nuevatribuna.es
25 de octubre de 2009, 7:00
NUEVATRIBUNA.ES - 25.10.2009
En una entrevista en el diario El Mundo, recogida por Europa Press, Ortuzar advirtió de que los críticos con su partido sólo entenderán que el PNV tiene "responsabilidad" cuando "trague con lo que el PP quiera", algo que no van a hacer, puesto que la formación que dirige Iñigo Urkullu ha demostrado "en los últimos quince días" que mantiene "la centralidad política de Euskadi".
Preguntado por el acto de conmemoración del Estatuto que este domingo celebra en Vitoria el Gobierno vasco, lo definió como "un show, una mezcla de cóctel de gambas con copetín, una emulación del Independence Day, del 4 de julio americano".
A su juicio, esta celebración es "una exageración" teniendo en cuenta "las condiciones en la que hoy está el Estatuto, con materias sin transferir y con un fondo competencial debilitado".
En este sentido, recordó el proyecto de nuevo estatuto de la etapa del anterior lehendakari, Juan José Ibarretxe, "aprobado por el Parlamento vasco y que tuvo un portazo en Madrid". "Mientras no haya una alternativa con mayor consenso, éste seguirá ahí. Nosotros la tenemos presente", añadió.
Asimismo, criticó la labor del lehendakari socialista, del que señaló que su liderazgo adolece de algunas "presencias poco medidas, poco cualitativas, con algunos ribetes que llegan a toques frikis", por lo que "hay gente que dice que es el Gobierno de Ares que preside López".
"El PNV representa y defiende más genuinamente los intereses de los vascos, algo que quedó claro con la defensa del blindaje del Concierto o con la interlocución con el Gobierno del Estado. Ha habido intentos de marginar al PNV, de dejarnos en la vía muerta, pero al final se ha impuesto la fuerza que tenemos, la capacidad de tracción social y política que poseemos", agregó.
En referencia a la situación política vasca tras las últimas elecciones autonómicas, indicó que la sociedad "no está a gusto con cómo están sucediendo los acontecimientos políticos", puesto que el Parlamento autonómico "es un espejismo de la sociología vasca".
Preguntado por la exigencia anunciada por el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de que ETA debe abandonar las armas para que la izquierda abertzale ilegalizada tenga espacio político en las instituciones, la consideró una "perversión" porque sitúa a la banda terrorista como la que tiene "la única llave para que la izquierda abertzale pueda hacer política".
En este sentido, abogó por actuar "al revés", primero intentar que ETA desaparezca y "si no, que no tenga base social ninguna". "Vemos que, muchas veces, la tentación de los partidos estatales es mezclar los intereses de corto plazo con el otro bien superior que es una lucha unida contra ETA", advirtió.
Asimismo, recordó que en agosto el PSE contactó con el PNV para "una posición común ante los atentados de ETA", cuestión sobre la que no ha habido más reuniones ni novedades.
ECONOMÍA
En referencia a la responsabilidad que PSE y PP exigen a los jeltzales para un acuerdo en materia económica, criticó que "la responsabilidad del PNV" sólo será vista como tal "cuando trague con lo que el PP quiera".
"El PP no entiende nada. Nosotros sabemos que el pacto PP-PSE no lo va a poner en peligro nada, al menos no nosotros. Hemos asumido que el PSE es rehén del señor Basagoiti y que es quien manda. El PP está encantado de conocerse a sí mismo en esta nueva situación, de ser la bisagra de las mayorías de Euskadi", dijo.
Sin embargo, explicó que los populares no son conscientes de que sólo son bisagra "en los temas de corto plazo, en los temas más simples", puesto que, en un símil del juego de mus de cartas, el PNV "juega a mayor y el PP a pequeña".
MANIFESTACIÓN CON LA IZQUIERDA ABERTZALE
En cuanto a la manifestación celebrada hace más de una semana en San Sebastián en protesta por las detenciones de dirigentes de la izquierda abertzale, Ortuzar denunció el "peligro de disminución o recorte de derechos básicos y de utilización partidista y política de ETA y la izquierda radical abertzale para alterar el mapa político vasco".
Por este motivo, tras "calibrar los pros y los contras" de su presencia en la marcha convocada por los sindicatos nacionalistas, decidieron participar porque "cuando están en juego derechos no puedes andar con medias tintas".
Asimismo, defendió que la participación de dirigentes del PNV en esta manifestación "no es una novedad" y señaló que, en su caso concreto, se encontró "cómodo" porque estaba "tranquilo con su conciencia" al "estar donde tenía que estar" pese a que "las miserias humanas" impliquen que después tuviera que "escuchar algunas cosas".
Sobre la ausencia del presidente jeltzale en la marcha, insistió en que no hubo ningún pulso entre él y el responsable del PNV guipuzcoano, Joseba Egibar, porque la participación fue fruto de "un diagnóstico común".
"Es decir, el PNV va porque cree que tiene que estar, pero es consciente de que todo esto tiene un entorno político que aconseja que el presidente no esté. Es una posición medida y meditada, como todo lo que hace Iñigo Urkullu", añadió.
Sin embargo, aclaró que el PNV no mantiene vinculación con la izquierda abertzale ilegalizada "por decisión" de este sector político, que "tiene cortados todos los puentes" con los jeltzales.
Por otro lado, aseguró que ETB, con el nuevo Gobierno vasco, protagoniza una pluralidad "inflada para un determinado segmento, para las voces constitucionalistas, no necesariamente vascas". También negó que el PNV haya impulsado ningún grupo de comunicación tras salir de Ajuria Enea.
