jueves. 28.03.2024
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Tras la sentencia que condena a dos voluntarios de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), Europa Laica exige la derogación del Art 143 del Código Penal que considera como delito el suicidio asistido y la eutanasia, a la vez que reivindica una Ley de Libertad de Conciencia que contemple estos y otros derechos.

Tras conocerse la sentencia que condena a dos voluntarios de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), nada más y nada menos, que por cooperación al suicidio, Europa Laica vuelve a exigir al poder legislativo la necesidad de legislar el derecho a la eutanasia y al suicidio asistido en términos de de defensa de la libertad de conciencia, como la inmensa mayoría de la ciudadanía demanda.

Para Europa Laica, el derecho a la vida implica la plena disponibilidad de esta por parte de la persona, incluido el derecho a finalizarla de forma voluntaria y digna, lo que es una parte más del derecho a la libertad de conciencia. Impedir por la vía penal que las personas puedan ejercer su libertad de conciencia con respecto al final de su propia vida, supone una vulneración de esa libertad de conciencia y una intromisión ilegítima del Estado en asuntos de conciencia y ética.

La decisión sobre el final de la propia vida debe tomarla cada persona libremente y que dicha decisión puede ser la de prolongar la vida todo lo que sea posible, o la de finalizarla por sí misma o con ayuda de otros de un modo digno para esa persona. Ambas opciones deben estar disponibles como derechos para la persona y el ordenamiento jurídico debe garantizar la efectividad de ambas para hacer realidad la libertad de conciencia de todas las personas.

A este respecto, Europa Laica denuncia no solo el paternalismo moral de la legislación española, que prohíbe tanto la eutanasia como el suicidio asistido, sino la intromisión clerical y dogmática de las diferentes religiones que se oponen a estos derechos, especialmente de la Iglesia católica por ser la más influyente en nuestro contexto social. “La oposición legal a la libertad de conciencia en materia del final de la propia vida viene condicionada por la moral religiosa, que entiende la vida como un don de Dios y no como un derecho de la propia persona, lo que conduce a la prohibición de disponer de la propia vida a todas las personas, creyentes o no. Una grave intromisión más, avalada por el Estado que debería de ser laico, de lo religioso en el conjunto de las conciencias y en el ámbito de lo civil.

Una legislación laica, respetuosa de la libertad de conciencia, legislaría estas cuestiones salvaguardando el derecho individual a terminar con la propia vida de forma libre, voluntaria y digna, con las debidas garantías, y sin permitir intromisiones de religión alguna en lo que atañe a las leyes obligatorias para todos.

Finalmente, Europa Laica muestra su solidaridad con la Asociación Derecho a morir Dignamente (DMD) y, especialmente, con los dos voluntarios que se les ha impuesto una condena injusta, a los que consideran "represaliados por delitos de conciencia". Por ello exigen a los partidos políticos que "incluyan en su agenda de reformas para la próxima legislatura la regulación del derecho a morir dignamente y la supresión del artículo 143 del Código Penal", cuestiones con las que están totalmente de acuerdo una inmensa mayoría de la ciudadanía según todas las encuestas. 

Europa Laica exige sacar del Código Penal la eutanasia y el suicidio asistido