Mientras IU se difumina fuera y desaparece como actor político autónomo, se hace más intolerante con la pluralidad interna
Izquierda Abierta (IzAb) no acudirá este sábado a la Asamblea Político y Social de Izquierda Unida como acto de protesta ante la “deriva interna” que, a su juicio, ha tomado de la formación liderada por Alberto Garzón.
En un comunicado, el partido de Gaspar Llamazares “lamenta profundamente la desaparición de la que ha sido el referente de la izquierda en cuanto a propuesta política e iniciativa” y crítica el proyecto de transformación, impulsado por el nuevo coordinador general, para transformar IU “en un movimiento político y social basado en la construcción de un instrumento monocolor y en el que no cabe la pluralidad”.
Como ya han criticado en otras ocasiones, IzAb reprocha a la dirección de IU la ausencia de debate interno y la imposición de “decisiones tomadas de antemano”. En este sentido, recuerda que el objetivo de esta Asamblea es debatir y aprobar el Plan de Acción: “Plan de Acción ya conocido y difundido en los medios que, entre otras cuestiones, ataca directamente a lo que denomina cupos, familias o corrientes, considerando que con ellas se han practicado las peores formas de parlamentarismo en el propio seno de la organización pactando en virtud de su posición de fuerza cuantitativa y no a partir de debates ideológicos. Esto es falso”, afirma. A juicio de esta formación, “el culto al líder y la ausencia de crítica y debate no son ni nueva política, ni nueva cultura del trabajo. Todo eso ya es muy viejo”.
IzAb sigue insistiendo en la necesidad de alcanzar un acuerdo entre las fuerzas del cambio: PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos. Con ese fin, el partido de Llamazares está preparando para después de las elecciones del 25S un gran acto en Madrid que contará con la participación de los firmantes del manifiesto “Por un Gobierno de Progreso”. “Los tiempos se agotan y nos aproximamos peligrosamente a una tercera e inaceptable cita con las urnas en menos de un año”, advierte.
“In extremis”, IzAb exige a las fuerzas del cambio “que estén a la altura de las circunstancias: más de 13 millones de votantes pidieron el 26J que lo urgente se anteponga a los objetivos de partido a medio y largo de plazo. Es una vergüenza que lo único que llegue a la ciudadanía sean las disputas internas, los vetos al diferente y las líneas rojas”, afirma.
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