En una entrevista en el diario El Mundo, recogida por Europa Press, Ortuzar advirtió de que los críticos con su partido sólo entenderán que el PNV tiene "responsabilidad" cuando "trague con lo que el PP quiera", algo que no van a hacer, puesto que la formación que dirige Iñigo Urkullu ha demostrado "en los últimos quince días" que mantiene "la centralidad política de Euskadi".
Preguntado por el acto de conmemoración del Estatuto que este domingo celebra en Vitoria el Gobierno vasco, lo definió como "un show, una mezcla de cóctel de gambas con copetín, una emulación del Independence Day, del 4 de julio americano".
A su juicio, esta celebración es "una exageración" teniendo en cuenta "las condiciones en la que hoy está el Estatuto, con materias sin transferir y con un fondo competencial debilitado".
En este sentido, recordó el proyecto de nuevo estatuto de la etapa del anterior lehendakari, Juan José Ibarretxe, "aprobado por el Parlamento vasco y que tuvo un portazo en Madrid". "Mientras no haya una alternativa con mayor consenso, éste seguirá ahí. Nosotros la tenemos presente", añadió.
Asimismo, criticó la labor del lehendakari socialista, del que señaló que su liderazgo adolece de algunas "presencias poco medidas, poco cualitativas, con algunos ribetes que llegan a toques frikis", por lo que "hay gente que dice que es el Gobierno de Ares que preside López".
"El PNV representa y defiende más genuinamente los intereses de los vascos, algo que quedó claro con la defensa del blindaje del Concierto o con la interlocución con el Gobierno del Estado. Ha habido intentos de marginar al PNV, de dejarnos en la vía muerta, pero al final se ha impuesto la fuerza que tenemos, la capacidad de tracción social y política que poseemos", agregó.
En referencia a la situación política vasca tras las últimas elecciones autonómicas, indicó que la sociedad "no está a gusto con cómo están sucediendo los acontecimientos políticos", puesto que el Parlamento autonómico "es un espejismo de la sociología vasca".
Preguntado por la exigencia anunciada por el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de que ETA debe abandonar las armas para que la izquierda abertzale ilegalizada tenga espacio político en las instituciones, la consideró una "perversión" porque sitúa a la banda terrorista como la que tiene "la única llave para que la izquierda abertzale pueda hacer política".
En este sentido, abogó por actuar "al revés", primero intentar que ETA desaparezca y "si no, que no tenga base social ninguna". "Vemos que, muchas veces, la tentación de los partidos estatales es mezclar los intereses de corto plazo con el otro bien superior que es una lucha unida contra ETA", advirtió.
Asimismo, recordó que en agosto el PSE contactó con el PNV para "una posición común ante los atentados de ETA", cuestión sobre la que no ha habido más reuniones ni novedades.
ECONOMÍA
En referencia a la responsabilidad que PSE y PP exigen a los jeltzales para un acuerdo en materia económica, criticó que "la responsabilidad del PNV" sólo será vista como tal "cuando trague con lo que el PP quiera".
"El PP no entiende nada. Nosotros sabemos que el pacto PP-PSE no lo va a poner en peligro nada, al menos no nosotros. Hemos asumido que el PSE es rehén del señor Basagoiti y que es quien manda. El PP está encantado de conocerse a sí mismo en esta nueva situación, de ser la bisagra de las mayorías de Euskadi", dijo.
Sin embargo, explicó que los populares no son conscientes de que sólo son bisagra "en los temas de corto plazo, en los temas más simples", puesto que, en un símil del juego de mus de cartas, el PNV "juega a mayor y el PP a pequeña".
MANIFESTACIÓN CON LA IZQUIERDA ABERTZALE
En cuanto a la manifestación celebrada hace más de una semana en San Sebastián en protesta por las detenciones de dirigentes de la izquierda abertzale, Ortuzar denunció el "peligro de disminución o recorte de derechos básicos y de utilización partidista y política de ETA y la izquierda radical abertzale para alterar el mapa político vasco".
Por este motivo, tras "calibrar los pros y los contras" de su presencia en la marcha convocada por los sindicatos nacionalistas, decidieron participar porque "cuando están en juego derechos no puedes andar con medias tintas".
Asimismo, defendió que la participación de dirigentes del PNV en esta manifestación "no es una novedad" y señaló que, en su caso concreto, se encontró "cómodo" porque estaba "tranquilo con su conciencia" al "estar donde tenía que estar" pese a que "las miserias humanas" impliquen que después tuviera que "escuchar algunas cosas".
Sobre la ausencia del presidente jeltzale en la marcha, insistió en que no hubo ningún pulso entre él y el responsable del PNV guipuzcoano, Joseba Egibar, porque la participación fue fruto de "un diagnóstico común".
"Es decir, el PNV va porque cree que tiene que estar, pero es consciente de que todo esto tiene un entorno político que aconseja que el presidente no esté. Es una posición medida y meditada, como todo lo que hace Iñigo Urkullu", añadió.
Sin embargo, aclaró que el PNV no mantiene vinculación con la izquierda abertzale ilegalizada "por decisión" de este sector político, que "tiene cortados todos los puentes" con los jeltzales.
Por otro lado, aseguró que ETB, con el nuevo Gobierno vasco, protagoniza una pluralidad "inflada para un determinado segmento, para las voces constitucionalistas, no necesariamente vascas". También negó que el PNV haya impulsado ningún grupo de comunicación tras salir de Ajuria Enea.
