viernes. 29.03.2024

El ejemplo de Mas@ToniRibas_equo | Se consumó el acuerdo. En el tiempo añadido, con un gol de rebote, pero se consumó. Yo era de los que creían que habría acuerdo, pues el escenario de nuevas elecciones no favorecía a Convergència (quizás si a ERC) ni a la CUP, y el Procés entraba en vía casi muerta, ya que difícilmente se hubiera repetido la coalición de JxS, con lo que habría tres fuerzas compitiendo por el voto independentista. El pánico era evidente y el acuerdo se olía. Pero desde luego yo no me imaginaba este acuerdo.

El prestidigitador Mas se sacó el último truco de la chistera y con la inestimable ayuda de los medios afines y las redes sociales con el #PressingCUP, logró lo impensable. A saber: Se quita de encima de un plumazo a los que le han hecho la vida imposible los tres últimos meses y salva el proceso. No solo consigue que la CUP se disculpe públicamente por los errores cometidos y que dos de sus diputados se integren en el grupo parlamentario de JxS sino que además les arranca el compromiso de que nunca votarán en el mismo sentido que los partidos contrarios al Procés y/o el derecho a decidir. Literal. ¿Qué significa eso? ¿Van a votar siempre a favor de las propuestas de JxS si alguno de los grupos parlamentarios 'contrarios' se opone? ¿Votarán a favor de más recortes si el PSC por ejemplo se opone? A mí me huele a golazo por la escuadra y carta blanca a JxS, aparte de renunciar totalmente a la ruptura con el sistema capitalista.

A cambio Mas se aparta, pero se auto erige en paladín del proceso, se auto alaba y se presenta como mártir de la causa, obviando que se ha negado durante tres meses a dar el paso que finalmente se ha visto obligado a dar. Además, no tiene reparo en señalar que al nuevo President lo ha propuesto él.

Y finalmente, declara que dado el veto que ha sufrido, su compromiso de no volver a presentarse en unas elecciones catalanas ya no es tal. Tacháaan. Coloca a un presidente de su cuerda y se reserva el derecho a ser el primer presidente de la futura república catalana. No sale mal parado el que hasta ayer casi todo el mundo consideraba un cadáver político.

¿Y por qué la CUP acepta este acuerdo? Algunos dirán que ha sucumbido a la presión, otros que ya estaba rota igualmente después de las dos últimas asambleas, pero la verdad es que pocas opciones tenía. Al menos puede salir medianamente airosa pues cumple su promesa de no investir a Mas y, sobre todo, no se queda como responsable de matar el Procés. Pero paga un precio altísimo. Renuncia a su labor de oposición y se entrega casi totalmente a la clase dominante business friendly que tanto repudia. Como consuelo puede creer que tiene mucho tiempo por delante para recuperar el prestigio y la confianza entre los suyos, al no haber elecciones a corto ni medio plazo. ¿Lo conseguirá?

Así que seguimos adelante con el viaje a Ítaca. Y los catalanes seguimos en manos de unos políticos que siguen obviando que no existe (a día de hoy) una mayoría independentista en Catalunya. Los resultados obtenidos en las 3 últimas convocatorias a las que hemos sido llamados, el techo independentista está en torno a los 2 millones de ciudadanos y ciudadanas, de un censo de 5,5 millones. Podrán hacer las interpretaciones que quieran, contar escaños sacados con una ley electoral injusta, y por cierto impropia (Catalunya es la única Comunidad del estado que no tiene ley electoral propia), y llegar a acuerdos parlamentarios estrambóticos aunque legítimos, pero la realidad es tozuda. El apoyo popular no llega a la mitad de la población. Y con estos mimbres, y sin ningún tipo de apoyo exterior (ningún gobierno europeo va a reconocer a un nuevo estado escindido unilateralmente) no está nada claro cuál es el futuro. Ahí creo que reside el principal error del Procés. Sin un proyecto claro y sin saber exactamente qué va a pasar el día después existen aun muchas personas que ni se plantean dar el paso. Además hay que buscar consensos y apoyos, tanto en el resto de comunidades del estado como con otros países, y es necesario tener una buena base de apoyo en forma de votos (de ahí la capital importancia del referéndum) que por otro lado se puede conseguir fácilmente y en poco tiempo si los principales partidos estatales siguen con su actitud. No se puede esperar el apoyo o reconocimiento de otras naciones con solo un 48% de los votos. Esta miopía, junto con las prisas y la incapacidad no ya de negociar, sino de dialogar con el gobierno del estado (aunque cierto es que el PP no es mucho de dialogar que digamos) son los factores que hacen de este proyecto una incertidumbre.

Y lo peor es que este acuerdo va a dar alas a un gobierno estatal de fuerzas contrarias a cualquier reconocimiento de la plurinacionalidad del estado. O sea, vuelta a la casilla de salida. Gobierno conservador en Catalunya (me atrevo a pronosticar que los diputados de ERC van a primar la independencia a las políticas de izquierdas), y un muy probable gobierno conservador e inflexible en España. El cuento de nunca acabar.


Toni Ribas | Coportavoz  de EQUO Catalunya y miembro de Catalunya Si que es pot

El cuento de nunca acabar