nuevatribuna.es
8 de junio de 2009, 14:54
NUEVATRIBUNA.ES / I.G.C.
El PP se muestra satisfecho pero no eufórico. La calma ha vuelto al principal partido de la oposición el día de resaca electoral. El comité de dirección con Mariano Rajoy a la cabeza ha analizado los resultados del 7-J con mucha más prudencia que el domingo concluyendo que si bien la victoria ha afianzado su posición como alternativa de gobierno, a partir de ahora “toca seguir trabajando” para que sus propuestas calen en la sociedad española.
En plena recesión económica, los populares esperaban una victoria más contundente que sólo dos escaños de diferencia y medio millón de votos por encima del PSOE. Ello hubiera legitimado la petición de un adelanto electoral tal y como algunos creyeron tener en un primer momento al alcance de la mano e incluso una moción de censura como propuso este lunes el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Durán i Lleida.
Preguntado sobre estas cuestiones, el secretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, no quiso tirarse a la piscina y se limitó a señalar que por el momento “sólo vamos a leer los resultados de anoche”. Tampoco se mojó la ‘número dos’ del partido, María Dolores de Cospedal, que aunque no descartó de plano la moción de censura advirtió de que decisiones de este tipo necesitan “apoyos parlamentarios suficientes”. La secretaria general del PP sí ve motivos para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se someta a una moción de confianza en el Parlamento.
En una reunión a la que faltó Alberto Ruiz-Gallardón (el alcalde de Madrid ha estado estos últimos días en México), la dirección del PP analizó los resultados poniendo el énfasis en que éstos suponen el principio del “cambio” que ya se “vislumbró” en las pasadas elecciones en Galicia. El PP ha ganado en más de una veintena de provincias. Ha salido vencedor en tradicionales feudos del PSOE como Castilla-La Mancha, o en Canarias, tierra del candidato del PSOE Juan Fernando López Aguilar. Los populares han quedado por encima de los socialistas en Canarias, Cantabria, Castila y León, Galicia, Baleares, La Rioja, Navarra. Han arrasado en Murcia y en Madrid y Valencia, con dirigentes del PP imputados en la trama Gürtel, han mantenido su apoyo electoral.
La corrupción no parece haber pasado factura al PP en estas elecciones. En el caso concreto de Valencia, el electorado ha dado un espaldarazo al presidente Francisco Camps, imputado por el juez. En esta comunidad, el PP ha subido casi tres puntos con relación a las europeas de 2004, al tiempo que el PSOE cae cerca de cinco puntos. En Madrid, la victoria no ha sido tan arrolladora y pese a que la presidenta Esperanza Aguirre también lee estos resultados como una legitimación a su gestión política, el PP de Madrid sigue retrocediendo respecto a la mayoría absoluta alcanzada en las autonómicas de 2007.
Significativo ha sido también el ascenso en Extremadura y Andalucía, comunidades gobernadas por el PSOE, donde el PP ha avanzado con respecto a anteriores comicios. Sin embargo es difícil extrapolar estos resultados (reconocen en privado fuentes del PP) a unas generales por el bajo índice de participación que no ha llegado al 45% en las elecciones del 7 de junio. Fuentes consultadas reconocen que el partido ha conseguido movilizar a su electorado más fiel de derechas y no de centro, así como no hacer demasiado ruido para mantener desmovilizado al grueso de votantes de la izquierda.
Todo ello será analizado este martes en el Comité Ejecutivo Nacional del PP con los ‘barones’ territoriales del partido que podrán felicitar personalmente a Rajoy por esta victoria de la que ha salido reforzado para volver a presentarse como candidato en las próximas generales. De momento, Rajoy le ha ganado la partida a Aguirre que tuvo que reconocer que el mayor beneficiado de los comicios europeos ha sido el presidente del PP aunque precisó que serán los Estatutos de su partido los que determinarán la fórmula para la aprobación de las candidaturas.
El PP se muestra satisfecho pero no eufórico. La calma ha vuelto al principal partido de la oposición el día de resaca electoral. El comité de dirección con Mariano Rajoy a la cabeza ha analizado los resultados del 7-J con mucha más prudencia que el domingo concluyendo que si bien la victoria ha afianzado su posición como alternativa de gobierno, a partir de ahora “toca seguir trabajando” para que sus propuestas calen en la sociedad española.
En plena recesión económica, los populares esperaban una victoria más contundente que sólo dos escaños de diferencia y medio millón de votos por encima del PSOE. Ello hubiera legitimado la petición de un adelanto electoral tal y como algunos creyeron tener en un primer momento al alcance de la mano e incluso una moción de censura como propuso este lunes el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Durán i Lleida.
Preguntado sobre estas cuestiones, el secretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, no quiso tirarse a la piscina y se limitó a señalar que por el momento “sólo vamos a leer los resultados de anoche”. Tampoco se mojó la ‘número dos’ del partido, María Dolores de Cospedal, que aunque no descartó de plano la moción de censura advirtió de que decisiones de este tipo necesitan “apoyos parlamentarios suficientes”. La secretaria general del PP sí ve motivos para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se someta a una moción de confianza en el Parlamento.
En una reunión a la que faltó Alberto Ruiz-Gallardón (el alcalde de Madrid ha estado estos últimos días en México), la dirección del PP analizó los resultados poniendo el énfasis en que éstos suponen el principio del “cambio” que ya se “vislumbró” en las pasadas elecciones en Galicia. El PP ha ganado en más de una veintena de provincias. Ha salido vencedor en tradicionales feudos del PSOE como Castilla-La Mancha, o en Canarias, tierra del candidato del PSOE Juan Fernando López Aguilar. Los populares han quedado por encima de los socialistas en Canarias, Cantabria, Castila y León, Galicia, Baleares, La Rioja, Navarra. Han arrasado en Murcia y en Madrid y Valencia, con dirigentes del PP imputados en la trama Gürtel, han mantenido su apoyo electoral.
La corrupción no parece haber pasado factura al PP en estas elecciones. En el caso concreto de Valencia, el electorado ha dado un espaldarazo al presidente Francisco Camps, imputado por el juez. En esta comunidad, el PP ha subido casi tres puntos con relación a las europeas de 2004, al tiempo que el PSOE cae cerca de cinco puntos. En Madrid, la victoria no ha sido tan arrolladora y pese a que la presidenta Esperanza Aguirre también lee estos resultados como una legitimación a su gestión política, el PP de Madrid sigue retrocediendo respecto a la mayoría absoluta alcanzada en las autonómicas de 2007.
Significativo ha sido también el ascenso en Extremadura y Andalucía, comunidades gobernadas por el PSOE, donde el PP ha avanzado con respecto a anteriores comicios. Sin embargo es difícil extrapolar estos resultados (reconocen en privado fuentes del PP) a unas generales por el bajo índice de participación que no ha llegado al 45% en las elecciones del 7 de junio. Fuentes consultadas reconocen que el partido ha conseguido movilizar a su electorado más fiel de derechas y no de centro, así como no hacer demasiado ruido para mantener desmovilizado al grueso de votantes de la izquierda.
Todo ello será analizado este martes en el Comité Ejecutivo Nacional del PP con los ‘barones’ territoriales del partido que podrán felicitar personalmente a Rajoy por esta victoria de la que ha salido reforzado para volver a presentarse como candidato en las próximas generales. De momento, Rajoy le ha ganado la partida a Aguirre que tuvo que reconocer que el mayor beneficiado de los comicios europeos ha sido el presidente del PP aunque precisó que serán los Estatutos de su partido los que determinarán la fórmula para la aprobación de las candidaturas.
