jueves. 25.04.2024

Llamazares, por su parte, centró la mayor parte de sus intervenciones en que los ajustes auspiciados por gobiernos del PSOE y del PP han puesto al país "al borde de la recesión" y no han frenado la destrucción de empleo y en asumir que los políticos pierden credibilidad porque la crisis la están pagando los que menos tienen mientras se mantienen los "privilegios" a los banqueros y se les da dinero.

"Ya esta bien, es hora de cambiar la política", ha reclamado, antes de precisar que las rentas más altas defraudan unos 60.000 millones y evaden impuestos por 150.000 millones de euros al año. También demandó un impulso público de la economía, un plan de emergencia para el empleo y avisó a Jáuregui de que "no se puede soplar y sorber al mismo tiempo", instándole a elegir entre el ajuste o el impulso económico.

Ramón Jáuregui se defendió replicando que "a la banca no se le ha dado un duro". Es más, señaló que el Estado está ganando dinero con lo que ha prestado a los bancos. Asimismo, defendió por "imprescindible" el saneamiento de las cajas para que haya crédito y reiteró que "el ajuste es necesario mientras el control de déficit sea una obligación del euro", aunque se mostró partidario de que el Banco Central Europeo pueda utilizar la política monetaria para estimular la economía, refiriéndose, sin citarlos a los eurobonos.

El discurso ‘indignado’ de Llamazares