viernes. 19.04.2024
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Sólo 11 universidades españolas entre los 500 primeros puestos del mundo es el balance que se desprende del Ranking Académico de Universidades del Mundo 2017 (ARWU), que se realiza desde 2003 y analiza cada año miles de universidades con una metodología basada en la transparencia y en tres tipos de datos.

La primera institución académica española es la Universidad Pompeu Fabra, que figura en el puesto 239 de la lista. La siguen, por este orden, entre las 500 mejor valoradas:

  • Universidad de Barcelona, 261; 
  • Universidad de Granada, 268; 
  • Universidad Autónoma de Barcelona, 302; 
  • Universidad Autónoma de Madrid, 303; 
  • Universidad Complutense de Madrid, 313; 
  • Universidad de Santiago de Compostela, 382; 
  • Universidad Politécnica de Valencia, 448; 
  • Universidad Jaime I, 463; 
  • Universidad del País Vasco, 492 
  • Universidad de Valencia, 495.

 

Las Universidades de Harvard y Stanford (Estados Unidos) y de Cambridge (Reino Unido) son las tres mejores universidades del mundo según este ranking. Entre las europeas, destaca en el puesto 30 la Universidad de Copenhague seguida por la Universidad Pierre y Marie Curie de Francia, en la cuadragésima posición. Mientras, la Universidad de Tokio, en la plaza 24 se mantiene como la mejor situada de Asia.

Como conclusión, el conjunto de las universidades españolas registradas en esos rankings ha empeorado, ya sea porque hay más universidades que pierden posiciones que las que ganan, ya sea porque el conjunto de posiciones que se pierden es claramente mayor a las posiciones mejoradas.

Lamentablemente, esto confirma nuestras sospechas. Esto es, la constatación de que algo de lo que miden estos rankings (orientados a investigación) no se ha hecho bien o se ha hecho menos bien que en el resto del mundo (o al menos de las universidades del mundo recogidas en estos rankings,prácticamente todas). Las decisiones que se tomaron en el pasado tienen sus consecuencias.

Surge una pregunta inmediata (que acertadamente se formuló en un comentario a la entrada anterior) ¿cuál es la explicación? ¿Cuáles son los motivos de que ocurra esto? En síntesis y dado este formato necesariamente limitado, la explicación apunta y se puede resumir en dos palabras clave: volumen y gestión.

La primera tiene que ver con el volumen de inversión en investigación y en las universidades. Ceteris paribus, si no se invierte o no se invierte más que nuestro entorno, entendido como las universidades del mundo, no se va a ganar en posiciones. Esto ha de entenderse como una ley. Pero no es suficiente, ceteris paribus es una utopía, nunca se produce en la realidad. Por esta razón es muy importante también la gestión, la toma de decisiones, la forma en la que se empleen los recursos tanto universidad a universidad como en el sistema en su conjunto.

Siendo importante, no todo es volumen: la buena gestión sostenida en el tiempo es fundamental.

Los datos apuntan a que en uno (volumen) o en otro caso (gestión) o incluso en los dos, en el sistema universitario español no se está actuando mejor que en el resto del mundo, al menos del resto del mundo registrado en estos rankings.

Ninguna universidad española hasta el puesto 239 de las mejores del mundo