Encubriendo el fraude fiscal no se defiende el proyecto europeo, sino que se le hace un enorme daño
El secretario general y eurodiputado de Podemos, Pablo Iglesias, solicitó hace dos semanas el apoyo del grupo socialista del Parlamento Europeo para presentar una moción de censura contra el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. La negativa de los eurodiputados socialistas hizo que fuera imposible alcanzar el número de firmas requeridas para presentar la moción, lo que dejo la vía libre para que una alianza de la extrema derecha y los euroescépticos presentaran su propia moción de censura, que se debate en estos días en Estrasburgo.
Juncker, exprimer ministro de Luxemburgo, es responsable de haber favorecido un marco fiscal que permite a cientos de multinacionales ahorrar millones de euros en impuestos a través de un oscuro entramado que además permitía a su país enriquecerse a costa de “Sánchez se negó a que hiciéramos juntos una moción de censura a Juncker”, afirma Iglesias. “Los socialistas le han dado su apoyo una vez más a Juncker, que ha hecho valer el rodillo de la gran coalición para permanecer en el cargo. Que no me vengan con discursos moralistas. Pudieron apoyar nuestra moción y han preferido apoyar al responsable del fraude fiscal a gran escala", asegura Iglesias al respecto.
De esta manera, en opinión de los eurodiputados de Podemos, “se está dañando gravemente la credibilidad en las instituciones europeas. Mantener a Juncker en el gobierno es como dejar que el lobo siga vigilando a las gallinas, al tiempo que los socialistas entregan toda forma de oposición a la ultraderecha, que sale fortalecida”.
Para Podemos y para todo el grupo del GUE/NGL es responsabilidad de los eurodiputados socialistas, al no respaldar la moción, que la iniciativa haya sido finalmente presentada por una alianza de los euroescépticos (con partidos como el UKIP, que defiende paraísos fiscales como la City de Londres) y la extrema derecha, que aprovecha la oportunidad para atacar frontalmente el proyecto europeo. "Encubriendo el fraude fiscal no se defiende el proyecto europeo, sino que se le hace un enorme daño", concluye Iglesias.
