viernes. 29.03.2024

El sábado, 22 de septiembre, se celebra en Madrid la Asamblea Constituyente de Izquierda Abierta, un proyecto para una izquierda sin complejos impulsado por gentes de IU, pero también de fuera de IU, que pretende hacer de la política una herramienta para la gente y que aspira, en colaboración con otros, a cambiar el mundo, el de fuera y el de dentro. Un espacio de encuentro, alejado de la vana pretensión de la certeza. No nacemos para la competencia electoral sino para la cooperación abierta a la construcción de un frente amplio que recupere la mayoría social para la izquierda con un programa de transformación a la altura del siglo XXI. Solo nos ocupa sumar ideas y gentes.

No queremos vender quimeras. Alguien dijo hace muchos años que “algunos políticos prometen construir puentes aunque no haya río”. Izquierda Abierta quiere ser un agitado caudal de ideas para hacer frente a la crisis sistémica de un mundo gobernado por sujetos sin rostro, que dictan órdenes a los que mandan para que gobiernen contra la inmensa mayoría de la población. Un puente de tránsito hacia la reflexión, el debate y el diálogo de las personas de izquierdas, unas con partido y otras sin él, pero todas indignadas con la indecencia de quien, causando la crisis, nos marca ahora el camino de salida. Aquellos que culpan a las víctimas de la catástrofe provocada por los verdugos, como precisa nuestra ponencia. Un espacio abierto también para recomponer la relación entre realidad social y política, un espacio para reinventar una forma de partido amable y plural.

 Unidad y diversidad

Las mujeres y hombres que nos vamos a reunir el sábado en Madrid no viajamos en el tren de los elegidos. Empujamos una larga trinchera de vagones llenos de personas dispuestas a decir basta a la agresividad de los poderosos y sus políticas insolidarias. Nos unen muchas cosas. Otras nos animan a discutir. Pero es nuestro propósito “repensar la sociedad desde sus cimientos”. No renunciamos a soñar, pero con los pies en el suelo. Ansiamos construir la unidad de la única manera posible: reconociendo nuestra diversidad, ofreciendo un lugar para el encuentro. No tenemos una idea preconcebida de cómo deben ser las cosas. Nos irritan las profecías, especialmente las de quienes renuncian a tener ideas.

Izquierda Abierta ha de ser fiel a su nombre. Izquierda sin complejos. Abierta con decisión. Irrumpimos en el escenario de la reflexión y la lucha, dispuestos a hacer de la política un ejercicio cabal de combate para mejorar la vida de la gente. La izquierda necesita de la política para transformar la sociedad. De la política en la calle y en las instituciones. Las izquierdas no disponemos de lobbys financieros ni de grandes corporaciones mediáticas, que arremeten contra las instituciones democráticas y sus representantes con extravagante indignidad. Es su manera de “hacer política”. Izquierda Abierta reivindica la POLÍTICA con mayúsculas, porque estamos firmemente comprometidos con la democracia. Los dirigentes conservadores y algunos no tan conservadores se han rendido a la economía, a sus magnates y proveedores. La izquierda que nosotros representamos quiere que la democracia gobierne la economía. Es la ley.

Izquierda Abierta: El puente y el río