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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS | 11.2.2009

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha pasado al contraataque arropado por toda la dirección de su partido. Abrumados por el incesante goteo de informaciones sobre la trama del espionaje en Madrid y el escándalo en el que ha devenido, los principales dirigentes del primer partido de la oposición han comparecido unidos como una piña para dar fe de la sentencia de su líder: el presunto caso de corrupción que está investigando el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón "no es una trama del PP, es una trama contra el PP".

La comparecencia sin precedentes se producía tras la reunión a puerta cerrada del Comité Ejecutivo Nacional del partido para analizar la crisis interna suscitada por el escándalo de corrupción en Boadilla y la imputación de 37 personas, entre ellas algunos ex alcaldes ‘populares’ y unos cuantos empresarios relacionados con mayor o menor intensidad con el PP.

Rajoy, que no aceptó preguntas de los periodistas, negó toda vinculación con la presunta trama de corrupción, declaró la "honorabilidad" de su partido, se quejó de encontrarse en una situación de "indefensión absoluta" y aseguró que hará todo lo que esté en su mano "para que nadie manche el nombre del partido".

Además, presentó un conjunto de medidas para responder a lo que considera un ataque orquestado para obtener réditos electorales en los próximos comicios gallegos y vascos, un intento de "manchar" el nombre del partido al estilo de lo ocurrido en 1999 con el "caso del lino" en vísperas de las elecciones europeas y que luego "quedó en nada".

Coincidencia “obscena”

En primer lugar, Mariano Rajoy anunció que el PP piensa pedir la recusación del juez Baltasar Garzón en la investigación judicial abierta en la Audiencia Nacional y que a partir de este momento rompe relaciones con el Ministerio de Justicia mientras siga al frente Mariano Fernández Bermejo. Ambas decisiones vienen motivadas por la coincidencia de que Garzón y Bermejo se marchasen juntos de cacería el pasado fin de semana, al día siguiente de que se produjera la detención del empresario Francisco Correa y saltara el escándalo por el supuesto pago de comisiones a cambio de adjudicaciones públicas.

El líder del PP calificó de "obsceno" que el juez y el ministro coincidieran de cacería, como si esta circunstancia tuviera relación directa con el caso. A su juicio, se trata de un "acto intolerable" que hace un "enorme daño" a la independencia del Poder Judicial y que "liquida la calidad de la democracia". Por todo ello, Rajoy adelantó que presentará un escrito de queja ante el Consejo General del Poder Judicial para que investigue el comportamiento de Garzón, a quien instó a "abstenerse en esta causa en beneficio de la credibilidad de la Justicia".

Levantamiento del secreto de sumario

El PP, por otra parte, piensa solicitar el "levantamiento completo del secreto de sumario" para saber hasta donde llegan los hechos; pedirá la comparecencia urgente del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, por el "diferente trato" a los partidos en este tipo de casos; y reclamará la comparecencia del ministro Bermejo en el Congreso.

También llevará este asunto a la sesión de control al Gobierno del Congreso, incluso a sus preguntas a José Luis Rodríguez Zapatero, por la "alarma social" que genera en la población y por considerar "inaceptable" que puedan utilizarse los mecanismos del Estado en beneficio de los intereses de un partido político.

Finalmente, el partido pedirá su personación en la causa abierta por el juez Garzón. De hecho, fuentes populares aseguraron que se está estudiando el mejor modo de hacerlo para presentar el escrito en las próximas horas.

A lo largo de su intervención, Rajoy destacó que de las más de 30 personas que han sido imputadas en el caso sólo hay dos militantes del PP que ya han dimitido de los cargos que estaban asumiendo e insistió, una y otra vez, en que "el PP nada tiene que ver con las actuaciones ilegales de los detenidos" y prometió que, si algún militante se ve salpicado, actuará "con toda la contundencia". Asimismo, aseguró que "todas las contrataciones de esta casa se han hecho en el marco de la legalidad" y garantizó que, de ninguna de las empresas afectadas ha recibido "beneficio alguno" y de las personas implicadas "ni un solo euro".

Al terminar su intervención, Rajoy recibió el aplauso de los más de 40 dirigentes del PP que comparecieron en rueda de prensa junto a él y se marchó sin contestar a una sola pregunta de las decenas de periodistas que abarrotaban la sala.

El PP anuncia que "rompe" con Bermejo y pide la recusación del juez...