viernes. 19.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / ISABEL G. CABALLERO 19.04.2010

Baltasar Garzón sigue manteniéndose en silencio en medio de la polémica generada por su posible procesamiento por prevaricación al haberse declarado competente para investigar los crímenes del franquismo.

El Consejo General del Poder Judicial se reúne este jueves en pleno sin que por el momento figure en el orden del día la suspensión del magistrado. Y todo porque el Tribunal Supremo aún no ha notificado al órgano de gobierno de los jueces el auto de procesamiento, algo que podría ocurrir en los próximos días.

Luciano Varela –el juez que ha imputado a Garzón- deberá emitir un nuevo auto de apertura del juicio oral y responder al recurso presentado el pasado 10 de abril donde la defensa de Garzón alegó “indefensión” y denunció la persecución del magistrado por “motivaciones ideológicas”.

A la espera del siguiente paso que dé Varela y que podría producirse en cualquier momento, Baltasar Garzón no tiene ninguna intención de abandonar su puesto en la Audiencia Nacional, una posibilidad que ha sido apuntada en una información publicada este lunes en el diario El País. Según el artículo, Garzón habría recibido presiones y advertencias para forzar su salida de la Audiencia a cambio de que fueran archivadas las tres querellas interpuestas contra él.

Fuentes cercanas al magistrado ni confirman ni desmienten dicho extremo pero sí aclaran que Garzón “no tiene otra alternativa” que esperar a las decisiones que adopten los tribunales al tiempo que niegan rotundamente que pueda optar a una plaza internacional –tal y como apunta El País- cuando sobre él pesan tres querellas por prevaricación.

Y es que pese al revuelo mediático y la respuesta social por el procesamiento de Garzón, su situación no es negociable, sostienen las mismas fuentes. El proceso contra él ya está muy avanzado y son pocos los que confían en que el Supremo dé marcha atrás. En todo caso, el magistrado seguirá defendiendo su inocencia porque “no piensa que haya cometido ningún delito” ni en la causa de las fosas, ni por el asunto del Santander, ni por las escuchas de la Gürtel.

A estas alturas sólo se espera la inhabilitación que Garzón podrá recurrir. Fuentes jurídicas estiman que los siguientes pasos del magistrado serán recusar al juez Adolfo Prego, ponente del auto de admisión a trámite de la querella presentada por grupos de ultraderecha. De ser condenado podrá pedir amparo al Tribunal Constitucional por violación de su derecho a la tutela judicial efectiva.

Por otro lado, el Supremo sigue enrocado en su posición inicial pese a la presión mediática a la que viene siendo sometido los últimos días. Ninguna voz autorizada quiere confirmarlo pero el Gobierno -y hay quien incluso no descarta que la misma Casa Real- estén intentando solucionar lo que se ha convertido en una bola de nieve. La causa contra Garzón está siendo entendida por una buena parte de la opinión pública como la causa de las víctimas del franquismo movilizadas tanto como fuera como dentro de España donde asociaciones de la memoria han presentado sendas querellas por prevaricación contra Varela y el presidente de la Sala Segunda de lo Penal, Juan Saavedra.

Garzón no moverá ficha hasta que decida el Consejo General del Poder Judicial