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12 de septiembre de 2010, 11:10
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 10.9.2010
En un artículo titulado 'Un soñador para un pueblo', publicado en el revista 'Tiempo de hoy', Gregorio Peces Barba indica que el domingo 5 de septiembre estuvo en la sede central de UGT, en la presentación de la candidatura de Gómez y el discurso del líder del PSM, de media hora, se le hizo corto. "Fueron palabras claras, comprometidas y al mismo tiempo sencillas. Tuve una sensación de confirmación de la intención que ya había manifestado públicamente de apoyar con toda intensidad su candidatura, que me pareció la mejor por muchas razones", indica.
"Me vino a la memoria una hermosa obra de Antonio Buero Vallejo, 'Un soñador para un pueblo', que dibujaba la personalidad de un gran ilustrado que pensaba en un porvenir mejor para España. Sonaban las palabras de Tomás a nuevas, a distintas, a la vuelta al lenguaje original del partido que fundó Pablo Iglesias en 1879", plantea este padre de la Constitución. "Eran ideas hechas para una luz distinta destinadas a gentes que sentían la necesidad de recibir ese mensaje. Estaban lejos de aparatos y de burocracia, de frases hechas y de estereotipos vacíos, eran imagen viva de la autenticidad y de la decencia", considera Peces Barba.
Según explica, Tomás Gómez, tras tres años dirigiendo el partido en la Comunidad de Madrid, "aspiraba con justicia" a dirigirla como presidente de la misma. "Trinidad Jiménez, la alternativa, era una buena candidata, pero ya era una realidad como ministra de Sanidad, que había ensayado la candidatura al Ayuntamiento con poco éxito y aparecía aterrizando con un mandato de la superioridad. No parecían las mejores credenciales, y el apoyo de un misterioso sondeo que no acababa de hacerse público tampoco aclaraba las razones de su cambio de posición", explica.
A su juicio, "era una contradicción flagrante con poco tiempo por medio que indicaba que estábamos con una candidatura forjada por el dedo presidencial, que a su vez tendrá otras influencias, más interesadas que él mismo en que la candidatura de Tomás no salga adelante".
Por todo ello, su compromiso, dice el prestigioso jurista, "será ayudar en todo lo posible a que ese mensaje mejore y que el objetivo final que separe del gobierno de la Comunidad a la horrible figura de Esperanza Aguirre pueda concretarse". "Nunca ha habido más mediocridad, soluciones más superficiales ni medidas más egoístas para defender el interés de los menos, de los privilegiados, que en estos años. Nunca el deterioro de la sanidad y de la educación públicas había sido tan profundo. Nunca la ligereza, cuando no el interés privado, habían marcado las decisiones como ocurre ahora. Nunca la gente corriente había estado tan perjudicada y nunca tampoco había estado tan ciega", sostiene.
Para Peces Barba, "la Administración más reaccionaria de la derecha española no puede permanecer una legislatura más burlándose y ofendiendo al buen pueblo de Madrid". "La solución debe ser el reformismo inteligente de ese soñador racional que es Tomás Gómez. Primero los militantes del PSOE y luego los ciudadanos de Madrid tienen la palabra", sentencia.
En un artículo titulado 'Un soñador para un pueblo', publicado en el revista 'Tiempo de hoy', Gregorio Peces Barba indica que el domingo 5 de septiembre estuvo en la sede central de UGT, en la presentación de la candidatura de Gómez y el discurso del líder del PSM, de media hora, se le hizo corto. "Fueron palabras claras, comprometidas y al mismo tiempo sencillas. Tuve una sensación de confirmación de la intención que ya había manifestado públicamente de apoyar con toda intensidad su candidatura, que me pareció la mejor por muchas razones", indica.
"Me vino a la memoria una hermosa obra de Antonio Buero Vallejo, 'Un soñador para un pueblo', que dibujaba la personalidad de un gran ilustrado que pensaba en un porvenir mejor para España. Sonaban las palabras de Tomás a nuevas, a distintas, a la vuelta al lenguaje original del partido que fundó Pablo Iglesias en 1879", plantea este padre de la Constitución. "Eran ideas hechas para una luz distinta destinadas a gentes que sentían la necesidad de recibir ese mensaje. Estaban lejos de aparatos y de burocracia, de frases hechas y de estereotipos vacíos, eran imagen viva de la autenticidad y de la decencia", considera Peces Barba.
Según explica, Tomás Gómez, tras tres años dirigiendo el partido en la Comunidad de Madrid, "aspiraba con justicia" a dirigirla como presidente de la misma. "Trinidad Jiménez, la alternativa, era una buena candidata, pero ya era una realidad como ministra de Sanidad, que había ensayado la candidatura al Ayuntamiento con poco éxito y aparecía aterrizando con un mandato de la superioridad. No parecían las mejores credenciales, y el apoyo de un misterioso sondeo que no acababa de hacerse público tampoco aclaraba las razones de su cambio de posición", explica.
A su juicio, "era una contradicción flagrante con poco tiempo por medio que indicaba que estábamos con una candidatura forjada por el dedo presidencial, que a su vez tendrá otras influencias, más interesadas que él mismo en que la candidatura de Tomás no salga adelante".
Por todo ello, su compromiso, dice el prestigioso jurista, "será ayudar en todo lo posible a que ese mensaje mejore y que el objetivo final que separe del gobierno de la Comunidad a la horrible figura de Esperanza Aguirre pueda concretarse". "Nunca ha habido más mediocridad, soluciones más superficiales ni medidas más egoístas para defender el interés de los menos, de los privilegiados, que en estos años. Nunca el deterioro de la sanidad y de la educación públicas había sido tan profundo. Nunca la ligereza, cuando no el interés privado, habían marcado las decisiones como ocurre ahora. Nunca la gente corriente había estado tan perjudicada y nunca tampoco había estado tan ciega", sostiene.
Para Peces Barba, "la Administración más reaccionaria de la derecha española no puede permanecer una legislatura más burlándose y ofendiendo al buen pueblo de Madrid". "La solución debe ser el reformismo inteligente de ese soñador racional que es Tomás Gómez. Primero los militantes del PSOE y luego los ciudadanos de Madrid tienen la palabra", sentencia.
