sábado. 20.04.2024

Hoy, el periódico La Razón publica un artículo crítico con un comentario emitido por Elena Valenciano  desde su perfil Twitter en el que calificaba una imagen de la portada del periódico de “sexista”.  La imagen era el soporte gráfico que daba entrada a un artículo que trataba de poner en valor las políticas económicas  de la derecha española  ante el hipotético caso de que se haga con el Gobierno de España.

La imagen en términos de género es ciertamente desalentadora. Sin contar al líder del PP, el 80% de las personas que aparece en la imagen son varones. Solo una mujer representa la presencia femenina de ese futuro. No es de extrañar, por tanto, que en Twitter comenzase los comentarios  de muchas personas  haciendo alusión a dicha portada.

Muchas mujeres entraron en  las redes sociales para calificar la imagen de sexista. Los comentarios hicieron alusión tanto al aspecto cuantitativo como al hecho de que la única mujer que aparece en la imagen fuese una “pastelera”  que no aparecía con uniforme profesional.

Los comentarios que circularon por las redes, no atentaron ni contra el oficio, ni contra la persona, sino contra la línea política de un candidato a la presidencia del Gobierno poco cuidadoso con las políticas de género.

Hablamos de una imagen confeccionada intencionalmente para una precampaña electoral: es decir, medida, calculada, estudiada. Estas escenografías, como sabe cualquier habitual de los medios, transmiten un mensaje político.

Pues bien, la imagen, al relegar numéricamente la presencia de mujeres, muestra de forma simbólica la apuesta de Rajoy: 80% varones-20% mujeres: presencia testimonial, presencia simbólica, compromiso de mínimos.

Pero, el debate en las redes sociales  no se limitó al aspecto porcentual de la presencia femenina. Muchas opiniones se vertieron sobre el hecho mismo del oficio asignado a la representación femenina en esa foto.

Los oficios -como los juguetes- no son sexistas. El adjetivo se aplica en función del uso, de la asignación exclusiva o mayoritaria del rol y las consecuencias económicas, de prestigio social u otras variables que acompañan a esa asignación.

En ese sentido, no extraña que muchas mujeres se lanzasen a renegar de unas tareas que las mujeres han desempeñado gratuitamente para el grupo familiar. El debate, por tanto, se ha desarrollado en el marco de la simbología de la imagen y no es de extrañar que cientos de mujeres no se sintiesen cómodas con la propuesta de Rajoy.

El periódico se sintió especialmente molesto cuando Elena Valenciano, directora de campaña del PSOE se sumó a través de su Twitter a esa corriente crítica. La Razón, busco defender su línea editorial recogiendo exclusivamente la opinión de una asociación de mujeres que orgánicamente pertenece al Partido Popular y por tanto, organización interesada en atacar la opinión de la dirigente socialista.

En toda esta historia los errores son múltiples, pero no están del lado de Valenciano, están del lado del propio periódico  que está excesivo en su #proselitismoPP y ha estado excesivo en su embestida contra una persona que calificó de sexista, lo que es sexista. El error estratégico es del equipo de Rajoy, que esta vez, como otras veces, no escondió bien la intención y el sentir del PP respecto de las políticas de Igualdad.

Por tanto, el final de la historia solo puede concluirse diciendo que Elena Valenciano utilizó el término descriptivo correcto. El periódico sin embargo actuó convirtiéndose en la antonimia de su propio nombre.

Blog de Ángeles Álvarez

Se utilizó el término descriptivo correcto