UGT y CCOO han fijado una posición común para avisar al nuevo Gobierno que salga de las urnas tras el 20N de que es preciso cambiar las políticas económicas de ajuste por otras de estímulo para salir de la crisis y han recordado que, a la vista de los últimos acontecimientos políticos en Grecia e Italia, en un contexto de recortes "los gobiernos envejecen muy rápidamente".
El acto, organizado conjuntamente por ambos sindicatos, tenía un "valor más allá de los simbólico", fue "una expresión de los compromisos estratégicos" de los sindicatos a una semana de la celebración de las elecciones generales. Y los sindicatos aprovecharon para asegurar que los cambios de gobierno por sí mismos no son suficientes, sino que tiene que cambiar las políticas.
"Lo que hay que hacer es cambiar la política y lo que sería lamentable es que después del 20N se intentará seguir por el mismo camino, incluso profundizando en los mismos errores e injusticias. En estas circunstancias los gobiernos envejecen muy rápidamente y los errores se hacen visibles en un corto espacio de tiempo", señaló Méndez, quien advirtió de que las "fuertes expectativas" depositadas en un eventual gobierno del PP se pueden traducir "en una gran frustración en un tiempo récord".
"Tras el 20N sería un buen momento para que los grandes partidos se parasen a pensar si es posible plantearse las cosas de otra manera. Es posibles hacer una apuesta desde el diálogo social por el consenso para las políticas destinadas a la creación de empleo", recalcó Toxo.
"Se le puede dar un golpe mortal a la expresión más solidaria y eficaz de la negociación colectiva, que es la cobertura de los trabajadores en las pymes"
EN CONTRA DE DEJAR A LAS PYMES SIN CONVENIOS
Así, ambos líderes mostraron especial oposición a la priorización del convenio de empresa, que apoyan PP y CEOE y que, a su juicio, dejaría desprotegidos a los trabajadores de las pymes y microempresas, actualmente acogidos a los convenios colectivos sectoriales.
Según Méndez, actualmente entre el 70% y el 75% de los trabajadores están amparados por un convenio colectivo, una cifra que podría reducirse hasta no más del 12% si se deja a las pymes sin esta cobertura sectorial. "Se le puede dar un golpe mortal a la expresión más solidaria y eficaz de la negociación colectiva, que es la cobertura de los trabajadores en las pymes", añadió.
Por su parte, Toxo también ahondó en estas cuestiones argumentando que la mayoría de los convenios colectivos ya son de empresa. Con datos del pasado mes de octubre, apuntó que de los 2.292 convenios registrados a lo largo de este año, un 74,8% eran de empresa y que poco más del 25% correspondía a otros ámbitos.
Así pues, se mostró convencido de que la apuesta por priorizar el convenio de empresa lo que busca es hacer desaparecer la negociación colectiva en las pymes, ya que "nadie se puede creer que en una empresas de seis personas vaya a negociarse un convenio".
A su juicio, esta maniobra esconde, en un contexto en el que no se puede devaluar la moneda para ganar competitividad, una "devaluación en frío" a través de la reducción del coste del factor trabajo por la vía de una mayor discrecionalidad del empresario.
"No se han agotado los ecos del fracaso de la última reforma laboral y ya hay quien demanda otra"
NO A OTRA REFORMA LABORAL
Más allá de las propuestas en el marco de la negociación colectiva, los líderes sindicales mostraron su oposición a otras propuestas que tienen más que ver con el coste del despido o las modalidades de contratación.
Al respecto, Toxo lamentó que "no se han agotado los ecos del fracaso de la última reforma laboral y ya hay quien demanda otra". "Gane quien gane, haría un mal negocio si se propone como primer ejercicio volver a las andadas", añadió.
En cualquier caso, los sindicatos no quieren hablar de conflictividad social y sostienen que es preciso alcanzar un pacto de Estado por el empleo que permita recuperar la actividad económica. "No hay atajos en el trabajo a tiempo parcial, la autopista se encuentra en la actividad económica", señaló Toxo, antes de demandar para ello "una presencia mucho más activa de lo público en la economía".
