nuevatribuna.es
21 de junio de 2010, 6:57
NUEVATRIBUNA.ES 19.06.2010
La ofensiva de Mariano Rajoy contra el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se ha acentuado este fin de semana en Cataluña que vive ya un escenario preelectoral para las próximas autonómicas que se celebrarán en otoño. El líder del PP ha vuelto a criticar con mucha dureza la reforma laboral que ayer mismo obtuvo el respaldo del director gerente del FMI.
Rajoy advirtió ante los suyos que si el este texto no se modifica en su tramitación parlamentaria, será "un germen de conflictos ante los tribunales. Lo dijo dos días antes de que se vote el decreto ley del Gobierno en el Congreso donde el PP podría abstenerse. Así lo adelantó el diputado de esta formación Ramón Aguirre que sin embargo fue inmediatamente rectificado por la dirección de su partido que se remite a ese mismo día para tomar la decisión definitiva.
Según Rajoy la reforma laboral, "como cualquier otra ley, debe ser clara y entendible, y no estar sujeta a interpretaciones diversas". Y esto es lo que producirá en su opinión el actual redactado, que obligará a muchos a ir a los tribunales, una situación que es "lo peor que le puede ocurrir a la economía española".
ZAPATERO “HA PERDIDO SU OPORTUNIDAD”
El PP sigue abanderando la batalla contra el despido “barato”. El portavoz del PP en las Cortes Valencianas, Rafael Blasco, afirmó que con la reforma del Gobierno el despido "será el más caro de la historia de España y del mercado laboral, puesto que dejará tras de sí cinco millones de parados y un país en bancarrota".
En un comunicado, Blasco tildó de "rácana" la reforma laboral aprobada por el Consejo de Ministros. No obstante, opinó que esto "se preveía, ya que la improvisación y las prisas son la tónica del Gobierno socialista y ya estamos acostumbrados a cuáles son sus consecuencias".
En este sentido, criticó que la reforma laboral anunciada por el Gobierno socialista y "tan esperada por los españoles, quede reducida al abaratamiento del despido, porque esta solución no supone recuperar la confianza de España sino todo lo contrario", afirmó.
El portavoz 'popular' señaló que mientras Zapatero "no consigue contentar a nadie porque el decreto del Gobierno no ha conseguido satisfacer a patronal y sindicatos, no falta mucho para que la mayoría de españoles nos pongamos de acuerdo y echemos a Zapatero del Gobierno a través de las urnas".
De esta manera, consideró que la mejor y adecuada reforma laboral "coincidirá con la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno de España", e insistió en que Zapatero "ha perdido la oportunidad en todos sus años de gobierno de crear empleo y por tanto ha perdido cualquier credibilidad respecto a ser el gobierno más social de la historia de la democracia: destruyendo empleos, no fomentando la creación de trabajo y proponiendo como reforma del mercado laboral el abaratamiento del despido".
Blasco apuntó que si "un español no tiene bastante con temer su puesto de trabajo, ahora debe preocuparse además porque su despido va a contabilizar 12 días menos, pasa de 45 a 33" y agregó que el presidente del Gobierno "se le ha agotado el tiempo y a España la paciencia porque quien espera desespera y se necesitan de reformas estructurales reales y que no tengan un impacto a sólo a corto plazo sino que recuperen la bonanza de este país".
La ofensiva de Mariano Rajoy contra el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se ha acentuado este fin de semana en Cataluña que vive ya un escenario preelectoral para las próximas autonómicas que se celebrarán en otoño. El líder del PP ha vuelto a criticar con mucha dureza la reforma laboral que ayer mismo obtuvo el respaldo del director gerente del FMI.
Rajoy advirtió ante los suyos que si el este texto no se modifica en su tramitación parlamentaria, será "un germen de conflictos ante los tribunales. Lo dijo dos días antes de que se vote el decreto ley del Gobierno en el Congreso donde el PP podría abstenerse. Así lo adelantó el diputado de esta formación Ramón Aguirre que sin embargo fue inmediatamente rectificado por la dirección de su partido que se remite a ese mismo día para tomar la decisión definitiva.
Según Rajoy la reforma laboral, "como cualquier otra ley, debe ser clara y entendible, y no estar sujeta a interpretaciones diversas". Y esto es lo que producirá en su opinión el actual redactado, que obligará a muchos a ir a los tribunales, una situación que es "lo peor que le puede ocurrir a la economía española".
ZAPATERO “HA PERDIDO SU OPORTUNIDAD”
El PP sigue abanderando la batalla contra el despido “barato”. El portavoz del PP en las Cortes Valencianas, Rafael Blasco, afirmó que con la reforma del Gobierno el despido "será el más caro de la historia de España y del mercado laboral, puesto que dejará tras de sí cinco millones de parados y un país en bancarrota".
En un comunicado, Blasco tildó de "rácana" la reforma laboral aprobada por el Consejo de Ministros. No obstante, opinó que esto "se preveía, ya que la improvisación y las prisas son la tónica del Gobierno socialista y ya estamos acostumbrados a cuáles son sus consecuencias".
En este sentido, criticó que la reforma laboral anunciada por el Gobierno socialista y "tan esperada por los españoles, quede reducida al abaratamiento del despido, porque esta solución no supone recuperar la confianza de España sino todo lo contrario", afirmó.
El portavoz 'popular' señaló que mientras Zapatero "no consigue contentar a nadie porque el decreto del Gobierno no ha conseguido satisfacer a patronal y sindicatos, no falta mucho para que la mayoría de españoles nos pongamos de acuerdo y echemos a Zapatero del Gobierno a través de las urnas".
De esta manera, consideró que la mejor y adecuada reforma laboral "coincidirá con la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno de España", e insistió en que Zapatero "ha perdido la oportunidad en todos sus años de gobierno de crear empleo y por tanto ha perdido cualquier credibilidad respecto a ser el gobierno más social de la historia de la democracia: destruyendo empleos, no fomentando la creación de trabajo y proponiendo como reforma del mercado laboral el abaratamiento del despido".
Blasco apuntó que si "un español no tiene bastante con temer su puesto de trabajo, ahora debe preocuparse además porque su despido va a contabilizar 12 días menos, pasa de 45 a 33" y agregó que el presidente del Gobierno "se le ha agotado el tiempo y a España la paciencia porque quien espera desespera y se necesitan de reformas estructurales reales y que no tengan un impacto a sólo a corto plazo sino que recuperen la bonanza de este país".
