miércoles. 24.04.2024
TODOS LOS GRUPOS COINCIDEN EN SEÑALAR LA PARQUEDAD DEL LÍDER DEL PP EN CUANTO A LAS REFORMAS Y AJUSTES

Rajoy cumple el trámite sin apenas ‘mojarse’

El líder del PP desgranó en su discurso de investidura las líneas generales de su programa de gobierno pero sin entrar en los detalles. Rajoy dibujó un escenario desolador, pero no aclaró cómo recortará 16.500 millones de euros de déficit en 2012. Tampoco profundizó en la reforma laboral ni explicó su propuesta sobre el cálculo de las pensiones. No dijo qué organismos va a suprimir y cuántos empleados públicos se verán afectados. Tan solo se comprometió a revisar las pensiones -lo que ya se hace por ley-, suprimir las prejubilaciones "abusivas" y los puentes festivos y aumentar el bachillerato. En suma, mucha prudencia en su primera puesta en escena.

Con gesto extremadamente serio, Mariano Rajoy entraba este lunes al mediodía en el hemiciclo de Congreso de los Diputados para intervenir en el debate de investidura. Allí le esperaba con claros signos de entusiasmo su grupo parlamentario y el resto de la Cámara con el todavía gobierno en funciones de José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Sorpresas? “No, ninguna”, fueron sus únicas palabras en pasillos antes de subirse a la tribuna.

Y efectivamente, no hubo sorpresas. Durante hora y veinte minutos, el futuro presidente del Gobierno esbozó las líneas generales de su programa pero sin entrar en detalles tal y como se preveía. Pocas cifras aportó Rajoy, a lo sumo, citar los 5 millones de parados y los 16.500 millones de euros que deberá recortar para cumplir con el objetivo de déficit en 2012 pero sin decir cómo. Rajoy optó por la prudencia en su primera puesta en escena como presidente electo e intentó 'vender' su anuncio de revalorización de las pensiones cuando esto ya se hace por ley. 

Rajoy anunció que no habrá reposición de personal en el sector público, sin embargo omitió dar datos sobre cómo afectará el ajuste a los funcionarios. Tampoco acalaró qué organismos públicos reducirá y respecto a la reforma laboral tan solo se pronunció sobre la supresión de los puentes festivos para aumentar la competitividad, algo en lo que ya están negociando patronal y sindicatos. El líder del PP no aportó mucha más luz a su anunciado saneamiento de la banca y con respecto a la política fiscal. En suma, un discurso de brocha gorda del que se reservó muchas de las medidas que el nuevo gobierno deberá tomar en los próximos meses. 

Rajoy estuvo arropado por su familia, con su mujer, su hermana y su cuñado en la tribuna de invitados y por destacados dirigentes del PP, como los presidentes autonómicos Esperanza Aguirre, María Dolores de Cospedal, Luisa Fernanda Rudí. También acudieron al debate el presidente del Senado, Pío García Escudero; y algunos líderes terriotoriales como Alicia Sánchez Camacho.

PRIMERAS REACCIONES DE LOS PORTAVOCES PARLAMENTARIOS

Al término, todos los portavoces parlamentarios coincidieron en señalar la falta de concreción en su discurso y la ambigüedad con la que trató la mayoría de las cuestiones. El primero en salir a valorar sus palabras fue el portavoz socialista Antonio Alonso, quien adelantó algunos de los argumentos que esgrimirá Alfredo Pérez Rubalcaba en su intervención a primera hora de la tarde.

Alonso insistió en que el PSOE hará una oposición “responsable” y a la vez “exigente” y tachó el discurso de Rajoy de “decepcionante” por su “ambigüedad” y “falta de concreción”. El dirigente socialista recordó que el presidente electo se comprometió a reducir el déficit pero sin decir cómo lo hará. Tampoco aclaró la fórmula para crear empleo y volver a la senda de crecimiento o su falta de alusión a la financiación del sistema sanitario.

Ya en pasillos, algunos dirigentes socialistas utilizaron los mismos términos: “un discurso inconcreto que no está a la altura de un debate de investidura”, “muy decepcionante” e incluso “milagrero” como lo calificó Diego López Garrido.

Durán i Lleida reprocha a Rajoy no hacer un discurso a lo Churchill de "sangre, sudor y lágrimas"

Menos crítico se mostró el portavoz de Convergencia i Unió, Josep Antoni Durán i Lleida, quien pese a criticar también la falta de medidas concretas, alabó la batería de propuestas que Rajoy planteó para incentivar a la empresa y a los emprendedores.

El dirigente catalán también echó en falta un discurso más a lo Churchill, de “sangre, sudor y lágrimas” porque a su juicio el nuevo Gobierno deberá tomar “medidas muy duras que hoy se ha callado”.

Lo que sí rechinó y mucho a los nacionalistas fue la propuesta de “recentralizar” algunas competencias de las comunidades autónomas. ”Nos preocupa enormemente”, dijo en este sentido Durán i Lleida, que también lamentó que Rajoy no hablara ni en una sola ocasión de la diversidad y la pluralidad de España y que no hiciera mención alguna al problema de financiación de los ayuntamientos. Por todo ello, CiU decidirá su voto después de escuchar las réplicas y no descarta ni la abstención ni un voto en contra a la investidura de Rajoy.

El PNV dice que Rajoy quiere acabar con las Autonomías

El portavoz del PNV, José Erkoreka, también puso el acento en las competencias que puedan devolverse al Estado; así como que Rajoy no hiciera ni una “mínima referencia” al proceso de paz en el País Vasco, un asunto que llevarán los peneuvistas en su intervención en la Cámara Baja.

Los portavoces de IU y de ICV, José Luis Centella y Joan Coscubiela también hicieron declaraciones a los medios. El primero para destacar que el líder del PP se había limitado a “cumplir el trámite” para que “quien le tiene que dar el visto bueno son los mercados y la señora Merkel”. Centella también lamentó que no hiciera referencia a la reforma de la ley electoral o alguna mejora en el funcionamiento del Parlamento y de las instituciones del estado.

Por su parte, Coscubiela resumió la intervención de Rajoy en su intento por “camuflar sus propuestas más duras con eufemismos” y sin referirse a aumentar los ingresos fiscales. Tanto ICV como IU avanzaron que su voto será en contra.

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, subrayó que la intervención de Rajoy había sido un “discurso de nacionalismo económico pero sin ninguna reflexión a la crisis política” y le llegó a comparar con el personaje del Príncipe de Salina en el Gatopardo: “Cambiemos algo para no cambiar nada”, comparo. Díez también criticó la falta de referencia a Europa del líder del PP y la falta de concreción sobre la reforma laboral de la que solo se habló de suprimir los puentes.

El diputado del BNG en el Congreso de los Diputados, Francisco Jorquera, sostuvo que Rajoy, en su discurso de Investidura, ignore "aspectos clave" para Galicia, como "el mapa de infraestructuras" y el sector naval, y en cambio ha avanzado un "ataque al autogobierno" de las autonomías y una apuesta por la "privatización y precarización" de servicios públicos.

La portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, ha asegurado, después de escuchar el discurso de investidura del candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, que "el PP pretende utilizar esta crisis como coartada para un proceso de recentralización", no se sabe de qué "dimensión y profundidad".

Rajoy cumple el trámite sin apenas ‘mojarse’