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24 de julio de 2010, 7:08
NUEVATRIBUNA.ES 21.07.2010
Después de que el Comité Federal del PSOE aprobara el 17 de julio el calendario de candidaturas para las elecciones autonómicas y municipales de 2011 han vuelto a dispararse las quinielas en Madrid. No es la primera vez que la ministra Trinidad Jiménez suena como aspirante a la presidencia de la Comunidad y no será la última. Los rumores tomaron fuerza hace unos días cuando empezó a circular su nombre junto con el de Jaime Lissavetzky para la alcaldía de la capital y que coincidió además con el paso adelante dado por Tomás Gómez.
El secretario general del PSM acudió al Comité Federal con la firme intención de dejar claro, tanto dentro, como fuera en pasillos, que él será el número uno para esos comicios. Fue un mensaje lanzado desde Ferraz y para Ferraz. En su intervención, Gómez se comprometió a dar la batalla en Madrid donde, según sus sondeos, Esperanza Aguirre puede perder la mayoría absoluta y destacó la cohesión y la unidad que reina en las filas de su partido, en la que quiere que sea una nueva etapa sin luchas de familias que lleve su impronta. Pero si en algo insistió fue sobre su candidatura, lo dijo por activa y por pasiva, incluso en caso de que se presentara alguna otra alternativa, lleva manifestando desde hace tiempo que está dispuesto a someterse a unas primarias, convencido de poderlas ganar después de que recibiera el respaldo de un 95% en el último comité regional con apoyos tan explícitos como el del ex alcalde Juan Barranco.
Pues bien, la última quiniela con el tándem Jiménez-Lissavetzky ha despertado en el equipo de Gómez mucha indignación. “Es una absoluta intoxicación” afirman fuentes cercanas al líder de los socialistas madrileños que lamentan que este debate siga copando la atención mediática y robando titulares en detrimento de las propuestas del PSM como alternativa de gobierno en Madrid.
Se ha llegado incluso a decir que el presidente del PSOE, Manuel Chaves –hasta ahora uno de los más firmes apoyos de Gómez junto con la secretaria de Organización, Leire Pajín- había comunicado personalmente al líder del PSM la intención de Ferraz de lanzar a la ministra de Sanidad, que ya fue candidata a la alcaldía de Madrid. Este extremo es negado –según las fuentes consultadas por nuevatribuna.es- no sólo en el entorno de Gómez sino también desde el PSOE que lo desmiente tajantemente. Queda asimismo descartado según personas cercanas a la titular de Sanidad que ésta vaya a encabezar ninguna candidatura en Madrid; si bien nadie se atreve a poner la mano en el fuego ante posibles cambios de última hora por parte de José Luis Rodríguez Zapatero, que de momento parece mantener su apoyo a Gómez, como apuesta personal suya que fue.
En cuanto a la candidatura para el ayuntamiento de la capital, las citadas fuentes no lo tienen tan claro. Gómez ha mostrado todo su respaldo al actual portavoz David Lucas, pero Ferraz podría optar por situar a un candidato de más peso político como Lissavetzky, una de las opciones que se barajan para plantar batalla al popular Alberto Ruiz-Gallardón.
Lo más previsible es que la candidatura de Gómez se anuncie a principios de septiembre y que sea aprobada oficialmente a finales de ese mismo mes. Nadie en el PSM se atreve a señalar directamente con el dedo a los instigadores de los movimientos que se están sucediendo contra la candidatura del ex alcalde de Parla. Sin embargo, los gestos de ironía cuando oyen el nombre de José Blanco o Rafael Simancas no pasan desapercibidos.
En el ‘bunker’, la sede de los socialistas madrileños en Callao, sí apuntan de forma clara y directa hacia personas que en su momento tuvieron un cargo de responsabilidad en la etapa Simancas como los responsables de estas “intoxicaciones”. “Lo único que quieren es entrar en las listas. Pero esta historia se va a acabar” dicen desde el equipo de Gómez en una clara advertencia de que no habrá hueco en las candidaturas para los que han mantenido una batalla soterrada contra el líder del PSM.
Mientras tanto, fuentes de la corriente crítica Socialistas por el Cambio, insisten en que la celebración de primarias es la mejor fórmula para movilizar al electorado de izquierda en Madrid y a día de hoy aún no descartan presentar un candidato alternativo a Gómez, que se mantiene como uno de los secretos mejor guardados. Lo que sí adelantan es el perfil del que sería su candidato ideal, un independiente quizá y si es mujer, mejor que mejor.
El llamado ‘lobby Trini’ seguirá presionando de aquí a septiembre para alcanzar un acuerdo con Ferraz que sea óptimo para todas las partes. Los críticos a Gómez defienden la necesidad de alcanzar un acuerdo para integrar a todas las familias del socialismo madrileño. En las filas del PSM cunde la preocupación por quien pueda quedar fuera de las candidaturas y es que desde que el parleño tomó las riendas del partido el pulso ha sido una constante entre simanquistas y la dirección del partido. Éstos están dispuestos a aceptar que Gómez siga como secretario general pero no le quieren ni en pintura como candidato y de ahí los movimientos internos para perfilar un cabeza de cartel que garantice la paz interna en el siempre revuelto patio de los socialistas madrileños.
