viernes. 19.04.2024

López, lehendakari

La elección del socialista Patxi López como nuevo presidente del País Vasco pone fin a treinta años de hegemonía nacionalista. El líder del PSE se compromete a gobernar para el conjunto de Euskadi con un ejecutivo "fuerte, sólido y estable" y que "nunca podrá ser frentista".

GOBIERNO DE IZQUIERDAS, PROGRAMA DE IZQUIERDAS
La lucha contra la crisis y el desempleo serán las prioridades del gobierno de Patxi López que no “sacrificará” las políticas sociales para ayudar a los que más lo necesitan.
NUEVATRIBUNA.ES - 05.05.2009

El 5 de mayo de 2009 pasará a la historia como el día en el que, por primera vez en Euskadi, salió elegido un lehendakari socialista. Treinta nueve votos a favor de su candidatura (de ellos, 25 del PSE) han dado el carpetazo definitivo a tres décadas de hegemonía del Partido Nacionalista Vasco. Patxi López salió elegido gracias a los 13 votos del PP y 1 de UPyD dejando en minoría al otro aspirante, Juan José Ibarretxe, que tras pelear hasta el último minuto por su reelección, tuvo que ceder el bastón de mando de la política vasca a un ciudadano de Portugalete, hijo y nieto de trabajadores.

Ibarretxe se va. Los 30 votos del PNV, más los 4 de Aralar y 1 de EA (EB, tal y como había anunciado con antelación, se abstuvo), no han bastado para perpetuarle en el poder.

La designación de López, lehendakari de la novena legislatura y sexto presidente del ejecutivo vasco en 73 años, se produjo pasadas las ocho de la tarde, al término de una sesión que se inició a primera hora de la mañana con la intervención de López, que por espacio de una hora y veinte minutos desgranó los ejes fundamentales de su gobierno y tendió la mano al PNV para colaborar en el futuro, una mano que no quiso tomar Ibarretxe, cuyo discurso estuvo plagado de reproches y críticas al PSOE.

NUEVO TIEMPO POLÍTICO EN EUSKADI

“Señor Ibarretxe, hemos discutido mucho pero también hemos colaborado y nos hemos entendido, quiero darle las gracias y espero sinceramente que podamos seguir colaborando”. Con estas palabras se dirigió Patxi López al ya ex lehendakari vasco, también con un mensaje claro al PNV: “Inicio mi acción de gobierno con la mano tendida a todos los grupos y con la firme voluntad de dialogo y de consenso”.

En un discurso, en el que alternó el euskera con el castellano, López abogó por la unidad, el diálogo, el acuerdo, la convivencia, la tolerancia, principios que inspirarán su acción de gobierno, dijo. El líder socialista pidió la confianza de la Cámara de Vitoria para “abrir un nuevo tiempo político en Euskadi”, que apueste por el diálogo social y la unidad de todas las fuerzas políticas y que “combata” el terrorismo.

“Pido su confianza para unir a la sociedad”, para “acabar con el tiempo de los bloques enfrentados”; “para ocuparnos del futuro y del presente” y “hacer de Euskadi un país mejor, más moderno y más fuerte”; para “liderar un proyecto colectivo”. Para ello, “me propongo impulsar propuestas y proyectos compartidos por la mayoría” y que “superen discursos separadores”, con el objetivo de “construir un país tolerante, abierto a la modernidad”, enfatizó.

LEALTAD AL ESTATUTO

“No voy a gobernar para una parte sino para el conjunto del país con un gobierno fuerte, sólido y estable”, afirmó. López quiso agradecer el apoyo que le ha brindado el PP y que es el inicio de un acuerdo que “dará estabilidad al nuevo gobierno”, un gobierno que “una y cohesione el país desde el acuerdo” y que “garantice la igualdad de oportunidades”.

“Sí al diálogo y al entendimiento; sí a la colaboración de instituciones; sí al autogobierno; sí al pluralismo y a la diversidad; sí a los derechos de ciudadanía; sí a la paz y al final del terrorismo, si a la democracia y a la legalidad democrática”.

“Quiero presidir un gobierno de total lealtad al significado último del pacto estatutario” -siguió-, un gobierno que “nunca podrá ser frentista” y que “tendrá siempre la mano tendida buscando el entendimiento”. López ofrece un proyecto “para toda la ciudadanía del país”, y una Euskadi “de todos, hecha por todos”. Con esos objetivos se comprometió a “defender los intereses de todas las vascas y vascos”, en defensa de la igualdad, “que es lo que mas cohesiona”, dijo.

“A mi gobierno le gusta la pluralidad y renuncia a proponer un modelo oficial de qué ser y cómo ser vasco”, advirtió en otro momento de su intervención. En ese punto, López se comprometió a no poner frenos a la identidad de nadie, “aceptando su derecho a no ser como nosotros”. “Los socialistas renunciamos a imponer nuestra forma de entender la identidad y garantizaré que todos puedan reivindicar para sí mismos la identidad que prefieran”, insistió.

CONSTRUIR LA PAZ

Toda una declaración de principios en la que López no olvidó hablar de la lucha contra el terrorismo y su voluntad de “trabajar sin descanso por la libertad plena” y por “construir la paz” en el País Vasco.

“Aquí estamos todos los que teníamos que estar. Los que han decidido automarginarse son los que no tienen sitio en esta cámara”, afirmó aludiendo al hecho de que por primera vez la izquierda abertzale que apoya la violencia no está representada en la Cámara de Vitoria. Pero López quiso también dejar claro que tanto el nacionalismo como el independentismo “pueden ser defendidas con libertad”, siempre y cuando quede excluido “el apoyo o la justificación de la violencia”.

“Seré un lehendakari que estaré día a día contra ETA”, apostilló en la creencia de que para acabar con la violencia en Euskadi es necesario conseguir la “deslegitimación social” de la banda terrorista”, tanto en la enseñanza y la educación, como en los medios de comunicación públicos.

López, lehendakari