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NUEVATRIBUNA.ES - 20.02.2009

El diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Tardá, se metió en un buen lío el día en el que, participando en una manifestación de las juventudes de su partido (el pasado mes de diciembre), gritó aquello de “¡Viva la República, muerte al Borbón!". Las críticas no dejaron de lloverle y el PP pidió la intervención de la Fiscalía.

Pues bien, tres meses después de la polémica, Tardá puede respirar tranquilo. La Fiscalía del Tribunal Superior de Cataluña ha decidido archivar las diligencias abiertas al diputado porque entiende que lanzar esa proclama no significa que quisiera perpetrar un “magnicidio”.

La fiscal Teresa Compte dice que de las explicaciones dadas por el propio Tardá "se deduce que dicha frase hace referencia a la crítica a la monarquía como institución, constituyendo una aclamación a la abolición del régimen de monarquía parlamentaria y advenimiento de la república". Sus palabras �añade- se encuadran "en un discurso general de autoafirmación a través de la descalificación de varias de las instituciones de este país, ciertamente con un grado de visceralidad, por fortuna, inusual en un diputado, pero no por ello criminalizable sin más".

Tardá no solo recibió críticas de sus adversarios políticos. Desde la dirección de ERC tuvo que escuchar el rapapolvo que le dieron algunos de los responsables de su formación que en un ejercicio de autocrítica llegaron cuestionar la escenografía que generalmente utilizan las juventudes de esquerra, con marchas fúnebres y quema de ataúdes aludiendo a la Constitución y quema de fotos de los monarcas.

El grito de “muera el Borbón” que profirió Tardá no...