viernes. 29.03.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 17.2.2010

El Tribunal Supremo ha rechazado el incidente de ejecución de sentencia planteado por los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea contra la decisión del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de archivar, el pasado mes de julio, la queja que ambos interpusieron contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por el cobro de 203.000 dólares durante la excedencia por estudios que disfrutó en Estados Unidos entre marzo de 2005 y junio de 2006.

Mazón y Panea interpusieron este incidente de ejecución de sentencia al entender que el hecho de que el CGPJ acordara por segunda vez archivar su queja contra Garzón sin practicar ninguna diligencia constituía "una burla o pantomima a la sentencia dictada" en su día por el Supremo.

En su decisión de archivo, el Consejo señaló en su día que Garzón se desplazó a la Universidad de Nueva York en virtud de la concesión de una licencia de estudios "y no de una autorización de compatibilidad para el ejercicio de un segundo empleo", por lo que no cabía analizar si las cantidades percibidas en el citado centro superaron los límites establecidos en la Ley , "ya que estos límites se establecen para los supuestos en los que se compatibilizan dos cargos públicos", una circunstancia que no se da en este caso.

Además, y en relación a la supuesta infracción del deber de abstención (por ser su estancia en EE.UU patrocinada por el Banco de Santander y haber sido esta entidad parte en alguna de las causas pendientes en su Juzgado de la Audiencia Nacional), el CGPJ concluyó que esta cuestión ya quedó despejada en el auto dictado por el Tribunal Supremo en marzo de 2009, cuando que rechazó una primera querella criminal por el juez por este mismo asunto. Los letrados querellantes, José Luis Mazón y Antonio Panea, relacionaron la percepción de 302.000 dólares por parte de Garzón con la decisión de éste de no admitir a trámite posteriormente una querella formulada contra directivos del Banco Santander, entre ellos su presidente Emilio Botín, en el proceso penal por las "cesiones de crédito".

No obstante, Garzón aún tiene pendiente la querella interpuesta ante el Supremo por los mismos abogados, Mazón y Panea, por prevaricación, cohecho y estafa en relación con esos cursos en Nueva York.

El Supremo dá un respiro a Garzón