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4 de marzo de 2009, 9:32
NUEVATRIBUNA.ES - 03.03.2009
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, estará en el punto de mira de la comisión de investigación sobre el espionaje que arranca esta semana en la Asamblea de Madrid. Como máximo responsable de la seguridad en la región, el ‘número tres’ de Aguirre será el foco de atención de unos trabajos que en principio se prolongarán durante todo el mes de marzo y que pretenden esclarecer las supuestas implicaciones del Gobierno de Esperanza Aguirre en la elaboración de dossieres y en el seguimiento y vigilancia de cargos políticos.
La trama de los espías a la que siguió la red de corrupción que investiga la Audiencia Nacional ha provocado agrios enfrentamientos entre el Gobierno del PP y la oposición. Las broncas en el Parlamento vienen siendo habituales. El último Pleno vivió una agria sesión que tuvo que ser momentáneamente suspendida por la presidenta de la Cámara, Elvira Rodríguez, en medio de los gritos, las protestas y el rifirrafe protagonizado por sus señorías.
En pasillos, las relaciones de los diputados no son mejores y el que hasta ahora ha tenido que lidiar con la oposición, el portavoz popular David Pérez, ha vivido más de una jornada negra. Hace unos días, el diputado de IU, Fausto Fernández bromeó con él al preguntarle qué tal le iba. “�Bien, dijo Pérez. �Hombre, tanto como bien� Lo llevarás con resignación”, respondió el otro. El popular no dijo nada, se dio la vuelta y se marchó cabizbajo.
Las portavoces Maru Menéndez e Inés Sabanés se han preparado con esmero el trabajo que se les avecina. PSOE e IU denuncian el bloqueo sistemático del PP y la censura impuesta gracias a su mayoría absoluta en cuanto a comparecencias y documentación se refiere.
Los populares han marcado los tiempos y las formas. Este miércoles arrancan los trabajos con los primeros interrogatorios. El PP ha llamado a declarar a dos ex consejeros de seguridad, Virgilio Cano (en el Gobierno de Joaquín Leguina) y Carlos Mayor Oreja, persona que tuvo las mismas responsabilidades de gobierno pero en el Ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallardón.
"Como todo el mundo sabe, Virgilio Cano está íntimamente relacionado con el caso de los espías", ironizó Menéndez sobre el valor que tendrá la comparecencia de éste ex alto cargo socialista. Para el portavoz del PP, el ex consejero -ex marido de María Porto, actual compañera sentimental del ex ministro del PP Francisco Álvarez-Cascos- puede "aportar algo" y "trazar el escenario correcto", ya que "tuvo bajo su responsabilidad las competencias de seguridad" de la región.
Pero el plato fuerte de los interrogatorios será el viernes, día en el que comparecen dos de los supuestos espías, Marcos Peña y Miguel Castaño. El primero, asesor de Granados, parece que fue el que se encargó de elaborar los dossieres; el segundo, subdirector general de Seguridad Operativa de la Dirección General de Seguridad e Interior, es uno de los cargos de los que dependían los autores de los partes de seguimiento.
Lo que aún no está claro es si comparecerán la propia Aguirre; la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal; el ex consejero de Justicia, Alfredo Prada; o el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, estos últimos víctimas del espionaje político.
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, estará en el punto de mira de la comisión de investigación sobre el espionaje que arranca esta semana en la Asamblea de Madrid. Como máximo responsable de la seguridad en la región, el ‘número tres’ de Aguirre será el foco de atención de unos trabajos que en principio se prolongarán durante todo el mes de marzo y que pretenden esclarecer las supuestas implicaciones del Gobierno de Esperanza Aguirre en la elaboración de dossieres y en el seguimiento y vigilancia de cargos políticos.
La trama de los espías a la que siguió la red de corrupción que investiga la Audiencia Nacional ha provocado agrios enfrentamientos entre el Gobierno del PP y la oposición. Las broncas en el Parlamento vienen siendo habituales. El último Pleno vivió una agria sesión que tuvo que ser momentáneamente suspendida por la presidenta de la Cámara, Elvira Rodríguez, en medio de los gritos, las protestas y el rifirrafe protagonizado por sus señorías.
En pasillos, las relaciones de los diputados no son mejores y el que hasta ahora ha tenido que lidiar con la oposición, el portavoz popular David Pérez, ha vivido más de una jornada negra. Hace unos días, el diputado de IU, Fausto Fernández bromeó con él al preguntarle qué tal le iba. “�Bien, dijo Pérez. �Hombre, tanto como bien� Lo llevarás con resignación”, respondió el otro. El popular no dijo nada, se dio la vuelta y se marchó cabizbajo.
Las portavoces Maru Menéndez e Inés Sabanés se han preparado con esmero el trabajo que se les avecina. PSOE e IU denuncian el bloqueo sistemático del PP y la censura impuesta gracias a su mayoría absoluta en cuanto a comparecencias y documentación se refiere.
Los populares han marcado los tiempos y las formas. Este miércoles arrancan los trabajos con los primeros interrogatorios. El PP ha llamado a declarar a dos ex consejeros de seguridad, Virgilio Cano (en el Gobierno de Joaquín Leguina) y Carlos Mayor Oreja, persona que tuvo las mismas responsabilidades de gobierno pero en el Ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallardón.
"Como todo el mundo sabe, Virgilio Cano está íntimamente relacionado con el caso de los espías", ironizó Menéndez sobre el valor que tendrá la comparecencia de éste ex alto cargo socialista. Para el portavoz del PP, el ex consejero -ex marido de María Porto, actual compañera sentimental del ex ministro del PP Francisco Álvarez-Cascos- puede "aportar algo" y "trazar el escenario correcto", ya que "tuvo bajo su responsabilidad las competencias de seguridad" de la región.
Pero el plato fuerte de los interrogatorios será el viernes, día en el que comparecen dos de los supuestos espías, Marcos Peña y Miguel Castaño. El primero, asesor de Granados, parece que fue el que se encargó de elaborar los dossieres; el segundo, subdirector general de Seguridad Operativa de la Dirección General de Seguridad e Interior, es uno de los cargos de los que dependían los autores de los partes de seguimiento.
Lo que aún no está claro es si comparecerán la propia Aguirre; la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal; el ex consejero de Justicia, Alfredo Prada; o el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, estos últimos víctimas del espionaje político.
