nuevatribuna.es
23 de agosto de 2010, 8:04
NUEVATRIBUNA.ES- 20.08.2010
El PP madrileño está perdido con sus futuros contrincantes. No debe conocer sus puntos frágiles, o no debe tener motivos serios para hacer una crítica digna sobre sus adversarios. Una vez más han optado por el insulto fácil y tonto, fijándose en los acentos o en los apellidos de los candidatos. Esa fijación también revela tintes xenófobos que por ahora sólo están consiguiendo dejar mal al propio PP.
La primera víctima fue Trinidad Jiménez, cuando el diputado conservador en la Asamblea, Juan Soler la descalificó en su blog alegando que con “ese acento andaluz no tenía el cuajo” suficiente para gobernar en Madrid. Juan Soler había asegurado el miércoles que la ministra le parecía una "candidata floja". Alegaba el diputado que "el acento" de Jiménez "le hace más apta para Dos Hermanas o Velez-Málaga", ayuntamientos andaluces.
El diputado del PP madrileño quiso ayer disculparse en una nueva entrada en su página personal. Bajo el título Aclaración para malévolos, Juan Soler escribió: "Trini me parece encantadora, lista y guapa. Sólo digo que su acento malagueño la distancia del elector medio de Madrid". Desde el PSM volvieron a denunciar "las actitudes intolerantes" de los conservadores. En el entorno de Jiménez tildaron a Soler de "machista".
El PP nacional no ha querido hacer mención sobre las palabras de Soler, y el PP madrileño tampoco. El único que habló fue el consejero de Economía de la Comunidad, Antonio Beteta, que, sin condenar las afirmaciones de su compañero de partido, afirmó que "en Madrid ya nadie pregunta de dónde se viene".
Pero no contentos con el revuelo creado con Jiménez, el diputado popular, Ángel Garrido, muy cercano a Esperanza Aguirre, utilizó ayer el apellido del actual secretario de Estado para el Deporte y candidato del PSOE a la alcaldía de la capital, Jaime Lissavetzky, para menospreciarle.
JAIME NOSECUANTOS
A juicio de Garrido, "Zapatero le ofrece al [alcalde de Madrid, Alberto] Ruiz Gallardón el mejor candidato que podía soñar; un señor, de nombre Jaime y de apellido imposible, con aspecto de funcionario aburrido". A reglón seguido, el edil conservador se refería a Lissavetzky como Jaime nosecuantos y añadía entre paréntesis: "No sé escribirlo, lo siento".
David Lucas recordó que en Madrid "no se mide a las personas por su origen, acento nombre y apellido". "La gente de Madrid no es así", insistió. Y esperó que "esos comportamientos" de los militantes conservadores "no se generalicen". A juicio del portavoz socialista en Madrid, "el PP debe ocuparse de sus propios asuntos relacionados con la corrupción".
GÓMEZ DA LA CARA POR SUS COMPAÑEROS
Las palabras de Soler al menos sirvieron par ver por primera vez –desde que Jiménez anunció su candidatura- a Tomás Gómez y a la ministra de Sanidad juntos y apoyándose. El ex alcalde Parla denunció que las palabras de Soler "son un sin sentido, están fuera de lugar y son xenófobas". El líder del PSM insistió en que su partido seguirá siendo "plural y cosmopolita" y no dudó en expresar su "solidaridad" con la ministra.
Otra ministra andaluza, la de Igualdad, Bibiana Aído, recurrió a su bitácora en Internet para preguntar si los conservadores españoles tienen "tanta rabia" al acento andaluz porque "es el del progreso" y "el de la solidaridad". Tras subrayar la trayectoria de Jiménez, añadió que Madrid no exige "peaje lingüístico para soñar con ella y construirla entre todos aquellos madrileños que, como los bilbaínos y los gaditanos, nacen donde les da la gana".
El PP madrileño está perdido con sus futuros contrincantes. No debe conocer sus puntos frágiles, o no debe tener motivos serios para hacer una crítica digna sobre sus adversarios. Una vez más han optado por el insulto fácil y tonto, fijándose en los acentos o en los apellidos de los candidatos. Esa fijación también revela tintes xenófobos que por ahora sólo están consiguiendo dejar mal al propio PP.
La primera víctima fue Trinidad Jiménez, cuando el diputado conservador en la Asamblea, Juan Soler la descalificó en su blog alegando que con “ese acento andaluz no tenía el cuajo” suficiente para gobernar en Madrid. Juan Soler había asegurado el miércoles que la ministra le parecía una "candidata floja". Alegaba el diputado que "el acento" de Jiménez "le hace más apta para Dos Hermanas o Velez-Málaga", ayuntamientos andaluces.
El diputado del PP madrileño quiso ayer disculparse en una nueva entrada en su página personal. Bajo el título Aclaración para malévolos, Juan Soler escribió: "Trini me parece encantadora, lista y guapa. Sólo digo que su acento malagueño la distancia del elector medio de Madrid". Desde el PSM volvieron a denunciar "las actitudes intolerantes" de los conservadores. En el entorno de Jiménez tildaron a Soler de "machista".
El PP nacional no ha querido hacer mención sobre las palabras de Soler, y el PP madrileño tampoco. El único que habló fue el consejero de Economía de la Comunidad, Antonio Beteta, que, sin condenar las afirmaciones de su compañero de partido, afirmó que "en Madrid ya nadie pregunta de dónde se viene".
Pero no contentos con el revuelo creado con Jiménez, el diputado popular, Ángel Garrido, muy cercano a Esperanza Aguirre, utilizó ayer el apellido del actual secretario de Estado para el Deporte y candidato del PSOE a la alcaldía de la capital, Jaime Lissavetzky, para menospreciarle.
JAIME NOSECUANTOS
A juicio de Garrido, "Zapatero le ofrece al [alcalde de Madrid, Alberto] Ruiz Gallardón el mejor candidato que podía soñar; un señor, de nombre Jaime y de apellido imposible, con aspecto de funcionario aburrido". A reglón seguido, el edil conservador se refería a Lissavetzky como Jaime nosecuantos y añadía entre paréntesis: "No sé escribirlo, lo siento".
David Lucas recordó que en Madrid "no se mide a las personas por su origen, acento nombre y apellido". "La gente de Madrid no es así", insistió. Y esperó que "esos comportamientos" de los militantes conservadores "no se generalicen". A juicio del portavoz socialista en Madrid, "el PP debe ocuparse de sus propios asuntos relacionados con la corrupción".
GÓMEZ DA LA CARA POR SUS COMPAÑEROS
Las palabras de Soler al menos sirvieron par ver por primera vez –desde que Jiménez anunció su candidatura- a Tomás Gómez y a la ministra de Sanidad juntos y apoyándose. El ex alcalde Parla denunció que las palabras de Soler "son un sin sentido, están fuera de lugar y son xenófobas". El líder del PSM insistió en que su partido seguirá siendo "plural y cosmopolita" y no dudó en expresar su "solidaridad" con la ministra.
Otra ministra andaluza, la de Igualdad, Bibiana Aído, recurrió a su bitácora en Internet para preguntar si los conservadores españoles tienen "tanta rabia" al acento andaluz porque "es el del progreso" y "el de la solidaridad". Tras subrayar la trayectoria de Jiménez, añadió que Madrid no exige "peaje lingüístico para soñar con ella y construirla entre todos aquellos madrileños que, como los bilbaínos y los gaditanos, nacen donde les da la gana".