Después de que el Comité Federal del PSOE aprobara el 17 de julio el calendario de candidaturas para las elecciones autonómicas y municipales de 2011 han vuelto a dispararse las quinielas en Madrid. No es la primera vez que la ministra Trinidad Jiménez suena como aspirante a la presidencia de la Comunidad y no será la última. Los rumores tomaron fuerza hace unos días cuando empezó a circular su nombre junto con el de Jaime Lissavetzky para la alcaldía de la capital y que coincidió además con el paso adelante dado por Tomás Gómez.
El secretario general del PSM acudió al Comité Federal con la firme intención de dejar claro, tanto dentro, como fuera en pasillos, que él será el número uno para esos comicios. Fue un mensaje lanzado desde Ferraz y para Ferraz. En su intervención, Gómez se comprometió a dar la batalla en Madrid donde, según sus sondeos, Esperanza Aguirre puede perder la mayoría absoluta y destacó la cohesión y la unidad que reina en las filas de su partido, en la que quiere que sea una nueva etapa sin luchas de familias que lleve su impronta. Pero si en algo insistió fue sobre su candidatura, lo dijo por activa y por pasiva, incluso en caso de que se presentara alguna otra alternativa, lleva manifestando desde hace tiempo que está dispuesto a someterse a unas primarias, convencido de poderlas ganar después de que recibiera el respaldo de un 95% en el último comité regional con apoyos tan explícitos como el del ex alcalde Juan Barranco.
Pues bien, la última quiniela con el tándem Jiménez-Lissavetzky ha despertado en el equipo de Gómez mucha indignación. “Es una absoluta intoxicación” afirman fuentes cercanas al líder de los socialistas madrileños que lamentan que este debate siga copando la atención mediática y robando titulares en detrimento de las propuestas del PSM como alternativa de gobierno en Madrid.
Se ha llegado incluso a decir que el presidente del PSOE, Manuel Chaves –hasta ahora uno de los más firmes apoyos de Gómez junto con la secretaria de Organización, Leire Pajín- había comunicado personalmente al líder del PSM la intención de Ferraz de lanzar a la ministra de Sanidad, que ya fue candidata a la alcaldía de Madrid. Este extremo es negado –según las fuentes consultadas por nuevatribuna.es- no sólo en el entorno de Gómez sino también desde el PSOE que lo desmiente tajantemente. Queda asimismo descartado según personas cercanas a la titular de Sanidad que ésta vaya a encabezar ninguna candidatura en Madrid; si bien nadie se atreve a poner la mano en el fuego ante posibles cambios de última hora por parte de José Luis Rodríguez Zapatero, que de momento parece mantener su apoyo a Gómez, como apuesta personal suya que fue.
En cuanto a la candidatura para el ayuntamiento de la capital, las citadas fuentes no lo tienen tan claro. Gómez ha mostrado todo su respaldo al actual portavoz David Lucas, pero Ferraz podría optar por situar a un candidato de más peso político como Lissavetzky, una de las opciones que se barajan para plantar batalla al popular Alberto Ruiz-Gallardón.
Lo más previsible es que la candidatura de Gómez se anuncie a principios de septiembre y que sea aprobada oficialmente a finales de ese mismo mes. Nadie en el PSM se atreve a señalar directamente con el dedo a los instigadores de los movimientos que se están sucediendo contra la candidatura del ex alcalde de Parla. Sin embargo, los gestos de ironía cuando oyen el nombre de José Blanco o Rafael Simancas no pasan desapercibidos.
En el ‘bunker’, la sede de los socialistas madrileños en Callao, sí apuntan de forma clara y directa hacia personas que en su momento tuvieron un cargo de responsabilidad en la etapa Simancas como los responsables de estas “intoxicaciones”. “Lo único que quieren es entrar en las listas. Pero esta historia se va a acabar” dicen desde el equipo de Gómez en una clara advertencia de que no habrá hueco en las candidaturas para los que han mantenido una batalla soterrada contra el líder del PSM.
Mientras tanto, fuentes de la corriente crítica Socialistas por el Cambio, insisten en que la celebración de primarias es la mejor fórmula para movilizar al electorado de izquierda en Madrid y a día de hoy aún no descartan presentar un candidato alternativo a Gómez, que se mantiene como uno de los secretos mejor guardados. Lo que sí adelantan es el perfil del que sería su candidato ideal, un independiente quizá y si es mujer, mejor que mejor.
El llamado ‘lobby Trini’ seguirá presionando de aquí a septiembre para alcanzar un acuerdo con Ferraz que sea óptimo para todas las partes. Los críticos a Gómez defienden la necesidad de alcanzar un acuerdo para integrar a todas las familias del socialismo madrileño. En las filas del PSM cunde la preocupación por quien pueda quedar fuera de las candidaturas y es que desde que el parleño tomó las riendas del partido el pulso ha sido una constante entre simanquistas y la dirección del partido. Éstos están dispuestos a aceptar que Gómez siga como secretario general pero no le quieren ni en pintura como candidato y de ahí los movimientos internos para perfilar un cabeza de cartel que garantice la paz interna en el siempre revuelto patio de los socialistas madrileños.
