sábado. 20.04.2024
EL CONGRESO RECHAZA LA CONSULTA SOBERANISTA

El ‘no’ a un referéndum en Cataluña refuerza la vía para la reforma de la Constitución

Tras el rechazo en el Congreso a la propuesta soberanista impulsada por Artur Mas, la reforma de la Constitución se abre camino como única solución posible. Así lo puso de manifiesto el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, ante el inmovilismo del presidente del Gobierno y la defensa cerrada de los dirigentes catalanes de un referéndum independentista.

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Rajoy, de espaldas a su entrada en el hemiciclo del Congreso. (Foto: La Moncloa)

Aunque el resultado final era más que previsible, el debate celebrado en el Congreso sobre la consulta soberanista en Cataluña dejó alguna rendija abierta para resolver un conflicto que sigue enconándose a medida que pasa el tiempo. Numerosos diputados del Parlament asistieron al debate desde la tribuna de invitados de la Cámara Baja donde se echó en falta la presencia del president de la Generalitat, Artur Mas, y del líder de ERC, Oriol Junqueras, principales valedores del referéndum independentista.

El debate arrancó con una declaración leída sobre la posición del Gobierno que no dejaba lugar a dudas al negar a Cataluña margen unilateral de decisión. Tras ello, los tres representantes que conformaron la delegación catalana, Jordi Turull, Marta Rovira y Joan Herrera, expusieron desde la tribuna sus argumentos defendiendo el derecho del pueblo catalán a ser consultado y reclamando un “pacto político”. Los comisionados insistieron en la necesidad de abrir una vía de diálogo y advirtieron de que el ‘no’ en el Congreso no condicionará su hoja de ruta y su objetivo de convocar una consulta el próximo 9 de noviembre. “Cuanto más tiempo tarden en encarar el reto planteado por Cataluña, más difícil lo tendrán para convencer a la sociedad catalana”, avisó el presidente de ICV.

Hay una puerta abierta: iniciar los trámites para una reforma de la Constitución

Pero si cerrada fue la defensa de las posiciones por parte de los dirigentes catalanes también lo fue la exposición del presidente del Gobierno que esgrimió argumentos estrictamente jurídicos para rechazar que el Estado pueda traspasar a Cataluña la competencia de celebrar referendos. Mariano Rajoy insistió en que la ley no lo permite ya que la Constitución se lo impide, reconociendo así que el único camino posible es la reforma constitucional. "Hay una puerta abierta de par en par a aquellos que no estén conformes con el actual estado de las cosas: iniciar los trámites para una reforma de la Constitución", ha sentenciado, animando a ello incluso a "quienquiera que España se disuelva, se fragmente, cambie de nombre o lo que sea", dijo en su primera intervención de 40 minutos.

Quiero que quede claro que la voluntad de mi grupo es que este debate sea el principio de un diálogo, no el final

En el fondo de la cuestión Rajoy coincidió con el líder de la oposición. Alfredo Pérez Rubalcaba también rechazó el derecho de autodeterminación de Cataluña  -“No estamos de acuerdo con la independencia de Cataluña”, dijo- pero defendió una reforma de la Carta Magna y un nuevo modelo de Estado federal para “seguir viviendo juntos y decidiendo juntos”. El secretario general del PSOE afirmó que el Estado "no puede transferir una competencia que no tiene" ya que la Constitución no permite convocar un referéndum autonómico cuyo resultado afecta al conjunto de los españoles. También ofreció un proceso de negociación “democrático, transparente, dialogado, legal y participativo” para “avanzar, de forma acordada, en una reforma de la Constitución en una dirección federal”, que "actualice el pacto constituyente". “Quiero que quede claro que la voluntad de mi grupo es que este debate sea el principio de un diálogo, no el final”, subrayó.

Rubalcaba también se comprometió a tratar que el presidente del Gobierno asuma la reforma de la Constitución que plantean para resolver las tensiones con Cataluña. "Voy a intentar convencer a Rajoy de que lo intentemos, porque quiero una solución para este asunto porque creo que es un tema dramático", afirmó en su turno de reéplica.

El que sí pareció recoger el guante para una posible reforma de la Constitución fue el secretario general de CiU y portavoz de los nacionalistas en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, que insistió en su idea de que la consulta no pretende tomar una decisión unilateral ni aprobar la secesión, sino que sólo es un "mecanismo consultivo", si bien ofreció al Gobierno "negociar todo" para resolver el problema catalán, incluyendo una posible revisión "mesurada" de la Constitución.

La izquierda Plural también propuso un proceso constituyente. Así lo planteó el diputado de ICV Joan Coscubiela, que abogó por abrir un debate para reforma de la Carta Magna en el que "nada esté vetado" y se avance hacia un Estado federal. Como Durán i Lleida, el dirigente catalán quiso aclarar que la  "consulta no quiere decir independencia" y advirtió, como Joan Herrera, del peligro de responder siempre "con portazos".

El Pleno del Congreso rechazó finalmente con los votos de PP, PSOE, Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro, tramitar la proposición de ley del Parlament. En concreto, la iniciativa autonómica obtuvo 299 votos en contra y 47 a favor de los diputados de CiU, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), PNV, Amaiur, ERC, BNG, Nueva Canarias, Compromís-Equo y Geroa Bai. La única abstención fue la de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas.

En términos porcentuales, el texto catalán se topó con el 'no' del 85,4 por ciento del hemiciclo, frente al 13,4 por ciento que han sumado los partidarios de la consulta. Además, cumpliendo el guión previsto, los diputados catalanes que se opusieron a la iniciativa del Parlament, los 26 que suman PP y PSOE, superaron a los 22 que dieron su respaldo. 

El ‘no’ a un referéndum en Cataluña refuerza la vía para la reforma de la Constitución