viernes. 19.04.2024
debate a cuatro

Tanto Sánchez como Pablo Iglesias subrayaron que el conflicto en Cataluña solo se resolverá con diálogo y no con confrontación

El primer debate electoral para los comicios del próximo 28 de abril ha servido para remarcar, aún más si cabe, la diferencia entre bloques con dos claras opciones: la derecha representada por PP y C’s y el previsible apoyo de la ultraderecha de Vox, y la izquierda del PSOE y Unidas Podemos.

Los cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno midieron este lunes sus fuerzas en la televisión pública por un espacio ininterrumpido de una hora y media ante un escenario electoral muy abierto que cifra, según los datos del CIS, en un 40% el número de indecisos.

Pedro Sánchez, que se sitúa como claro ganador en las encuestas, salvó este primer cara a cara con sus principales rivales pese a los embates lanzados por Pablo Casado y Albert Rivera que pusieron especial énfasis en los pactos con los independentistas. El presidente del Gobierno evitó la confrontación directa y optó por un tono sosegado en el que remarcó su agenda de gobierno y las medidas aprobadas durante estos diez meses, haciendo una llamada al voto para evitar la entrada de la derecha y de la ultraderecha, en clara alusión a Vox, cuyo líder no ha podido participar en este debate. No evitó, sin embargo, responder con cierta dureza a las "mentiras" y "falsedades" lanzadas contra él por parte del PP y C's.

El estilo más bronco lo protagonizó el líder de Ciudadanos que ya en su primera intervención arremetió contra la presidenta de RTVE, Rosa María Mateo, pidiendo su dimisión y acusando a Sánchez de haberla colocado “a dedo”. También arrancó con el posible indulto a los independentistas catalanes, un asunto al que Sánchez respondió afirmando que “no puede haber negación preventiva del indulto” a los procesados por el 1-O. El líder del PSOE respondió a lo que calificó como “mentiras” de la derecha y se comprometió a que bajo su gobierno ni habrá referéndum ni habrá independencia en Cataluña.

Tanto Rivera como Casado volvieron a repetir el mantra que la derecha lleva utilizando hace meses contra Sánchez por los posibles pactos con el secesionismo catalán. El debate subió de tono cuando el líder de C’s colocó en su atril una imagen de Sánchez junto a Quim Torra acusándole de llegar al poder con el apoyo de los separatistas, un argumento similar al utilizado por el presidente del PP que le acusó directamente de poner en riesgo la unidad de España y situando a su partido como la única alternativa al PSOE. Tanto Sánchez como Pablo Iglesias remarcaron que el conflicto en Cataluña solo se resolverá con diálogo y no con confrontación.

El secretario general de Podemos también optó por un tono moderado, ajeno a las estridencias. Como lleva haciendo en lo que va de campaña, Pablo Iglesias esgrimió la Constitución española para significar los incumplimientos en materia social y de igualdad y pidió claridad sobre los posibles pactos poselectorales. En este sentido, apeló directamente y en varias ocasiones a Sánchez para que aclarase si pactará o no con C’s en caso de dar los números, una pregunta de la que se zafó el líder socialista que ve posible un “tercer espacio” con una mayoría amplia liderada por el PSOE y con el apoyo de independientes “progresistas”.

En materia de pactos quizá el más claro fue Rivera que tendió desde un principio la mano al PP para formar un gobierno de coalición y “constitucionalista”. El líder de C’s afeó a Casado ante la posibilidad de que su partido pacte con el PNV a lo que éste contestó dejando claro que Rivera no es su adversario pero sin aclarar tampoco abiertamente cuál es su opción de gobierno.

Las cloacas del Estado y el espionaje a Podemos fue otro de los asuntos de los que se habló en el debate. "Hemos demostrado que a nosotros no nos compra nadie, por eso nos montaron las cloacas", destaco Pablo Iglesias. Por su parte, Sánchez trasladó su solidaridad con Podemos por este asunto afirmando que “las cloacas del Estado se fueron por el desagüe de la moción de censura”.

El primer debate electoral remarca la diferencia entre bloques en un escenario muy abierto