jueves. 25.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / ISABEL G. CABALLERO 08.02.2010

La ejecutiva del PSOE, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, ha cortado de raíz cualquier conato de rebelión en sus filas tras la polémica surgida en los últimos días en torno a la reforma de las pensiones y del mercado laboral, así como a las críticas internas sobre la falta de liderazgo o la debilidad del Gobierno en el momento actual de crisis económica.

Reunidos en Ferraz este lunes, los miembros de la dirección federal quisieron escenificar la unidad y la obediencia a su líder tras la “semana horrible” del presidente del Gobierno que tuvo que escuchar por boca de algunos dirigentes como el presidente manchego José María Barreda la necesidad de acometer una remodelación de su Ejecutivo.

En su papel de ‘poli malo’, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, amonestó a Barreda y denunció la campaña contra Zapatero principalmente orquestada desde el PP al que invitó a retratarse y presentar sus propias propuestas en materia económica.

Muchas fueron las intervenciones en la ejecutiva federal en la que Zapatero hizo un repaso de todas las medidas adoptadas hasta el momento y de las que todavía han de ponerse en marcha en el marco de la futura Ley de Economía Sostenible. Las críticas no se hicieron notar salvo la necesidad, expresada por algunos dirigentes, de “explicar” mejor las cosas y hacer “más pedagogía” en torno a las propuestas.

La propia secretaria de Organización, Leire Pajín, reconoció en rueda de prensa “cierta confusión” en los mensajes de los últimos días pero también quiso dejar claro que no hay dudas sobre la esencia de las propuestas: “Nos esforzaremos para explicar mejor las cosas, pero el fondo lo compartimos todos”. La número dos del PSOE llegó a decir en un corrillo con periodistas que la ejecutiva había sido una de “las mejores” de los últimos tiempos “por la calidad de la intervenciones”, entre la que incluyó la de Barreda quien, en tono de disculpa, tomó la palabra para manifestar su “lealtad” a Zapatero y al proyecto que él lidera.

Sobre la propuesta de ampliar el cómputo de las pensiones que tanta polvareda suscitó con rectificación incluida del Gobierno, Pajín precisó que nunca ha sido hecha por el Ejecutivo y que el debate está “abierto a todos” y se hará en el seno de la Comisión del Pacto de Toledo. De la misma manera se pronunció acerca de la reforma laboral, una reforma a la que nunca se ha opuesto el Gobierno –afirmó-, pero cuyo límite está “en la merma de los derechos de los trabajadores”. En cualquier caso –precisó- se hará en el marco de la mesa de diálogo social con empresarios y sindicatos.

La ‘número dos’ del PSOE descartó que Zapatero se someta a una moción de confianza en el Congreso y criticó al PP por “tirar la piedra y esconder la mano” en cuanto a una posible moción de censura. Pajín defendió la actuación del presidente que ha comparecido en el último año en el Parlamento “en 85 ocasiones” (en las que incluyó las preguntas orales formuladas en las sesiones de control al Gobierno) y anunció una nueva ronda de contactos con las fuerzas políticas para consensuar las reformas. Pero el PSOE no se limitará a dar explicaciones en sede parlamentaria, también continuará con su campaña explicativa, con actos sectoriales, para explicar la Ley de Economía Sostenible.

Todas las críticas de Pajín estuvieron dirigidas al PP y a su líder Mariano Rajoy por su “falta de responsabilidad y sentido de Estado”. A respecto, reprochó al principal partido de la oposición la ausencia de propuestas y le retó a presentar una moción de censura. Los socialistas no confían en la voluntad del PP por “arrimar el hombro” ya que “no parece estar dispuesto a ello”, aseveró.

También se refirió a los “ataques” venidos de fuera, principalmente de los “especuladores” que han dañado la imagen de la economía española y ante los que el PP ha guardado silencio: “Cuando Rajoy habla de emergencia nacional no ayuda a España, ni a las empresas, ni al sistema financiero ni a los desempleados”, dijo.

En todo caso, la dirección socialista quiso lanzar un mensaje de optimismo y de responsabilidad al margen de lo que reflejen las encuestas, sobre las que la ejecutiva federal “toma nota” pero sin ningún condicionamiento. Algunas medidas, como ampliar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años “hay que tomarlas aunque no atraigan votos”, subrayó Pajín, que se mostró convencida de que “pronto veremos los resultados” de la acción del Gobierno para afrontar la crisis económica y la sangría del paro.

Llamada al orden y prietas las filas en la ejecutiva del Partido Socialista