sábado. 20.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES | 10.02.2009

El PSOE no quiere hacer sangre con la crisis que se está viviendo en el PP salpicado por una supuesta trama de corrupción y espionaje que ya se ha cobrado varias víctimas políticas.

El primero en adoptar esta posición fue el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien en sus últimas intervenciones públicas ha eludido pronunciarse sobre este asunto, como tampoco lo han hecho los ministros. Y eso a pesar de las gruesas y graves acusaciones vertidas por algunos dirigentes del principal partido de la oposición acusando al PSOE y a las instituciones de estar detrás de una campaña de acoso y derribo al PP.

En su habitual reunión de todos los martes, la dirección del Grupo Parlamentario Socialista (que hoy ha ratificado el informe de gestión como suele hacer cada vez que se inicia un nuevo periodo de sesiones) ha pedido a diputados y senadores un “esfuerzo de contención” en sus declaraciones sobre la crisis del PP, según informan fuentes consultadas.

El PSOE quiere centrar su agenda política en los problemas derivados de la crisis económica, principal patata caliente del Gobierno. Los socialistas reconocen que el principal partido de la oposición tiene una “situación complicada”, pero “nosotros nos centraremos en la crisis (económica) mientras ellos están inmersos en la suya propia”, aseguran fuentes del Grupo.

No obstante, hay algunas voces discrepantes con la decisión adoptada por la dirección. Este es el caso del diputado Rafael Simancas, quien, según ha podido saber nuevatribuna.es pidió en la reunión de su Grupo que se incidiera más en las críticas al PP, sobre todo en Madrid, y en que el PSOE diera una respuesta contundente a las acusaciones vertidas en los últimos días por los populares.

El PSOE no dará leña al PP por su crisis