nuevatribuna.es
22 de abril de 2009, 16:26
NUEVATRIBUNA.ES / I.G.C. 22.04.2009
Expectación en el Congreso de los Diputados ante el estreno �en la sesión de control al Gobierno- de los nuevos ministros. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero compareció a primera hora de la mañana de este miércoles para explicar los cambios en su Ejecutivo en un debate que se centró nuevamente en la crisis económica y el que algunos tildaron de “despilfarro” gubernamental.
Casi Gobierno en pleno, sólo faltó la nueva ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, arropando al jefe del Ejecutivo al que le cayó un aluvión de críticas no sólo por parte del líder del PP, Mariano Rajoy, sino también del portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida y el del PNV, Josu Erkoreka.
El discurso de Rajoy gustó mucho a la oposición, llegando incluso a recibir las felicitaciones del grupo nacionalista catalán y del canario. La correlación de fuerzas en el Congreso sigue virando a favor de los populares aunque el PSOE no tira la toalla y tantea a las minorías de izquierdas, o de derechas, como el diputado de Unión del Pueblo Navarro, Carlos Salvador, al que Zapatero agradeció el tono de su intervención y dijo lo que el presidente navarro, Miguel Sanz, quería oír: que tendrán tren de alta velocidad.
Voto a voto y compensación a compensación, el Gobierno espera sacar adelante su agenda legislativa, al tiempo que el PP se frota las manos ante la posibilidad de acercar posiciones con catalanes y vascos.
Pero Zapatero no era precisamente la pieza favorita en esta jornada de ‘caza’ parlamentaria. Los nuevos ministros se encontraron una bancada popular con ganas de dar caña. Aunque menos nerviosa que la semana pasada en el Senado, la nueva vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, tuvo que responder a las preguntas que el PP había preparado y que encabezó Cristóbal Montoro.
También se estrenó, exultante, José Blanco, sentado al lado del nuevo titular de Educación, Ángel Gabilondo, mientras Trinidad Jiménez se dejaba querer en ‘pasillos’. Menos exultante se vio a Pedro Solbes, ya de diputado raso, un privilegiado �a decir del PP- por no haberle ‘desterrado’ a los escaños que más lejos están de la bancada del Gobierno, lo que se conoce popularmente como gallinero y que suele ser ocupado por los novatos. Pues por allí atrás andan los ex Magdalena Álvarez (el tiempo que la queda porque se marcha también a Bruselas junto con Ramón Jáuregui) y Mariano Fernández Bermejo.
Se desconoce cuál va a ser el futuro político (si es que lo habrá) de los ex titulares. Viene el verano y la mayoría se tomará un paréntesis. El propio Solbes, con semblante mucho más relajado, no pone pegas a rehacer su vida social, empezando por el diputado popular Manuel Pizarro. Juntos se les vio salir del Pleno hablando amigablemente. “Quiero comer contigo”, le dijo el ex presidente de Endesa. “Vale, cuando quieras, llámame”, le contestó el ex ministro de Economía.
Expectación en el Congreso de los Diputados ante el estreno �en la sesión de control al Gobierno- de los nuevos ministros. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero compareció a primera hora de la mañana de este miércoles para explicar los cambios en su Ejecutivo en un debate que se centró nuevamente en la crisis económica y el que algunos tildaron de “despilfarro” gubernamental.
Casi Gobierno en pleno, sólo faltó la nueva ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, arropando al jefe del Ejecutivo al que le cayó un aluvión de críticas no sólo por parte del líder del PP, Mariano Rajoy, sino también del portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida y el del PNV, Josu Erkoreka.
El discurso de Rajoy gustó mucho a la oposición, llegando incluso a recibir las felicitaciones del grupo nacionalista catalán y del canario. La correlación de fuerzas en el Congreso sigue virando a favor de los populares aunque el PSOE no tira la toalla y tantea a las minorías de izquierdas, o de derechas, como el diputado de Unión del Pueblo Navarro, Carlos Salvador, al que Zapatero agradeció el tono de su intervención y dijo lo que el presidente navarro, Miguel Sanz, quería oír: que tendrán tren de alta velocidad.
Voto a voto y compensación a compensación, el Gobierno espera sacar adelante su agenda legislativa, al tiempo que el PP se frota las manos ante la posibilidad de acercar posiciones con catalanes y vascos.
Pero Zapatero no era precisamente la pieza favorita en esta jornada de ‘caza’ parlamentaria. Los nuevos ministros se encontraron una bancada popular con ganas de dar caña. Aunque menos nerviosa que la semana pasada en el Senado, la nueva vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, tuvo que responder a las preguntas que el PP había preparado y que encabezó Cristóbal Montoro.
También se estrenó, exultante, José Blanco, sentado al lado del nuevo titular de Educación, Ángel Gabilondo, mientras Trinidad Jiménez se dejaba querer en ‘pasillos’. Menos exultante se vio a Pedro Solbes, ya de diputado raso, un privilegiado �a decir del PP- por no haberle ‘desterrado’ a los escaños que más lejos están de la bancada del Gobierno, lo que se conoce popularmente como gallinero y que suele ser ocupado por los novatos. Pues por allí atrás andan los ex Magdalena Álvarez (el tiempo que la queda porque se marcha también a Bruselas junto con Ramón Jáuregui) y Mariano Fernández Bermejo.
Se desconoce cuál va a ser el futuro político (si es que lo habrá) de los ex titulares. Viene el verano y la mayoría se tomará un paréntesis. El propio Solbes, con semblante mucho más relajado, no pone pegas a rehacer su vida social, empezando por el diputado popular Manuel Pizarro. Juntos se les vio salir del Pleno hablando amigablemente. “Quiero comer contigo”, le dijo el ex presidente de Endesa. “Vale, cuando quieras, llámame”, le contestó el ex ministro de Economía.
