jueves. 25.04.2024

Nosotros, ciudadanas y ciudadanos de la Unión Europea afrontamos una crisis que tiene su origen en el crecimiento de la desigualdad económica y la desregulación de los mercados. Una crisis que se ensaña en Europa como consecuencia de los déficits que arrastra el proyecto de una Unión que ha construido un mercado y una moneda única, pero no una política económica, fiscal y social común al servicio de las personas.

El déficit democrático del proyecto de la Unión ha gestado una creciente desconfianza de la ciudadanía europea hacia sus instituciones comunes. Es este déficit también, el que ha propiciado la apropiación del proyecto europeo por parte de las élites financieras. Unas élites que están aprovechando la crisis para llevar a cabo una transformación radical del mismo que pone en riesgo la existencia de la Unión y dinamita los derechos sociales, económicos y políticos que definen nuestra identidad.

Nosotros, trabajadoras y trabajadores afirmamos que la respuesta a esta situación por parte de los pueblos de Europa no puede ser el abandono del proyecto de la Unión, sino el apoderamiento de sus instituciones por parte de la ciudadanía.

Afirmamos la comunidad de intereses de las trabajadoras y trabajadores europeos. Hoy, la acción de la Troika en los países con dificultades de financiación es la expresión más sangrienta, pero no única, de una ofensiva general contra el 99% de la ciudadanía de toda la Unión.

Reclamamos una Unión que desarrolle una política migratoria y de asilo común basada en el respecto a los Tratados internacionales y los derechos y la dignidad de las personas que buscan en Europa trabajo o refugio.

Nosotros, mujeres y hombres de izquierdas sabemos que existe una alternativa política al austericidio: la creación de trabajo digno sólo puede venir del impulso a la reactivación económica mediante una estrategia de reconversión verde del tejido empresarial y el desarrollo de los derechos sociales. Una política fiscal común, una política monetaria al servicio de la creación de ocupación, un presupuesto común suficiente para garantizar la cohesión social y el reconocimiento del derecho a la negociación colectiva de las condiciones de trabajo.

Nosotros, catalanas y catalanes queremos una Unión Europea que reconozca el gran activo que es su diversidad cultural, lingüística y nacional, y el derecho de los pueblos a decidir libremente nuestro futuro. Nuestro derecho como pueblo a ser. El derecho de la ciudadanía de Catalunya a decidir nuestro estatus político, pero también el modelo de sociedad en que queremos vivir.

Nosotros, gente de Iniciativa per Catalunya Verds queremos que las próximas elecciones al Parlamento Europeo sean el impulso de una gran alianza, que desborde las fronteras de las actuales familias políticas europeas, para construir un gran frente común de la ciudadanía.

Estamos firmemente convencidas y convencidos que Ernest Urtasun es la persona que mejor puede impulsar esta gran alianza desde Catalunya en Europa. Conocemos el compromiso y el trabajo de Ernest en la construcción de la Europa que queremos, sabemos de su capacidad para encarnar la larga trayectoria de trabajo de ICV por una Unión Europea democrática, y nos ilusiona que encabece nuestra lucha por la recuperación de Europa por parte de su ciudadanía.

Hacemos un llamamiento a todas las personas afiliadas y amigas de ICV a participar al proceso de primarias, y a hacer posible, con su voto, que Ernest Urtasun encabece la candidatura de la izquierda transformadora catalana a las próximas elecciones al Parlamento Europeo.

Lalo Plata, Dolors Llobet, Javier Pacheco, Tania Pérez, Manel García Biel, Romina García, Manuel Fages, Ricard Bellera, Toni Mora, Aina Vidal, José Cachinero y Andrés Querol

Con Ernest Urtasun, por la Europa del Trabajo