jueves. 28.03.2024

En mi anterior artículo titulado “Sr. Rubalcaba, lo siento pero no le creo”, ya planteaba una serie de razones para no confiar en el nuevo candidato del PSOE, ni en el PSOE mismo.

Lo vivido en las últimas dos semanas creo que me ratifican, aún más, en el planteamiento que efectuaba, aunque pueda disgustar a gente por quien puedo sentir aprecio, como el Sr. Carlos Carnero.

Tanto la reforma constitucional “exprés” para limitar el déficit y la deuda, como las posteriores medidas de potenciar el empleo precario y los bajos salarios, son determinantes y objetivas de un hecho que ya estos años se había ido demostrando, el PSOE, como partido, ya no es un partido de izquierdas, por mucho que lo digan y pretendan enmascararlo, los hechos así lo demuestran. Han abandonado el espacio de la izquierda y están instalados en el centro-izquierda liberal.

Creo que han sido sintomáticas en contra de las actuaciones del PSOE, especialmente respecto a la reforma de la Constitución, las declaraciones de gente como Josep Borrell, entre otros, de larga trayectoria ido socialdemócrata o de alguien situado siempre a la izquierda como Antonio Gutiérrez.

Yo no creo que los votantes del PSOE, ni muchos de sus militantes no sean de izquierdas, lo que creo que si que ha quedado claro, a lo largo de muchos años, es que la política del PSOE no es de izquierdas, y asumo claramente que la socialdemocracia es de izquierdas. Ni lo es su política fiscal, ni sus planteamientos económicos y sociales. El PSOE, aceptemoslo, es hoy un partido social-liberal.

Es por ello que no creo que Rubalcaba sea la alternativa de izquierdas. Como he dicho ya, y reitero, es un buen político, y le deseo todos los éxitos frente al PP, que es una derecha pura y dura, no sólo en lo económico sino en terreno de las libertades democráticas. Pero de la misma manera reitero la necesidad de que se constituya una nueva alternativa de izquierdas, donde muchos ciudadanos que pueden haber votado al PSOE, o que son abstencionistas, o que votan en blanco puedan ver reflejada posiciones realmente de izquierdas, ecologistas, y de progreso ( y entiendo por ello planteamientos realmente socialdemócratas, socialistas, poscomunistas, ecologistas y realmente federalistas). Ello comportaría a forzar al PSOE y a los social-liberales hacia posiciones de progreso.

Es evidente que hay muchas dificultades, entre otras una ley electoral, que favorece el bipartidismo, y que es escasamente democrática en cuanto no respeta el principio de una persona un voto. Ir hacia una ley realmente proporcional es una posición de progreso que hasta ahora no ha defendido el PSOE; ir hacia una política fiscal progresiva que haga que quien más tiene pague más, hace tiempo que parece abandonada (desde los tiempos de Borrel vamos de regresión en regresión); como ir hacia un verdadero federalismo; o intentar cambiar el modelo productivo e ir hacia uno basado en trabajo estable, y de calidad; o políticas realmente ecológicas que garanticen el futuro sostenible. Todo eso ha estado ha estado ausente de la actuación en el gobierno por parte del PSOE.

A la sociedad española no se le puede plantear la dicotomía o Rubalcaba o Rajoy, no es digno ni democrático. Creo que sería bueno que no cayésemos en los errores de la Restauración, y la sociedad pueda demostrar y el sistema político asumir la pluralidad política existente.

Rubalcaba es un candidato de una opción que no comparto, mejor evidentemente que la que representa Rajoy, pero creo que no nos podemos conformar a que sea la única elección. Y por cierto nuestro sistema político formalmente, aunque los medios y la ley electoral no lo quieran aparentar, no es presidencialista. El 20_N elegimos a los diputados y senadores, que conforman nuestro sistema parlamentario.

Espero que la gente situada a la izquierda haga caso a Llamazares y sea capaz de conformar una alternativa sólida y creíble.

Me ratifico Rubalcaba no representa a la izquierda