tan de pasada ha tocado en los últimos días y pidió a los suyos no cuestionar la sentencia ni entrar en el debate sobre las discrepancias entre el PSOE y el PSC. Rajoy comparó el asunto con la crisis económica para concluir que “las actuaciones y decisiones de Zapatero han generado problemas graves a todo el mundo” además de acusar al jefe del Ejecutivo de haber “engañado a todos los partidos y a los ciudadanos”.

Rajoy se defendió de las voces que le recriminan su silencio tras el fallo del Constitucional: “No hemos cambiado nuestra postura, defendimos y defendemos la Constitución; reclamamos que el Estatut se ajustara a la Carta Magna. A partir de aquí, aunque no conocemos la sentencia, por lo que sabemos, afecta a aspectos importantes, y luego habrá lo que nos guste más y otras menos, pero se acatará porque son las reglas de juego. A partir de aquí queda el futuro, trabajaremos para resolver problemas y no para crearlos”, aclaró.

Con las elecciones catalanas a la vuelta del verano, Rajoy está cuidando mucho sus declaraciones para no perjudicar futuras alianzas con Convergència i Unió y para no fomentar la imagen anticatalanista con la que se le encasilló tras su ofensiva contra el Estatut, una ofensiva –por cierto- que desencadenó la dimisión (en julio de 2007) de Josep Piqué, quien acusó al entonces secretario general del PP, Ángel Acebes, de cuestionar su autoridad como máximo responsable del partido en Cataluña.

Ni Acebes ni Piqué son ahora dirigentes del PP pero la campaña anti-Estatut ha vuelto a la palestra en el escenario preelectoral para los comicios de otoño donde los populares esperan recuperar el descalabro de las elecciones de 2006. En clave catalana, Rajoy llamó hoy al voto asegurando que su partido va a ser “elemento” imprescindible” para el cambio que necesita Cataluña, y que puede venir de la mano de CiU. “El cambio será mayor y mejor cuantos más apoyos tengan las candidaturas del PP”, dijo ante la actual candidata popular a la presidencia de la Generalitat, Alicia Sánchez Camacho.

“El PP va a ser previsible, no va a engañar a nadie, no tiene compromisos con nadie más que con sus electores y con el interés general”, dijo, para pasar a relatar cuáles serán sus prioridades en Cataluña: “Más libertad en todos los sectores de la vida pública y una política económica distinta, con más austeridad, mayor respeto al dinero del contribuyente y con pleno apoyo a los emprendedores. El PP estará en el marco de la Constitución, que ha generado una de las etapas más brillantes y de mayor bienestar de la historia de España”, subrayó.

En otro orden de cosas, Rajoy anunció que el PP votará en contra del techo de gasto y enmendará prácticamente en su totalidad la reforma laboral aprobada por el Gobierno sin precisar cuál será su propuesta alternativa.

Rajoy evita cuestionar el Estatut en su enésimo guiño a los...